17.4 C
Hidalgo
jueves, noviembre 21, 2024

Demagogia pulquera

Nuvia Mayorga Delgado, directora de la CDI, presentó el pasado 13 de mayo en Apan, Hidalgo, el libro «Pulque» que recoge la historia de la elaboración de esta bebida. FOTO: CDI

Nuvia Mayorga, directora de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, desvaría con demagogia pura pulquera al afirmar que su dependencia “apoyará a los productores de Hidalgo para la siembra de maguey en las zonas del Altiplano y el Valle del Mezquital y con ello se produzca pulque”, pues “los proyectos productivos que vamos a estar dando ahora son para la siembra del maguey, que sigan produciendo más”.

Nuvia, paisana de Xóchitl Gálvez, su antecesora en la Comisión de marras, alardeó con las frases anteriores, inspirada, hace días, al presentar el libro “Pulque. Alimentos y Bebidas de los Pueblos Indígenas de México”, en una fiesta de jolgorio a expensas del erario en un lugar tradicional, hablando de pulque, la vieja hacienda de Chimalpa, perteneciente al antiguo emporio pulquero, Apan.

FRACASOS DE LA DEMAGOGIA

De algo sirven los antecedentes históricos sobre los intentos oficiales para tratar de que resurja la industria pulquera, y los expongo con el propósito de que los funcionarios, como en el caso de Nuvia Mayorga cuando hablen lo hagan con los pelos del burro en la mano.

En 1960, el presidente Adolfo López Mateos creó el Patronato del Maguey para preservar las plantaciones, evitar la explotación irracional y combatir las plagas. Se debía cuidar la higiene “en la extracción, fermentación, conservación, transporte y expendio del aguamiel y sus derivados” y, fundamentalmente, “el aprovechamiento de todas las partes del maguey como materia prima para la elaboración de productos industriales”, para procurar “mayores dividendos económicos a los propietarios de los magueyales”.

El exgobernador de Hidalgo, Vicente Aguirre del Castillo (1944-1950), fue nombrado presidente del Patronato, y se encargó de planear la construcción de tres tinacales con el intento de romper el monopolio de los intermediarios, en Santa María Tecajete, municipio de Zempoala, Hidalgo; Calpulalpan, Tlaxcala, y Axapusco, Estado de México.

Denominados tinacales piloto permanecieron como figuras decorativas durante décadas sin arrojar resultados positivos para los pequeños productores del altiplano hidalguense.

Otros hidalguenses relevaron a don Vicente Aguirre, el licenciado Federico Ocampo Noble, segundo titular del Patronato, cuyo paso por la institución fue intranscendente, y el ex diputado federal Oscar Bravo Santos, nombrado por el presidente Luis Echeverría.

LA PROMOTORA DEL MAGUEY Y DEL NOPAL

El 7 de julio de 1980, el presidente José López Portillo decretó la creación de la Promotora del Maguey y del Nopal, y designó a Bravo Santos primer director.

Posteriormente, el ex gobernador de Hidalgo, mayor Osvaldo Cravioto Cisneros (1961–1963), encabezó la Promotora del Maguey, quien dijo una verdad de Perogrullo: El maguey es más valioso para México como materia prima.

En 1981, un estudio de factibilidad para una coinversión mexicano-austriaca trataba de montar una fábrica de fructuosa pero los requerimientos de la fábrica más pequeña —se dijo— hubiera terminado en un año con 10 millones de plantas de maguey. En 1980 el censo magueyero alcanzaba difícilmente esa esa cantidad.

(En 1900, al iniciarse el siglo veinte, las estimaciones calculaban en cien millones las plantas de maguey existentes en México. Para 1960, sólo había 20 millones).

¿DÓNDE QUEDÓ LA BOLITA?

Después de intentos fallidos, de cuantiosas inversiones a fondo perdido, que sumaron cientos de millones de pesos manejados por el Patronato del Maguey y la Promotora del Maguey y el Nopal, el decreto presidencial del 21 de octubre de 1987, fusionó en la Comisión Nacional de Zonas Áridas (Conaza) a la Promotora del Maguey y del Nopal, presuntamente para ampliar sus atribuciones para fomentar estas especies.

A finales de 1992 la Conaza fue sectorizada a la Secretaría de Desarrollo Social, orientando sus actividades a la atención de las comunidades rurales marginadas de las zonas áridas, dentro del objetivo de los programas para la superación de la pobreza.

Nuvia Mayorga Delgado entregando reconocimientos a ‘tlachiqueros’ y trabajadores del maguey en Apan, Hidalgo. FOTO: CDI

UN POCO MAS DE DEMAGOGIA PULQUERA

En la fiesta de presentación del libro, como se anota al iniciar este comentario, la contadora Nuvia Mayorga no precisó cuántos recursos se destinarán para la plantación de maguey en la entidad, pues

“No quiero dar una cantidad porque son muy pocos los que actualmente se dedican a la artesanía de seguir produciendo el pulque, ojalá tuviéramos más, pero lo dejamos abierto para poder apoyar sobre todo al estado de Hidalgo”.

Nos endilgó este elogioso aserto: se eligió a Hidalgo para hacer la presentación, pues es uno de los principales productores de pulque a escala nacional.

HABLA UN PRODUCTOR

Sin medias tintas, Manuel Mendoza, declara: soy productor de maguey del municipio de Cardonal, acá aún tenemos maguey, pero mientras el precio que se paga por la planta y por sus subproductos no aumente, no veo como los campesinos les vuelva a nacer el deseo de cultivarlo. Acá el litro de pulque se paga a $6, pencas a $5. Un maguey para su maduración requiere de 8 a 15 años. Con mis 40 años de experiencia, les puedo decir como reforestar y revalorar el maguey: “Que suban el precio”.

Related Articles

Últimas