Nadie les podría juzgar por pretender vacunarse en Estados Unidos antes que cualquiera en México. Se diría que para eso es el dinero y su visa gringa. Pero que nada le exijan a un país para el cual no quisieron esperar. Dada la pandemia, aguardar un turno por una vacuna significa hacer colectividad; o lo que es lo mismo, el patriotismo que tanto presumen y no practican, y la moral que exigen con pajas en los ojos.