A las mujeres de Castaños
El recuento de mujeres asesinadas en Oaxaca sigue en aumento, ya suman 45 en los últimos siete meses, los primeros, por cierto, de la actual administración gubernamental. Esta semana la tinta negra se volvió roja en los diarios locales: un hombre asesinó a su esposa, una niña murió este sábado luego de permanece en estado de coma profundo tras una agresión y otra menor de 11 años fue violada y asesinada en la región del Istmo. Otra más de nombre Maydelin Conde, de 18 años de edad, fue asesinada la noche de este sábado, ella era en la zona una conocida cantante.
También esta semana Daniela y Virginia Ortiz Ramírez cumplieron cinco años de haber desaparecido en la mixteca oaxaqueña sin que la justicia llegue y este lunes 11 de julio, habrán pasado cinco años desde la violación a 14 trabajadoras sexuales en Castaños, Coahuila, por parte de elementos del ejército mexicano. Los focos rojos se han vuelto a encender; corrijo, permanecen encendidos.
El fenómeno de la violencia y sus muchas aristas nos tendrían que llevar al análisis de este grave problema que tiende a repetirse cada día, a mirar qué están haciendo todas las instituciones, sus omisiones y los permisos “para matar” que otorgan frente su inacción; así como la aplicación de la justicia, si esta existiera. También, nos tendría que llevar a ver que hay una invisibilidad permanente y la indignación de los sectores sociales, de tan repetida ya no interesa tanto, lo que se empezaba a desnaturalizar se vuelve cotidiano, común a nuestros ojos y terminamos por pensar en “otra mujer asesinada” sin mirar el mar de fondo.
Paradojas de la vida. En el Hospital de la Niñez Oaxaqueña, Florencia González de 14 años murió el sábado tras permanecer en coma profundo como resultado de una agresión sufrida tras regresar de un baile en su natal Santiago Juxtlahuaca, acción a la que contribuyeron al menos dos médicos que no atendieron de manera adecuada a la niña ni advirtieron la gravedad de las lesiones.
Nayer Concepción de 11 años fue violada y asesinada, el día del ataque acababa de recibir su certificado de primaria, los hechos ocurrieron en Santa María Petapa. El lunes pasado, un hombre asesinó a tiros a su esposa y luego se suicidó; ese mismo día una mujer adulta es asaltada y golpeada, el resultado de estos hechos fue su muerte horas después, ambos casos sucedieron en la pacífica ciudad de Oaxaca, donde se discuten cosas “serias” relacionadas con la máxima fiesta de Oaxaca.
Ver para creer. En el Congreso local, la diputación se logra unir y hacer una sola voz, eliminan de tajo sus diferencias “políticas”, al unísono se desgarran las vestiduras, protestan contra los abusos de autoridad que cometen elementos de la 95 Zona Militar del Ejército Mexicano en esos ilegales retenes que desde hace varias décadas existen en Oaxaca. Abusos que son de todos los días, indignación de legisladores que brota de sus pieles como si fuera salpullido, pero no crea que por la población, no por la gente común que lo hemos sufrido, no. Los múltiples pronunciamientos en tribuna tenían sólo una razón de ser, había sido violado el “fuero” de la diputada Hita Beatriz Ortiz Silva, en Santiago Juxtlahuaca. Parece que ahora sí se han enterado que esos abusos suceden en Oaxaca, pero no se ofendían ante la arbitrariedad, la prepotencia de la soldadesca, ni la exposición permanente que la población hace frente a los soldados, por supuesto que no, ellos y ellas defendían sus privilegios, es decir, el fuero, echaron sus barbas a remojar, por eso la llamada de atención a la SEDENA.
Son esas extrañas cosas que suceden, 45 mujeres han sido asesinadas en lo que va de esta administración pública, pero ni las diputadas ni los diputados están indignados, no se suben a tribuna para al menos poner un punto de acuerdo, como lo hicieron con el asunto del fuero de la diputada del PT, que tal vez era válido para los 42 que componen el Congreso local, pero sólo eso. La vida de las mujeres es una prioridad que no pasa por sus agendas, por sus iniciativas, por sus reformas, por su indignación…
Hasta hoy, en el Congreso local nadie hurga entre los papeles viejos a ver si encuentran la iniciativa que no pasó desde 2007 para tipificar el feminicidio (sólo para que no trabajen tanto) y peor aún, simple y sencillamente ignoran la agenda que presentó el IMO hace ya varios meses, la traducción es sencilla, lo que pase o suceda a las mujeres, tiene a la diputación sin cuidado. Un ejemplo lo ocurrido el martes en una reunión de la Comisión de Equidad y Género con Anabel López, del IMO.
Un boletín, que debo suponer salió de la esa Comisión legislativa, apunta que por la falta de acercamiento de la titular del IMO hacia la LXI Legislatura “no se tenga en estos momentos un presupuesto digno para un organismo cuya finalidad es proteger y defender a las mujeres”, tal como lo leen. No es de extrañar la ignorancia de las diputadas que ni siquiera saben para qué existe el IMO, ahora resulta que Anabel López debe hacer el papel de “Gatúbela” o algo así y si revolvemos las aventuras hollywoodescas, sin duda, las integrantes de la Comisión legislativa que preside la panista Ivonne Gallegos Carreño se convierten en automático en las hermanastras de Gatúbela.
Flaco favor les hicieron a las diputadas al difundir un boletín de prensa sobre la “comparecencia” de la titular del IMO en dicha comisión (es que en eso de los boletines cualquiera cree que sabe, como el programita de televisión de la maestra Elba Esther Gordillo). El documento dice que las diputadas del PRI, Carolina Aparicio Sánchez y Delfina Prieto Desgarennes; Martha Patricia Campos Orozco del PAN y Leticia Álvarez Martínez del PRD, “agradecieron al también legislador Pavel Renato López Gómez, presidente de la Comisión Permanente de Derechos Humanos, su interés materia de equidad de género en beneficio de las mujeres muestra de que el Congreso pone especial atención al sector femenino”.
Frente a ese pronunciamiento me uno a sus agradecimientos: “Oh, gran legislador Pavel Renato López (leninlópez) le reconozco que se fije en este sector femenino, que baje su mirada a este inframundo de las mujeres, que distraiga sus quehaceres de suma importancia para mirar los nuestros y gracias por unirse a la defensa de estas las vulnerables mujercitas, qué haríamos sin usted”, de verdad qué haríamos sin este Chapulín Colorado, sólo para completar la historieta.
Sí, estoy trivializando, porque resulta increíble el nivel de discusión, el nivel de las cosas. “Si usted se hubiera acercado tendría dinero para su instituto…” ¿acaso el hubiera no es un tiempo verbal que sólo emplean los conejos? Como corresponde, Anabel López se defiende y señala que en varias ocasiones se entrevistó con la panista Ivonne Gallegos para discutir la agenda que contempla modificaciones legislativas para sancionar la trata de personas, para favorecer la participación política de las mujeres, establecer presupuestos sensibles al género, evitar la discriminación, acceso a la tierra y la propiedad, educación, algunas modificaciones a la ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia de género, homicidio por condición de género, violencia familiar, divorcio rápido y pensión alimenticia, entre otros temas. Lo cierto es que para algunas mujeres, y peor aún, para las que están en la política -esas que le pueden dar vueltas a las tuercas del sistema-, la vida en general de las mujeres les viene importando un carajo.
Más aún, entre las feministas la cosa está que arde, porque esta reunión sirvió para descubrir que la ex fiscal Aída Gómez Piñón, quien las dejó con un amargo sabor de boca en 2007 en la violación de un menor de edad, es hoy la asesora de la Comisión de Equidad y Género del Congreso local, léase asesora de la panista Gallegos. ¿Pues qué esperaban? Se ha de estar preguntando la ex titular de esa comisión y hoy flamante Secretaria de la Contraloría y Transparencia Gubernamental, Perla Woolrich, quien seguramente recomendó a la comadrita de URO. No hay duda en el mundo de los ciegos… Los resultados de la coalición ¿o será de la colisión entre la derecha-izquierda?
Del lado del Ejecutivo nada se mueve, quizá al finalizar este mes haya una subprocuraduría para atender los delitos de género contra las mujeres, como se llama en la burocracia a toda la violencia que se comete en contra de las mujeres porque son mujeres, así Gabino Cué cumplirá una promesa hecha a los colectivos feministas en campaña, ratificada el 8 de marzo en un acto público y vuelta a repetir en junio pasado durante una reunión en el salón de los escudos del palacio de gobierno. Ya veo los titulares de la prensa: “Promesa cumplida” y en el interior del boletín “histórico hecho”. Subprocuraduría que se creará antes de que la Legislatura local tipifique los delitos contra las mujeres y volvemos a preguntar ¿entonces qué va a perseguir la nueva y rimbombante dependencia? Y sí, no hay por dónde. En tanto, 45 mujeres han sido asesinadas, el IMO sigue bajo el efecto de “ciudadanizar las propuestas” y va de reunión en reunión, paga a expertas para que dirijan el numerito y luego no digan que no hicieron bien la tarea. Total, pensarán, todavía nos faltan cuatro meses para dar resultados en el ya próximo primer año del gobierno del cambio, donde como sabemos ni siquiera existe un Plan Estatal de Desarrollo. La vox populi ya comenta que desde su útero materno con vista al mar, los señores del primer círculo, con título y sin título –eso ya es una trivialidad- y las niñas bonitas les pasan sus bebidas, sus pastillas, sus cigarros… ellos se preguntan ¿La ley? ¿Qué es la ley? De espaldas a ellos está Oaxaca.
CASTAÑOS, CINCO AÑOS DESPUÉS
Este lunes 11 de julio, se cumplen cinco largos años de la violación que sufrieron 14 mujeres por parte de elementos del ejército mexicano en la zona de tolerancia del pequeño municipio de Castaños, ubicado en centro del norteño estado de Coahuila. El lamentable caso, permitió llevar a prisión a los soldados, los cuales por primera vez en México y en América Latina, fueron juzgados por tribunales civiles y no por militares. El resultado no fue el esperado, apenas tres hombres de 12 están en prisión, cuatro fueron absueltos a pesar de que fueron reconocidos por igual número de víctimas; un subteniente fue condenado a más de 18 años de prisión en la segunda instancia, pero está prófugo, al igual que otros tres soldados que nunca pisaron la prisión. Esto fue llamado justicia a medias, pero resultó emblemático para las instancias internacionales de derechos humanos. No así para el aparato de gobierno que sigue omiso a quitar el aberrante fuero militar, una deuda pendiente con la población de este país. Los resultados están hoy a la vista.
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