Esta foto no trata de el Chile de 1973; es Chile, hoy, octubre del 2019. Un policía de Carabineros apunta su fusil a quemarropa contra un hombre civil y desarmado, en la noche que el gobierno decretó un TOQUE DE QUEDA para evitar más protestas en su contra. Pero, desde el desierto de Iquique hasta Tierra del Fuego, la gente ha desafiado la ordenanza militar y ahora CHILE está SUBVLEVADO. Lo que comenzó con un grupo niños y niñas valientes de secundaria saltándose los torniquetes del metro de Santiago para no pagar el pasaje, devino en la REVUELTA de todo un país contra un gobierno sordo, inepto, indolente, que sólo supo responder con MILITARES en las calles a las justas demandas de un pueblo cansado de los ABUSOS que se han extendido desde la dictadura. Ya no sólo es el alza a los pasajes del transporte (que han subido cuatro veces en lo que va del año), es la HUMILLACIÓN del alto costo de la vida. Chile es un país donde más del ochenta por ciento de la gente gana menos de 300 mil pesos de salario, mientras la educación superior cuesta 200 mil. Dónde enfermarse puede costar más de 1 millón y medio de pesos, condenando a elegir entre la MUERTE y la POBREZA. Dónde todos los derechos cuestan dinero. Se paga por la salud, se paga por la educación, se paga la jubilación, se paga un sobreprecio por la locomoción, se paga por la cultura, se paga por entrar a una playa. Dónde un imputado por robarse el dinero de un banco, SEBASTIÁN PIÑERA, se convirtió en Presidente de la República. Dónde la Constitución creada por el dictador AUGUSTO PINOCHET sigue vigente y continúa regulando las leyes y la vida pública de la nación que secuestró. Y como en aquellos años de dictadura militar, volvieron las fuerzas armadas a la calle. Han disparado contra la población, han golpeado, han lanzado sus tanques sobre la gente y, la gente, SIGUE EN PIE, sonando las cacerolas, los niños y las madres, los obreros y los estudiantes, los abuelos y las trabajadoras. Esta es una larga noche que no se sabe cuánto durará; pero de aquí en adelante el pueblo chileno ya no duerme más, amanecerá distinto, porque YA DESPERTÓ.
