En esta coyuntura nacional de espera de dictámenes sobre las elecciones presidenciales, un asunto de política local, que en otros momentos hubiera sido trascendencia bastante localizada, ocasionó grandes expectativas entre amplios sectores sociales, entre los tomadores de café y en la “comidilla política”.
por Pablo Vargas González
En esta coyuntura nacional de espera de dictámenes sobre las elecciones presidenciales, un asunto de política local, que en otros momentos hubiera sido trascendencia bastante localizada, ocasionó grandes expectativas entre amplios sectores sociales, entre los tomadores de café y en la “comidilla política”. En la presentación de la Fundación Jorge Rojo Lugo A.C., se generaron diversos rumores, de “choque de trenes” entre grupos de la clase política hidalguense, pero al final las dudas se disiparon y las “aguas volvieron a tomar su curso”
Con mucha anticipación fueron circuladas las invitaciones a la “sociedad civil”, para presentar la asociación Fundación Jorge Rojo Lugo, impulsada por familiares del ex gobernador y político hidalguense, uno de los fundadores y formadores de la actual clase política en el poder local.
La cita fue en el teatro San Francisco, en la tarde del 22 de agosto, donde la asistencia rebasó las expectativas. En el estacionamiento no cabía los autos, las filas para entrar a la calle Salamanca se extendían por otras adyacentes. Ya rebasadas las 18 hrs, aunque fue convocada a las 17:30, la entrada estaba atiborrada, grupos y grupos se preguntaban el significado de la reunión y cuales eran los mensajes. Y al interior no se diga, no cabía la gente, los lugares fueron ocupados en su totalidad y hubo gente parada.
Aunque fue invitada la “sociedad civil” quienes llegaron en su mayoría fueron las “fuerzas vivas” del sistema político local, de varios municipios llegaron “representantes” y gente activa de la política local y del partido gobernante, el estilo, los abrazos, los saludos son marca registrada.
Cuando la responsable de la presentación Martha Hernández Rojo dijo que el evento y la asociación misma “no tendrían un carácter político” ni partidario, posiblemente más de la mitad de los presentes, que apenas se acomodaban, no hubieran llegado. Para mucha gente, y los mismos funcionarios les cuesta trabajo entender esta premisa. Las organizaciones de la sociedad civil (OSC, AC, SC, IAP) tienen un carácter no partidario pero no despojado de lo político, desde la perspectiva del “zoon politkon” del ejercicio pleno de derechos del ciudadano como “hombre político”.
Entre los rumores, se corrió, anticipadamente la duda de la asistencia del gobernador Francisco Olvera Ruiz. No solo llegó sino que tenía un discurso preparado. Antes de que tomara la palabra se proyectó un video clip sobre la historia de Rojo Lugo, en el se puede apreciar una foto de Olvera Ruiz en sus tiempos de líder estudiantil junto al entonces mandatario. Desde luego que no fue intencional, forma parte de la memoria gráfica y el imaginario político de los hidalguenses.
Y en reciprocidad a ello, Francisco Olvera Ruiz emitió palabras de reconocimiento al papel que Rojo Lugo ha tenido en la historia política de Hidalgo, recordó pasajes de su vida y señaló que los principios que formuló Rojo Lugo están vigentes en el actual transcurrir del gobierno local: la lealtad política y partidaria. Olvera Ruiz se comprometió a dar apoyo financiero y aportaciones reales a esta asociación.
Quién mejor devela el sentido de esta nueva presencia de la familia Rojo Lugo, fue la lideresa nacional Beatriz Paredes, quien opinó a través del video clip, se resume en que la nueva fundación solo “proyecta el legado de Jorge Rojo Lugo”, algo que se ha dicho, que se sabe, y que es difícil “tapar el sol con un dedo”.
Bienvenida a la sociedad civil, la nueva agrupación que tiene objetivos significativos de trabajo entre grupos sociales, de atender proyectos productivos, de apoyar a jóvenes y estudiantes, porque sabemos que el “nombre pesa”, no tendrá las dificultades reales del trabajo asociativo, de falta de recursos, de marginación y exclusión.
En esta nueva época donde han emergido los nuevos sujetos políticos ciudadanos, en Hidalgo es tiempo de abrirse a la sociedad civil, a la formulación de proyectos de política pública de apertura a las distintas corrientes sociales, a los proyectos de ciudadanización de la sociedad, a los nuevos sectores sociales participativos. Ya no es posible jugar a la exclusión y al desdén como elemento estratégico de la política. Simplemente, son otros tiempos.