– ¿Y los políticos hacen jazz?
– No… bueno, cuando trabajan no hacen jazz, quizás improvisan pero, no por eso les vamos a decir jazzistas, porque además, ni improvisan bien.
– El jazz no me gusta
Por Jesús Ángeles / Desde Abajo
Es curioso cuando un niño te presta atención y comienza a cuestionar tus gustos, simplemente se aproxima a ti y comienza hablar:
– ¿Los pulpos hacen jazz?
– No, no hacen,
– Entonces, ¿que hacen?
– Bucean por las profundidades del mar hasta que son atrapados por una red y mueren.
– ¿Como sabes que no hacen jazz?
– Porque los pulpos no hacen música.
– ¿Y los políticos hacen jazz?
– No… bueno, cuando trabajan no hacen jazz, quizás improvisan pero, no por eso les vamos a decir jazzistas, porque además, ni improvisan bien.
– El jazz no me gusta
– Que curioso, a mi sí, y no se porque si a ti no te gusta el jazz porque me preguntas sobre él.
– Para conocerlo. Y, ¿porque te gusta el jazz?
– Porque me gusta como suena.
– ¿Cómo suena el jazz?
– Mejor te pongo un disco y tú mismo me dices como suena.
El disco sonó, era Louis Armstrong. A los treinta segundos se escuchó otro comentario.
– Suena a viejo
– Porque ese cantante tiene muchos años.
– ¿No hay jazz nuevo?
– Si, ¿quieres escuchar algo?
– No.
El niño salió corriendo de mi cuarto. Al parecer, un juguete había seducido su vista y fue por él. Pensé que regresaría, pero acabó el disco de Armstrong y nunca supe de él, creo que el jazz no le interesó.
