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domingo, diciembre 22, 2024

Fascismo genitalista en el 8M

H. es un hombre transgénero joven y pacífico. El ocho de marzo, cuando participaba en la Marcha feminista del 8M por el día la Mujer Trabajadora, fue interceptado en algún punto del recorrido por un grupo de mujeres con el rostro cubierto que lo amenazaron con insultos, negando su identidad de género, para a continuación pintarrajear la bandera del orgullo TTTrans.

“Es mi bandera, ha estado conmigo desde hace años. Me la cubrieron de pintura. La dañaron»

La agresión que enfrentó H por integrantes de una corriente fundamentalista de derecha conservadora insertada dentro del feminismo, conocida como TERF –por sus siglas en inglés Transgender Exclusionary Radical Feminism o Feminismo Radical Excluyente de personas trans–, no fue la única registrada durante la marcha del 8M, tal como explicó Ian González, activista Trans y Queer a la diputada Wendy Briceño, presidenta de la comisión de igualdad de genero de la Cámara de Diputados durante una reunión con colectivas TTTrans.

González, quien encabezó un colectivo de feministas TTTrans y Queer durante la marcha feminista del 8M tuvo que mediar constantemente y repeler las amenazas de los grupos de fundamentalismo transfóbico desde el punto de arranque de su contingente en la glorieta de los Insurgentes, cuando las agresoras caminaron hacia donde se encontraban algunas mujeres transgénero y pintaron en el suelo “Viva la Vulva”.


Las integrantes de la corriente Terf buscan la fundación de un fascismo genitalista, cromosomático.

“Que viva, yo tengo una y soy un hombre Trans compañeras, no caigamos en provocaciones, el enemigo es el patriarcado, no somos las personas Trans” , respondió sólo protegido por un megáfono entre su cuerpo y el contingente que grafiteaba la palabra TERF en las paredes cercanas a donde permanecía el contingente TTTrans

En una sincronía casi calcada con la transfobia del presidente de extrema derecha de Estados Unidos, Donald Trump, quien en octubre del 2018 se pronuncio por eliminar el derecho a la identidad de las personas Transgenero y Transexuales, y regresar a la definición misogina del género a través de los genitales de la persona al nacer, las integrantes de la corriente Terf buscan la fundación de un fascismo genitalista, cromosomático.

Las agresiones de los grupos TERFS contra hombres transgenero, transexuales, y personas con capacidad de gestacion se incrementaron despues de que colectivas de feminismo interseccional, como Las Constituyentes CDMX Feministas y el Movimiento Feminista de Mujeres Diversas MFMD Nosotttras, acompañaran en 2018 su visibilidad dentro de las demandas del acceso al aborto libre, seguro y gratuito.

La asimoviana marcha sólo para mujeres biológicas

En este contexto de enfrentamientos y agresiones TERFS a poblaciones TTTrans, la alcaldía Cuauhtémoc autorizó una marcha exclusiva para “Mujeres Biológicas” convocada por colectivas lésbicas, con un discurso de fascismo genitalista que ha sido visto con preocupacion por colectivas de feminismo interseccional y de activistas TTTrans, como Orgullo Ecatepec, Paradigma, Movimiento Feminista de Mujeres Diversas MFMD NosoTTTras y Revolucion Queer entre otras.

En el marco de una capacitación con el Consejo para Prevenir la Discriminacion en la Ciudad de Mexico, el encargado de un programa sobre derechos humanos y diversidad sexual del gobierno capitalino, Jaime Morales, reconocio publicamente desconocer las tensiones y agresiones entre las colectivas lesbico Terfs y contingentes TTTrans durante la marcha del 8M, asi como de la marcha exclusiva de “Sólo Mujeres Biológicas” convocadas por las agrupaciones anti Trans, aun cuando estas colocaron anuncios en las principales estaciones del Metro.

Ante un posible escenario de confrontacion y agresiones durante la marcha, el colectivo Revolucion Queer solicitó apoyo a la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento de Mujeres del Congreso de la Ciudad de México, en tanto que otras colectivas estudian la posibilidad de solicitar a la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México y al Consejo para Prevenir la Discrminación (COPRED) la presencia de visitadores para evitar episodios de violencia transfóbica y de terfismo como los registrados en el 8M.

El terfismo como fundación del fascismo genitalista

La Marcha Terf autorizada por la alcaldía Cuauhtémoc presenta como problema la legitimación de la Violencia por parte del terfismo, y que se fortalece con la apropiación del espacio público.

Desde esa perspectiva, la metáfora comparativa de la “marcha de las Mujeres Biológicas” como una marcha «solo para personas blancas» se entiende como un intento de generar supremacías desde una interpretación biologisista de características físicas de nacimiento, como herramienta de administración y control del espacio de conveniencia más cotidiana como es la ciudad.


La metáfora comparativa de la “marcha de las Mujeres Biológicas” como una marcha «solo para personas blancas» se entiende como un intento de generar supremacías desde una interpretación biologisista.

El segundo conflicto ofrecido por la marcha de las “Mujeres Biológicas” es el aumento de incidentes de Violencia y agresión, como parte asimilada de un discurso de odio generado desde la ultraderecha conservadora. Esta vez dirigido hacia los hombres TTTRANS y a personas no binarias con capacidad de gestación, a quienes intentan quieran invisibilizar y despojar de su derecho al aborto al negarles su identidad en pos de una normalización instituida por un patriarcado heteronomado y genitalista,

El tema radica en un ejercicio de poder que rebasa lo simbólico para establecer jerarquías y estratificaciones tanto en el derecho individual, como a sus propios cuerpos e identidades, como en lo social, con la cancelación pública.

De esta forma, la articulación de las TERFS del genitalismo de derecha patriarcal borrando de esta forma la posibilidad de desarrollarse mas alla de los parámetros del control patriarcal denunciados por Simone de Beauvoir en el Segundo Sexo.

Resistencias feministas al fascismo genitalista

Las reacciones de las autoridades frente al Terfismo y a la “marcha de las Mujeres Biologicas” demuestra el desgaste que enfrentan las relaciones funcionales y de jerarquizacion entre las poblaciones TTTrans, los colectivos Lesbico – Gay y la heteronorma.

Mientras el encargado del área de derechos humanos y diversidad sexual del gobierno de la Ciudad de México, Jaime Morales, y las autoridades de la alcaldía Cuauthémoc optaron por un cómodo silencio, pese a que las colectivas convocantes dieron las gracias públicamente a las autoridades, la diputada Wendy Briseno, originalmente invitada a participar como oradora, se reunió con colectivas TTTrans y dio un mensaje de inclusión y de rechazo a los fundamentalismos biologisistas.

Las corrientes Terfs, junto con el fascismo genitalista y otros discursos de derecha, como el racismo y el clasismo, potenciados desde el arribo del empresario conservador Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, no representan un discurso dominante dentro del feminismo, sino todo lo contrario,

El Primer Parlamento de Mujeres del Congreso de la Ciudad de México participó en la marcha del 8M con una bandera TTTRANS en su lona, que fue llevada en momentos por integrantes de la mesa Directiva y de la Junta de Coordinación Política. La Mesa Directiva del Parlamento de Mujeres tiene una Vicepresidenta TTTrans y una Parlamentaria es orgullosa madre de un hombre Trans.

La Colectiva Las Constituyentes CDMX Feministas impulsó la iniciativa para incluir a las poblaciones Travesti Transgénero y Transexuales en la Constitución de la Ciudad de México, iniciativa en coautoría por dos Feministas Heterosexuales.

La iniciativa para el reconocimiento de las personas TTTRANS en el estado de Hidalgo fue presentada en el pleno por lesgisladoras Feministas de la fracción parlamentaria de Morena.

Ni el Feminismo radical ni el Feminismo Interseccional promueven la Transfobia, y menos las agresiones en grupo contra una persona por su anatomía.

Asi, el fascismo genitalista de la corriente TERF, sirve como diagnostico conceptual de la infiltracion del conservadurismo y de un patriarcado de derecha que lo ubica fuera del feminismo, contrapuesto a las visiones de Simone de Beauvoir, pero cercanas al Trumpismo, como una imposible sucursal de Donald Trump en el movimiento libertario de Mujeres.

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