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martes, octubre 8, 2024

UAEH: Decisión chatarra decadente

Por Pablo Vargas González / Desde Abajo

A unos días que finalice la actual administración del Rector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), han cometido un error garrafal, uno más de una larga cadena, que muestra el desvío de los fines y objetivos de una institución universitaria de educación pública.

El 3 de febrero de 2010, la gerencia general de la Sociedad Cooperativa de Trabajadores Pascual dio a conocer que las autoridades de la UAEH firmaron un “convenio de exclusividad” con la empresa refresquera Coca- Cola hasta el 2014. Se trata de una decisión aberrante; del vínculo lucrativo de una institución educativa con un monopolio transnacional, y no precisamente que busque el beneficio de los universitarios.

Con mucha razón la empresa cooperativa Pascual se escandaliza; dice que “Seguimos con la esclavitud del monopolio en cinemas, Mac Donalds, domino’s Pizza, Kentucky Fried Chiken, varias cadenas de tiendas, plazas comerciales, ferias así como el Tecnológico de Monterrey, cadenas de restaurants, ejemplo del monopolio que ejercen Coca- Cola o Pepsi”.

Las diferencias entre ambas empresas son evidentes, mientras una es empresa mexicana cuyas bebidas se elaboran con productos 100{9e1ff1bee482479b0e6a5b7d2dbfa2de64375fcf440968ef30dd3faadb220ffd} naturales; la empresa transnacional tiene un interés de lucro, cuyos dividendos no se quedan en el país, y se elaboran con productos químicos, y esa parece ser crucial ya que se manejan con esquemas comerciales de compra de “convenios exclusivos”.

Es inaudito que una institución universitaria, que enseña y forma profesionistas en Derecho y se jacta de ser “La Mejor” en el estado de Hidalgo, desconozca las leyes fundamentales y sobre todo la Constitución Política de México, que en su artículo 28 establece la clara prohibición de monopolios. Es de conocimiento público que la empresa del refresco “La chispa de la vida”, está catalogada como producto de alimentos “chatarra”, que perjudican la salud.

Aun más, en enero de 2009 se hizo una reforma a la Ley de Educación para el Estado de Hidalgo, en que se prohíbe la venta de alimentos chatarra. El artículo 54 Bis dice: “En atención a la salud de los educandos, no podrán comercializarse al interior de los planteles de educación básica, alimentos o bebidas con bajo o escaso valor nutrimental a los educandos, o que vayan en detrimento de los buenos hábitos alimenticios”.

Aunque las universitarias no son escuelas básicas, las Secretarías de Educación y Salud de Hidalgo deben intervenir porque se trata de los derechos de los consumidores, que se encuentran en situación de vulnerabilidad porque en esta institución no existe ningún órgano efectivo que vele por los derechos de los universitarios.

La empresa cooperativa Pascual argumenta que desde hace años viene peleando por la libre competencia en los mercados y el respeto a las leyes, y remata con algo sencillo: Que sea el consumidor final quién elija el producto de su preferencia en todos los puntos de ventas. Y esto es lo que no se podrá hacer en las diferentes escuelas e institutos de la universidad hidalguense.

En todo lo anterior, las cuestiones de fondo son no solamente lo que concierne a la firma del “convenio de exclusividad” entre la UAEH y la refresquera transnacional, en que está en juego saber con transparencia los jugosos beneficios del contrato y a quién se le quedarán. Sino que también es de importancia la medida de imponer una decisión a todos los universitarios. Por decisión el Rector, solo puedes comprar un producto, y este no es el mejor del mercado. Con esta decisión unilateral se rompe en pedazos el orgullo de miles de universitarios.

Con esta decisión a los universitarios se les coarta y restringe los derechos de elección para comprar alimentos. Sin duda que hay una tarea para los consejeros universitarios que exijan rendición de cuentas y transparencia, para que evalúen la garrafal decisión. Estudiantes y profesores no pueden permitir esta nueva imposición. Evidentemente este es un ejemplo de como se encuentran monopolizadas las decisiones en esta Alma Mater de los hidalguenses. ¿¿Hasta cuando, nos preguntamos los universitarios y los ciudadanos??

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