Asombrada. Esa fue la palabra que utilizó la diputada local de Morena por el distrito de Tizayuca, Susana Ángeles Quezada, después que sus compañeros de bancada, Ricardo Baptista y Nohemí Zitle, solicitaran deshacer a la actual Comisión de Transparencia y Anticorrupción que ella preside. Según ese par de congresistas, el encargo ha tenido un “decepcionante desempeño”.
El asombro de Ángeles Quezada es obvio. Se trata de dos legisladores de su propio partido, Morena. ¿No se supone que deberían apoyarla ya que forman parte de una misma bancada? Además, la diputada por Tizayuca argumenta que no existen motivos para deshacer la Comisión de Transparencia a su cargo.
Pero vayamos por partes.
Primero. El motivo por el cual Ricardo Baptista y Nohemí Zitle quieren darle un Golpe a Susana Ángeles y bajarla de la Comisión de Transparencia del Congreso es el proceso de selección de nuevas consejeras y consejeros del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública Gubernamental y Protección de Datos Personales de Hidalgo (ITAHI).
Este proceso fue impugnado por un abogado de nombre Hugo Armando Vázquez, quien quiso competir por un lugar en el ITAHI, pero su currículum fue desechado porque no cumplía con el perfil. La cosa toma color cuando —sorpresa, sorpresa—, se descubrió que este personaje es cercano al diputado Ricardo Baptista, o sea, al Grupo Universidad en el Congreso.
De este caso hemos informado bastante en DESDE ABAJO MX
Segundo. Según la diputada Susana Ángeles, la impugnación del proceso de selección de nuevas consejeras y consejeros del ITAHI no es motivo suficiente para intentar deshacer a la Comisión de Transparencia (que, más bien, es quitarla a ella). De las noventa personas que participaron, solo una se inconformó; y vino a ser, no por casualidad, el que tiene intereses con Ricardo Baptista.
De tal manera, la diputada Susana Ángeles calificó las declaraciones del diputado Baptista como “desafortunadas, mezquinas, inoportunas e inadecuadas” y redujo sus comentarios a “una opinión que comparten dos compañeros”.
Le faltó decir que, en realidad, Baptista busca quitarla de la Comisión de Transparencia para otorgarle al Grupo Universidad el control de ese encargo, así como del proceso interno del ITAHI, para cuidar sus intereses. ¿Acaso busca protegerse de algo? ¿Algo relacionado a su paso como presidente de la Junta de Gobierno del Legislativo?
En entrevista con DESDE ABAJO MX, la representante del Distrito de Tizayuca aseguró que la controversia por la renovación en el ITAHI está en manos del Poder Judicial y que en los próximos días habrá una resolución por parte del juez.
Destacó que el proceso de elección de nuevas consejeras y consejeros en el ITAHI fue “un proceso histórico” pues, la Comisión de Transparencia y Anticorrupción que encabeza, recibió, analizó y dictaminó la participación de más de 90 participantes, y con ello se permitió tener a los perfiles más adecuados para dirigir el organismo garante del derecho a la información pública en Hidalgo.
“Tomamos una decisión técnica, la cual vamos a defender, y desde el inicio, hasta el final, vamos a estar en la mejor disposición de poder ahondar en el tema, de cómo se hizo esta selección. Desafortunadamente, el día de hoy enfrentamos estas complicaciones, por una situación de técnica jurídica, pero eso de ninguna manera invalida o pone en duda el carácter igualitario que persistió y prevaleció desde el inicio hasta el final del proceso. Y no lo diremos nosotros. Hoy en día la resolución está en manos del poder judicial y seremos respetuosos de lo que nos diga segundo juez de distrito”.
Tercero. Ángeles Quezada es una mujer mesurada, por eso no habla abiertamente sobre lo que es obvio: el Grupo Universidad, a través de Ricardo Baptista, busca desestabilizar su carrera política, sobre todo, ahora que se perfila como candidata natural de Morena a la presidencia municipal de su natal Tizayuca.
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Al respecto, dice: “Se necesita que seamos políticos de altura, capaces, que tengamos visión de estado, visión social y dejar la grillería, la politiquería de baja calidad. La invitación sería a que miremos hacia adelante, sigamos construyendo juntos, peros siempre con una política de altura”.
La diputada Ángeles opta por fumar la pipa de la paz, asegurando que ha sido respetuosa de sus colegas de bancada, porque “ante todo me interesa cuidar al partido”. Por eso, dice, “seguiré construyendo con todos mis compañeros del grupo parlamentario en la medida en que nos enfoquemos al proyecto de nación que encabece nuestro presidente de la República”.
Habrá que ver cuánto le dura esa actitud mesurada a la diputada pues, aunque de momento no reconozca que existe “golpeteo político” en su contra, los hechos hablan por sí solos. Deberá quitarse de encima lo que estorba pues tiene como destino de convertirse en la primera mujer en liderar el Ayuntamiento de Tizayuca. Y ahí, sí que hay problemas más mezquinos y desafortunados que las palabras de Ricardo Baptista.