.Se depreciaría el maíz blanco a grano forrajero, perdiendo los productores 8 mil millones de pesos por año. Podemos duplicar la producción de maíz sin tecnologías dañinas y que profundizan nuestra dependencia alimentaria. Monsanto pretende capturar un mercado de 400 millones de dólares por año y revertir sus perdidas mundiales.
Una vez más el gobierno mexicano dio una puñalada al maíz y a los campesinos mexicanos al aprobar la siembra de maíz transgénico en Tamaulipas, cediendo a los chantajes y presiones de Monsanto, precisó la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC).
La ANEC se opone rotundamente a esta nueva agresión del ejecutivo federal y de Monsanto en contra de los productores maíceros de este país. No vamos a permitir que se siembre ni una hectárea de maíz transgénico, ni en Tamaulipas, ni en Chihuahua, ni en ninguna parte de México, ya que todo el país es centro de origen del maíz.
Es increíble el desprecio que muestra el gobierno mexicano por los campesinos. Ya en 1994 cuando se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) argumentaban “que los campesinos sobraban, que no eran productivos, que eran ignorantes”, hoy ese argumento se repite de la manera más vil, haciendo caso omiso a las propuestas de los campesinos, donde se demuestra que es factible aumentar la producción de maíz de manera sustentable, sin la necesidad de usar transgénicos.
México principal productor de maíz en el mundo en peligro de perderse.
Hay que recordar que México es el principal productor de maíz en el mundo. La coexistencia del maíz blanco y el maíz transgénico no es compatible, ya que el maíz blanco que se produce en México es para consumo humano y al contaminarse con maíz transgénico, el maíz blanco se deprecia a maíz forrajero, teniendo pérdidas (los productores de maíz) de hasta 8 mil millones de pesos por año.
El maíz blanco de los productores mexicanos tiene un sobreprecio en el mercado mundial de entre 40 y 50 dólares por tonelada y ante el riesgo de contaminación, México perdería este lugar en el mundo y este sobreprecio que reciben los productores de maíz por sus cosechas, se perdería y se corre el riesgo que se profundice nuestra dependencia alimentaria.
Esto aunado a los riesgos al medio ambiente y a la salud por la utilización de tecnologías riesgosas.
¿A quién o a quiénes benefician estos permisos de siembra de maíz transgénico?
Nuevamente, el gobierno mexicano responde a los intereses de las empresas transnacionales y en espacial de Monsanto y no al interés de los campesinos de México. Al autorizar de manera ilegal, la siembra experimental de maíz transgénico y no transparentar a quién o a quiénes se les dio esa autorización.
Se sabe que Monsanto sufre pérdidas económicas a nivel mundial, por el repudió que están teniendo los transgénicos en el mundo. Y en México, Monsanto encuentra un gobierno débil y autoridades sin escrúpulos para intentar recuperar sus ganancias, a costa del maíz y sus más de 60 variedades, a costa de los productores de maíz y a costa de perjudicar la alimentación de los mexicanos.
Por ello Monsanto pretende capturar un mercado de 400 millones de dólares por año y revertir sus perdidas mundiales.
Desde ANEC hacemos un llamado respetuoso a las organizaciones campesinas (CNC, CONORP, CCI, UNTA, UNORCA) firmantes del Manifiesto del 31 de Enero de 2008 para que honren sus compromisos** y se sumen activamente a la lucha contra los ilegales permisos de siembra de maíz transgénico.
Asimismo llamamos a los ciudadanos de a pié a no permitir esta puñalada del gobierno mexicano y defender con todo al maíz y a los campesinos de México.
¡El maíz como el petróleo, la electricidad y la Patria no se vende!
¡Independencia alimentaria ahora!
¡No a Monsanto!
¡SIN MAÍZ NO HAY PAÍS!