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sábado, diciembre 7, 2024

Los periodistas ante La #MarchaYoSoy132

por Alberto Buitre 

Entre dos fuegos: ¿Son los periodistas los receptores de la crítica o deberían sumarse a las movilizaciones estudiantiles por la equidad en los medios? Ahí van con sus libretas, grabadoras y cámaras cubriendo los sucesos, escuchando «Prensa vendida», llegando a sus redacciones y volviendo a someterse a las órdenes del patrón, que a su vez obedece órdenes del patrocinador, ya sea marca, partido o gobierno ¿y son ellos, los periodistas, los vendidos?

No podría haber democracia en los medios sin periodistas ejerciendo democracia. De modo que la democratización de los medios deberá ser una causa de los periodistas en primer término, y en segundo del pueblo, de acuerdo al orden de supuesto interés. Sin embargo, ha sido el pueblo, es decir, los estudiantes, quienes se han adelantado a los periodistas tomando la consigna en sus manos: Medios libres ya.

Pero ¿por qué los periodistas se mantienen inmovilizados?

El periodismo en México es un negocio. Sus ganancias y sus beneficios son privados. Los medios actúan como monopolios y su producto, la información, corresponde a sus intereses financieros. El periodista adquiere el rol de cualquier obrero que vende su fuerza de trabajo a cambio de un salario que no es equitativo con relación a las ganancias millonarias que se obtienen de la venta de información, es decir, del fruto mismo del trabajo periodístico. Y no siendo dueño ni de la fuente ni del fruto de su empleo, los periodistas son piezas móviles dentro de la línea de producción. Aquel que atente contra la productividad, es decir, contra el ritmo de ganancia, es echado.

Hay muchas formas de atentar contra la productividad de un medio. Una entrevista incómoda, un reportaje revelador o cualquier actividad que vaya en detrimento del patrocinador. Una orden de tales anunciantes basta para quitarle el trabajo a un periodista, en la lógica lópezportillista de «No pago para que me peguen», lo cual evidencia que, aún sobre los intereses financieros, el periodista trabaja sometido al interés político, es decir, a un rédito de corrupción.

¿Cómo podrían los periodistas movilizarse esclavizados? Considerando además que, muchos de ellos como la mayoría de los trabajadores en México, no son beneficiarios de seguridad social, prestaciones laborales ni salarios justos.

Y sin embargo, hace falta que se movilicen. Conscientes del régimen de explotación al que son sometidos y a sabiendas que sin periodistas no hay periodismo. Que el empresario mediático necesita a los periodistas, pero los periodistas no necesitan al empresario para hacer periodismo libre de corrupción política y comercial.

Emancipados, sólo entonces habrá democracia en los medios.

@albertobuitre

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