En un diálogo con la comunidad judía y de la Iglesia Bautista en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, el ideólogo de la Teología de la Liberación, mencionó que se debe respetar la pluralidad religiosa cuyo origen es la globalización y multiculturalismo que vive la humanidad.
por Leonardo Bastida Aguilar
México D. F. (NOTIESE).- “Los seres humanos tienen muchas maneras de ser y son muy diversos pero todos son humanos por lo que tienen que aprender a convivir”, señaló el teólogo Leonardo Boff, durante el encuentro “Diversidad religiosa y no discriminación”.
En un diálogo con la comunidad judía y de la Iglesia Bautista, el ideólogo de la Teología de la Liberación, mencionó que se debe respetar la pluralidad religiosa cuyo origen es la globalización y multiculturalismo que vive la humanidad.
Señaló que actualmente la humanidad vive un “cansancio de bienes materiales y excesiva racionalidad”, lo cual provoca una búsqueda de algo espiritual y no material para que así no la conduzca sólo al consumismo y materialismo.
De acuerdo con el experto, se debe aceptar que Dios se puede expresar de mil maneras y que cada cultura lo concibe diferente debido a que en su diversidad muestran distintas formas del hacer de la humanidad.
Sin embargo, añadió Boff existen personas que no lo aceptan debido a que hay religiones que se consideran como únicas porque dicen haber tenido acceso al Dios verdadero y no aceptan la multiplicidad de religiones, por lo que se debe instar a otros sectores, como la ciencia, a erradicar esos fundamentalismos.
El teólogo brasileño refirió que el ser humano es “un proyecto infinito abierto al mundo que posee variadas visiones de este por lo que se debe respetar cada una de ellas y reconocer la diferencia y la diversidad”. Acotó que es necesario entender todas las posibilidades de la humanidad.
Previo, en conferencia de prensa, Boff mencionó que el discurso de Benedicto XVI “considera toda la modernidad como decadencia y tiene una batalla directa contra ella”, por lo que no está abierto a la diversidad, lo que se refleja en la monosexualidad (que sólo admite a los varones) existente al interior de la jerarquía eclesiástica.
Finalmente, añadió que el Sumo Pontífice es un buen teólogo pero no está a la altura de conducir a una Iglesia con mil millones de feligreses.
