. La enorme diferencia es que la despenalización del aborto en el Distrito Federal busca en primera salvar miles de vidas de mujeres que mueren durante procesos abortivos clandestinos y en segunda garantizar el derecho que tienen las mujeres sobre sus cuerpos sin que sean sancionadas por ello, mientras que la Ley de Pensiones del ISSSTE busca fregarse a los jubilados del servicio público.
Por Sofía de La Peña Soto / Desde Abajo
Ha sido muy interesante escuchar nuevamente las polémicas en torno al aborto que se están produciendo en todo el país con motivo de la ya casi segura despenalización del aborto en el Distrito Federal.
Y digo que es ya casi segura porque es una iniciativa del PRD que tiene mayoría en la Asamblea Legislativa de la capital mexicana y sin duda la hará valer. Es por eso que resultan ridículos los llamados del señor Calderón invitando al partido del Sol Azteca a no “avasallar» con sus votos. ¿Será que FECAL cree que somos tontos y tontas? igual que él.
¿A qué le llama entonces el hombre que habita Los Pinos a lo ocurrido tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado sobre la Ley de Pensiones del ISSSTE?, Si no un avasallamiento de la aplanadora PAN-PRI.
La enorme diferencia es que la despenalización del aborto en el Distrito Federal busca en primera salvar miles de vidas de mujeres que mueren durante procesos abortivos clandestinos y en segunda garantizar el derecho que tienen las mujeres sobre sus cuerpos sin que sean sancionadas por ello, mientras que la Ley de Pensiones del ISSSTE busca fregarse a los jubilados del servicio público.
¿Se imaginan cómo va a impactar esta ley en Pachuca, la capital de nuestro Estado, cuando el 70 por ciento de la población es burócrata?. En su reciente visita a México, la Presienta de Chile, Michel Bachelet, advertía a los diputados mexicanos sobre el asunto de las pensiones de los servidores públicos y daba como ejemplo a su país que hace ya años las privatizó y ahora están tratando de resolver los problemas que trajo consigo.
Pero regresando al tema que me conecta con ustedes una vez más quiero señalar lo que me ha llamado la atención de la polémica en torno al aborto.
Vi con argumentos muy endebles tanto a Pablo Gómez como a los asambleístas del PRD, es decir este partido debió haber diseñado mejor su estrategia de comunicación para convencer sobre su iniciativa; Iniciativa que respaldo porque como mujer entiendo que debemos avanzar en lo que a derechos humanos de las mujeres se refiere.
Por su parte percibí tanto a asambleístas del PAN como a Carlos Abascal con los argumentos de siempre, igual a los de PROVIDA, es decir en perfecta concordancia y llevando la discusión al terreno del derecho a la vida y al tema que no ha sido resuelto ni por la iglesia, ni por la ética ni por la teología, ni por la ciencia, ¿en qué momento se considera que un ser humano adquiere condición de tal?, pero de los derechos de las mujeres nada. El científico mexicano Julio Muñoz asegura que vida se considera cuando una célula es capaz de sobrevivir por sí misma y que ello no ocurre cuando un espermatozoide fecunda a un óvulo, rechazando así el argumento de la ultraderecha de que la vida empieza desde la fecundación.
Hoy en la mañana escuchaba a una periodista hidalguense entrevistada en la NQ y me pareció interesante su propuesta, ella decía que el tema del aborto se estaba tratando de manera muy parcial como si las mujeres se embarazaran solas, como si solamente las mujeres decidieran que van a abortar. Resulta, dijo, que en el proceso de la concepción intervienen dos personas, un hombre y una mujer, en muchos casos la decisión de abortar es de los dos, pero en otros no.
Así entonces señaló que tras un aborto hay un hombre que violentó a una mujer, es decir que la violó, ó hay un hombre que no quiso usar condón, ó hay un hombre que no se hizo responsable de lo que implica una relación sexual.
¡Que poca! me hizo expresar, es cierto una vez más los hombres se están quedando fuera de la discusión del aborto cuando ellos intervienen en la concepción, una vez más toda la carga va contra las mujeres, son ellas las señaladas, son ellas las que se van a la cárcel, son ellas las que ponen en riesgo su vida y su salud.
Es cierto la cuestión del aborto no solo tiene que ver con las mujeres, los hombres deben participar, pero no como ha sido habitual, imponiendo, controlando ó castigando a las mujeres sino asumiendo la parte que les toca, como puede ser la paternidad responsable, usando anticonceptivos como el condón y dejando de abusar de las mujeres como un ejercicio de poder, es decir la violación como un ejercicio de poder por no poder establecer relaciones sanas, equitativas y justas con las mujeres.
Aprovecho el espacio que me queda para comunicarles que en próximas entregas hablaré muy ampliamente de los Principios de Yakarta sobre la aplicación de la legislación internacional de derechos humanos a las cuestiones de orientación sexual y la identidad de género que fueron lanzados este lunes 26 de marzo durante la sesión del Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, del que escribiría hoy pero me pareció insustituible lo del aborto. (Desde Abajo)
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