Hambre y desempleo: riesgos de gobernabilidad
Elsa Angeles / Desde Abajo
Como un ejercicio de evaluación a punto de finalizar el año, entrevisté a nueve ciudadanos hidalguenses, entre dirigentes de partidos políticos, asociaciones civiles y líderes naturales, para conocer su opinión sobre los principales problemas por los que atraviesa el estado, que no están siendo debidamente atendidos por el gobernador Miguel ÿngel Osorio Chong y que podrían convertirse en un motivo de estallido social, de dimensiones semejantes a lo que sucede en Oaxaca.
La principal coincidencia fue respecto a los temas económicos. Pobreza, desempleo y migración son los que más preocupan. La mitad de la población en Hidalgo sobrevive con menos de dos dólares diarios, pero alrededor del 30 por ciento, no alcanza la cifra de un dólar, es decir, viven en medio de una total miseria.
Para los líderes del PRI y PAN estatal, Jorge Rojo García de Alba y Guillermo Galland, es inconcebible que Hidalgo no pueda generar ingresos propios por arriba del 5 por ciento, como sucede ahora, y depender de las arcas federales para generar empleos, apoyar al campo y brindar servicios.
Un ejemplo de cómo factores como el caciquismo político pueden frenar el desarrollo del estado de Hidalgo, lo puso sobre la mesa el empresario de Tulancingo, Francisco Rivera, con el proyecto de construcción de un parque industrial en esa ciudad. “Hay un grupo económico compuesto por las familias Santos Marroquín, de la Peña Llaca, del Villar, los Bitar, por Aurelio Marín y el constructor Ernesto del Blanco, que quieren condicionar al gobernador para hacerlo bajo sus espacios y sus condiciones».
Francisco Rivera aseguró que Osorio se topó con el mito del poder político de ese grupo en Tulancingo, “y ellos son dueños de terrenos e infraestructura pero su poder ya no es real porque no fue su candidato, jugaron dos cartas al mismo tiempo, por el que ganó la candidatura y por Gerardo Sosa Castelán. Ya no representan políticamente gran valor cualitativo ni cuantitativo, son un monopolio político desgastado».
Pero lo más grave es que, hasta ahora, el gobierno estatal no ha logrado concretar la construcción del parque industrial, no cuentan con un padrón de empresarios de la región que podrían estar interesados en participar, ni han transparentado los procesos para lograrlo. Todo indica que ese grupo político, de unas cuantas familias, han puesto grilletes a Osorio Chong para que las cosas se hagan a su manera.
Tulancingo, una de las pocas regiones de Hidalgo donde existen las condiciones para impulsar una verdadera zona industrial y agropecuaria, sobre todo para empujar a las empresas familiares que han caracterizado a la ciudad, seguirá en la parálisis por intereses de grupos caciquiles que no logran concebir un escenario político distinto.
El empresario Francisco Rivera advirtió. “si el gobernador no logra el parque industrial en Tulancingo, demostrará falta de solidez e independencia del espacio de gobernabilidad. Porque no bastan las buenas intenciones, es necesario que cumpla los compromisos asumidos durante su campaña».
Muchos otros temas pusieron sobre la mesa personajes como Hugo Jaciel, delegado estatal del PRD, Tonatiuh Herrera, presidente de la Fundación Arturo Herrera Cabañas, Víctor Gálvez, ex presidente municipal de Francisco I. Madero, Arturo Islas de Redes Ciudadanas en Pachuca, el doctor Pablo Vargas, presidente de la Academia Hidalguense de Educación y Derechos Humanos (ACADERH) y el sacerdote José Barón, activista y reconocido líder de la zona de la Huasteca.
Pero en las próximas entregas, iremos desglosando cada uno de los temas que plantearon. Seguramente ninguno de estos asuntos será sorpresa para el gobernador, la propuesta es ponerlos a consideración de la ciudadanía para tenerlos presentes y evitar que la inmovilidad del gobierno estatal los haga crecer hasta el riesgo de un estallido social. Estamos a tiempo de hacer algo más.