En el lobby de la Sala Principal de la Fundación Arturo Herrera Cabañas, se exhibe algo de la la obra de Guillermo Scully bajo el título “Guillermo Scully: In memoriam”. El pintor falleció el pasado 4 de febrero a los 49 años tras sufrir una caída. Nacido en 1961 en el DF, estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, de 1980 a 1985.
Pachuca, Hidalgo (DESDE ABAJO).- La Fundación Arturo Herrera Cabañas mantiene en exposición una perspectiva sobre el pintor Guillermo Scully Fuentes, detallando algunas obras del autor como “Danzón” y “Bolero”, donadas por el escritor y amigo del pintor, Yuri Herrera.
En el lobby de la Sala Principal de la Fundación, se exhibe algo de la la obra de Scully bajo el título “Recuerdo de Guillermo Scully”.
El pintor Guillermo Scully Fuentes falleció el pasado 4 de febrero a los 49 años tras sufrir una caída. Nacido en 1961 en el DF, estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, de 1980 a 1985.
Sobre él, Francesca Gargallo escribió el texto “ LAS FORMAS, EL COLOR Y LAS AMIGAS”, que igualmente se expone en la FAHC junto a la obre de Scully.
Gargallo refiere que Guillermo Scully Fuentes “era el padre de mi hija y era mi amigo, uno de aquellos con los que me divertía más: la más estrafalaria mezcla entre un indiscreto absoluto y un hombre púdico.
“Era un pintor que sacaba su pluma y su tinta china en la mesa de la cocina mientras cinco personas preparaban la cena, que se indignaba junto con la feminista hondureña Melissa Cardoza por el fondo feminicida del neoliberalismo, que invitaba a sus amigos Fito y El Negro a rescatarlo del amor que lo atrapaba y con el cual pasear de cantina en bar en covacha por la noche implicaba un salto en el tiempo y la posibilidad de escucharlo decir: “Yo soy el Aleph; sólo yo soy tan puro y puedo caer tan bajo como el Aleph, Borges me inventó”.
La exposición puede verse de forma gratuita en la sede de la FAHC, Allende 113, Col. Centro, Pachuca, Hidalgo, México. En un horario de 10:00 am a 19:00 horas.
Guillermo Scully nace en 1961. Estudio en la Escuela Nacional de Arte Plásticas “La Esmeralda” de 1980 a 1985. Obtuvo una beca de producción otorgada por la Escuela de Artes plásticas de Taxco, Guerrero.Scully es un pintor figurativo, artista riguroso y extrovertido sus cuadros representan el ímpetu de la cultura popular a través de la música latina y el baile de salón.La experiencia de su vida en las ciudades de Veracruz y Juchitlán lo han marcado para entregarse por completo a investigar sobre las raíces negras y mestizas de nuestra identidad. En sus lienzos la energía del sax y las trompetas influyen hacia el centro de una expresión catártica, y el baile deriva los más cálidos escarceos y las miradas comprometidas a la idea fija de en amor posible y arrebatado.Se vislumbran músicos de oficio convirtiendo el flujo de sus instrumentos en un hechizo. Todo es un asuma encantada en la obra de Scully: escenarios con telones de terciopelo al fondo, duelas y vestimentas donde el color es ante todo una forma de jubilo y fiesta.Su pintura refleja la exhuberancia de los trópicos y el caribe, una mezcla de modernidad y tradición en la que los personajes salen de diversos ámbitos sociales para fundirse en el vértigo del paroxismo, en los meandros de la noche donde bellas mulatas pueblan los escenarios calurosos, acompañadas siempre de hombres propiamente ataviados para el baile y dueños de todos los recursos para maniobrar con sus parejas, giros de seducción y sometimiento.Parte de su obra adquiere ciertos visos expresionistas, y se vuelve más emblemática, un tanto monumental en cuanto el tema de la música se convierte en concepto, y permite que elementos de ritmo se distribuyan por medio de la repetición.Scully transita por un terreno fértil, el de la música más sentimental del mundo, entre el tango, la rumba el jazz y el danzón; todos ritmos engendrados por los tambores africanos, y los sincretismos de nuestra América.Guillermo Scully es un artista vigoroso y admirado por la comunidad de artistas plásticos. Su pintura puede ser alegre o taciturna pero, ante todo, es de un lirismo sensual evidente, en un terreno de invención constante donde el gesto y el color llenan el espacio, con equilibrio y movimiento.
ALGUNAS EXPOSICIONES.
2003 Pintores trabajando, Galería Recoleta Gouda Art, Estado de México.
2001 Ritmos en la Capilla Córdoba, Veracruz
Jazz Latino, en el bar New Orleáns, Ciudad de México
Exposición de obra reciente en la Universidad de la Comunicación, Ciudad de México.
Exposición de obra reciente en el Auditorio 18 de Marzo de PEMEX, Ciudad de México.
Candela, en la casa de Francia de la Ciudad de México.
El arte del paroxismo, en la Galería Foro Cultural Efrén Rebolledo, Pachuca, Hidalgo.
1999 Ritmos totémicos, en la Embajada de Canadá en la Ciudad de México.
1998 Danzón, en el Museo de la Ciudad de México.
1997 Los bailes de Guillermo Scully, Galería Alberto Misrachi, Ciudad de México.
Desde 1980 Ha trabajado como ilustrador en periódicos y revistas (La Jornada) y libros. También es ilustrador de Discos Pentagrama, donde ha hecho más de veinte portadas.
Después de realizar diversas exposiciones a nivel internacional y recibir reconocimientos como uno de los pilares del neosurrealismo lúdico, corriente que formo desde mediados de los años noventa del siglo pasado, Scully ha retornado por un tiempo a sus raíces como ilustrador. En opinión del pintor, las artes plásticas tienes hoy más que nunca un compromiso con su tiempo y entorno, y aunque en sus temáticas no se aborden de forma literal cuestiones sociales, como lo hicieron los grandes muralistas, al menos si se puede mostrar los sentimientos, las costumbres prohibidas y las pasiones desbordadas, que son a fin de cuentas el mejor punto de referencia de los códigos culturales de una generación. Tras haber finalizado uno de los murales más comentados de los últimos años en la terraza de un importante edificio en le Zócalo, Guillermo Scully afirma querer darse un tiempo para seguir apoyando el movimiento de pintura en vivo. Cree que hoy los tiempos exigen a los pintores participar activamente como promotores culturales, porque a fin de cuentas es el arte el principal generador de equilibrio en tiempos de tempestad.