La televisión púbica de Hidalgo, que funciona con dinero de los impuestos, cuyo decreto de creación la supone de bien común para difundir la cultura, la educación, la ciencia y las actividades de Gobierno, fue trivializada este viernes 20 al grado de ocuparse para transmitir una despedida de soltera, como si se tratara del salón de fiestas de un grupo de amigos.
Fue en el programa de revista “Tiempo de vivir” –una de tantas caricaturas de “Hoy” que se hacen en los Estados-, donde se le festejó a una de las conductoras de nombre Romina Marín Islas, hija del ex secretario de Gobierno hidalguense durante el sexenio de Manuel Ángel Núñez Soto, Aurelio Marín, su despedida de soltera, en franca violación a las atribuciones legales del Sistema de Radio y Televisión de Hidalgo, que, en ninguno de sus apartados, justifica la producción de transmisiones de esta índole aún si lo que pretendieron fue ofrecer “programas recreativos, alternativas de entretenimiento y diversión a los habitantes del Estado”, tratando de pasar como recreativa la fiesta privada de una persona cualquiera.
Se sabe – para nadie es un secreto-, de la corrupción partidista a la cual es sujeto el Sistema de Radio y Televisión de Hidalgo, como así ocurre en prácticamente todos las entidades donde los gobiernos se pasan por el arco del triunfo la Ley Federal de Radio y Televisión y las recomendaciones de responsabilidad social de los medios públicos. Tanto en elecciones como en coyunturas de algidez política, los informativos locales se convierten en boletineros del partido en el poder y convierten las acciones de Gobierno en propaganda electoral. Hidalgo es un claro ejemplo de ello y si no, que le pregunten a Xóchitl Gálvez.
Pero, pasar del usufructúo partidista al personal privado, es tanto un exceso como una violación administrativa y una estupidez, si se considera que – o al menos así parece-, quienes producen este tipo de programas en Hidalgo no tienen ni la mínima idea de lo que significa trabajar en un medio público; lo que se puede y no se puede hacer, quién paga y a cuales objetivos se debe su desarrollo. En pocas palabras, que su conducta sugiere la posibilidad de que ni siquiera se han sentado a leer el Decreto de creación de Radio y Televisión de Hidalgo o algo pasa con el proceso de evaluación del perfil de personal que labora y hace contenidos para estos espacios.
¿Quién decide poner a cuadro a quienes ahí aparecen, cómo y bajo qué sistemas de evaluación?
Aclaro que, seguramente, no es responsabilidad de la totalidad de los involucrados. Esa es mi apuesta, independientemente de que, por años, se ha puesto a dirigir a un Sistema como éste a personajes ignorantes en materia de comunicación. Sergio Islas Olvera, actual titular del Sistema de Radio y Televisión de Hidalgo, el último en la lista.
¿Por qué la producción de “Tiempo de vivir” se creyó con la facultad legal, ética y administrativa para transmitir en vivo una despedida de soltera? ¿Dónde está el Consejo Directivo de Radio y Televisión de Hidalgo para evaluar y proponer políticas de transmisión acordes a su reglamento? ¿Dónde está el Comisario Público de la Secretaría de la Contraloría para hacer rendir cuentas a Sergio Islas Olvera sobre la utilidad pública de este tipo de contenidos? ¿Qué opina el gobernador Francisco Olvera y su esposa, Guadalupe Romero, de que se haya utilizado un bien estatal para fines personales?
Pensemos que fue un desliz de un simple personal con buenas intenciones y ganas de divertirse. Pensemos que nunca se imaginaron, ya por ignorancia o delirio, que lo que pretendían hacer -e hicieron-, sería con recursos públicos. Entonces se deberá asumir por parte del Gobierno la responsabilidad por lo ocurrido, tomar medidas y llamar al debate de fondo sobre lo que ocurre con el sistema de medios públicos estatal, reformar sus reglamentos y hacerlo eficiente. Por ejemplo: ¿Quiénes conducen y producen programas en el Sistema tienen calidad de funcionarios públicos? Entonces hay una Ley que vigila su actuación y si como tal violaron una disposición legal en la materia, ¿quién les sanciona?
Hidalgo no cuenta con una Ley Estatal de Radio y Televisión que, entre otras cosas, garantice el cumplimento del decreto de creación de Radio y Televisión de Hidalgo, y sancione a los funcionarios públicos que no cumplan con él. En ese sentido, tampoco hay una norma que brinde seguridad laboral a quienes trabajan en los medios públicos hidalguenses.
Entiendo que a Romina Marín le dé mucho gusto casarse, pero que no se divierta con el dinero de mis impuestos. Y ya entrados en gastos, ¿hasta cuándo va a seguir pasando esto?