El PRD simplemente no quiere que Alejandro Encinas sea su candidato al gobierno del Estado de México. Ahora salió Luis Sánchez, un estadista político que hace el favor de ser el presidente de ese partido en esa entidad, a decir que igual y hasta un priísta es el bueno en la alianza que se aferra a crear con el PAN, según dice, para arrebatarle el poder estatal al grupo Atlacomulco.
Pero lo que éste señor de bigotes y pelos pintados no se atreve a decir, es que de ninguna manera aceptará al ex jefe interino de Gobierno del Distrito Federal como candidato, ni siquiera porque sabe que es lo mejor que su partido ha de conseguir para tales elecciones. Es tanto el sueño arrebatado de Sánchez que el PRI tan sólo está esperando a que el PRD se defina si Encinas va o no va para palomear a su propio abanderado.
Así el arraigo del ex comunista en el Estado de México llega cuan profundo, que por sus propias barbas podría tirar la alianza de Los Chuchos con el PAN y de pasito las aspiraciones presidenciales de Enrique Peña Nieto, siendo único candidato de las izquierdas y logrando la gubernatura mexiquense. Así nomás ¿Acaso en esto se funda el miedo de la citada runfla partidaria, como para rechazar con acalorado empeño a Alejandro Encinas? Quizá lo que quiere Nueva Izquierda no es la alternancia en el Edomex, sino el remedo transitorio disfrazado de priismo disidente se dio en Estados como Sinaloa, Puebla, Oaxaca y Guerrero.
Uno de los personajes tricolores que se guiña el ojo con el PRD y el PAN es el alcalde de Ecatepec, Eruviel Ávila, considerado uno de los duros no peñanietistas que habitan el PRI mexiquense, al cual el gobernador engelado no escogerá, mucho menos si los partidos aliancistas terminan por imponer a un candidato nostálgico como Elias Ayub, Carpinteyro o de la Fuente, barajas soltadas por ambos bajo el epítome sahiriente de “candidatos ciudadanos”.
Posiblemente a Eruviel Ávila le interese ser el candidato “opositor”, sin importar cualquiera de los significados que tal palabra pueda tener en tan miserable contexto. Más se le hace agua la boca a chuchistas y panistas de contar con un petardo de la misma calaña que Ángel Aguirre Rivero o Mario López Valdéz para encaminar su proyecto transexenal.
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