El presidente del diario Unomásuno, editado en Toluca y de la Asociación de Editores de Periódicos Diarios y Revistas de la República Mexicana, Naim Libien Kaui, revela en su columna «Uno» una conversación en el búnker priíta del pasado 7 de mayo, cuatro días antes de su fatídica visita a la Universidad Iberoamericana, donde el presidente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, informó a Enrique Peña Nieto que su candidatura iba «en picada» al perder más de 12 puntos de los 42 que tenían. A la junta, se habria citado a todos los gobernadores pero sólo habría asistido Eruviel Ávila.
Libien Kaui relata que el pasado 7 de mayo, en una casa ubicada en la colonia San Jerónimo Lídice, en el Distrito Federal, el Partido Revolucionario Institucional, mediante su presidente, Pedro Joaquín Coldwell, convocó a una reunión urgente a donde asistieron el ex gobernador de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong; la secretaria general del PRI, Cristina Díaz; su candidato presidencial Enrique Peña Nieto y el coordinador de campaña, Luis Videgaray Caso. Y aunque de igual form, se convocó a los mandatarios de los estados priistas, «no se vio la fuerza priista», toda vez que sólo asistió el gobernador Eruviel Ávila Villegas, y ello por ordenamiento de Peña Nieto, nada más.
En esa reunión -escribe el presidente de Unomásuno-, «el silencio fue el mejor aliado».
«Se presentía que las cosas no andaban nada bien. Peña Nieto, visiblemente desencajado y sumiso, adelantó, seguro de sí mismo al presidente Coldwell, que dicha reunión ratificaba «unión de fuerzas priistas» en vías de poder llegar a la Presidencia de México, pero el «optimismo» de Coldwell, no llegaba a tanto».
Naim Kaui se basa en «fuentes de inteligencia», las cuales le informaron que, en voz de Pedro Joaquín Coldwell, para esa fecha Peña Nieto había perdido 12 de los 42 puntos que ya tenían, ante lo cual, el aspirante presidencial se «curó en salud» asegurando que «hizo, lo que humanamente pudo», lo cual además, habria estimulado el desdén de los gobernadores priístas a dicha «junta urgente», quedando sólo como asistente, Eruviel Ávila, y eso, por ordenes del propio Peña Nieto.
Frente a ello, Naim Kaui explica que para los gobernadores priístas resulta «poco conveniente» que llegara un priista a la Presidencia de México. «La libertad que han logrado ‘como gobernadores’ durante los gobiernos panistas, no quieren perderla, pues con Peña, una vez más se convertirían en ‘esclavos del presidencialismo’.»
Además – relata el empresario-, hay que reconocer que «la debacle» de Peña Nieto ya la resienten los gobernadores priistas, y buscan a toda costa «deslindarse de lo que para ellos es una derrota anunciada», Ávila Villegas es el único, por lo que se vio en esa reunión, sometido por Peña Nieto. Esa es la actual realidad de Peña Nieto.
Dicha reunión -agrega-, que tenía como fin principal dar a conocer a Peña Nieto la situación real en la que se encontraba su candidatura, pareció al principio no ser tan importante para él, pues replicó asegurando que «tenemos el apoyo del licenciado Salinas», a lo que Coldwell aseguró que no.
Coldwell le pidió al candidato priista «que no lo viera así» Peña Nieto cabeceó y preguntó ¿el porqué? A lo que Coldwell respondió que en una plática sostenida con Salinas de Gortari éste aseguró….. «el tiempo, se agotó»…..
¡Mala señal!, definitivamente. Para Peña Nieto la incertidumbre de lo que estaba aconteciendo, trataba de asimilarlo preguntando ¿entonces, qué va pasar?
Para hablar de tiempos agotados y derrotas anunciadas, a Pedro Joaquín Coldwell sólo le quedaban dos opciones en ese momento «seguir hasta la derrota ya anunciada» o «cambiar de candidato»
Esto, definitivamente, no le pareció bien a Peña Nieto y perdiendo la cabeza, como suele sucederle tan a menudo, insistió «pero yo fui el elegido del partido y de Don Carlos», por eso se dan a conocer esas dos opciones.
Para ello, insiste Peña Nieto en conocer qué posibilidades de triunfo tendría el PRI si renunciara a la candidatura. Según Coldwell, es un asunto que tendrían que analizar aún, pero la soberbia de Peña Nieto le hace insistir en conocer ¿quién sería su sustituto?, a lo que el presidente del PRI anunció que es un asunto que tendría que tratar con Manlio Fabio Beltrones, hecho que por su puesto no agradó nada a Peña Nieto.
Tan le dolió esa decisión, que aseguró que si Beltrones quiere «él se abre y adelante», pero según Coldwell, el PRI está consciente de que Beltrones no sería el candidato.
Aún más exaltado Peña Nieto insiste a Coldwell…… «es tanto el miedo, odio o rencor, o qué pasa señor Coldwell, por qué comentarlo con Beltrones?
Ay, señor Peña -dice Colwdell- «usted sabe que está Beltrones y cuatro personajes más en reserva, que no voy a mencionar sus nombres esta noche, por motivos de seguridad.
Convocamos -insiste el líder del PRI- y salimos.
Pero a pesar de que Peña Nieto estaba en ese momento consciente de que «va en picada» exigió una explicación y nombres de los posibles sucesores, recibiendo ¡un rotundo no! El tiempo se agota y sólo hay dos salidas a esta «derrota anunciada», porque aseguran, «esto se va a poner peor»
En ese momento, Peña Nieto ¡cambió de piel!, y se puso a disposición de su partido. «Señor Coldwell, se lo dejo a su criterio».
El presidente de Unomásuno asegura que «ese fue el peor día para Peña Nieto».
«Sin embargo, en esa reunión se «pactó» que entre ocho y diez días subsecuentes a la misma, Peña Nieto «recibiría una respuesta», al parecer, esa todavía no existe. La campaña continúa y la caída de Peña Nieto se acentúa. ¿Qué va a pasar con el PRI? Definitivamente que el candidato priista, ese 7 de mayo pasado, constató que realmente ¡está solo! Haber convocado a los gobernadores priistas del país y que solo haya asistido uno, es muestra de descontento. La debacle de Peña Nieto ya estaba anunciada, pero parece que el único que no se había dado cuenta de ello, era él.
«Es increíble que en aquella reunión del pasado 7 de mayo, a donde asistieron más de dos, sólo se haya dado «un diálogo» entre Pedro Joaquín Coldwell y Enrique Peña Nieto, nadie más opinó. El silencio fue notorio.»
Además, el empresario toluqueño afirma que la caída de Enrique Peña Nieto es tal que en varios estados de la República, como Veracruz, «los grandes promocionales o espectaculares del priista están siendo sustituidos por los candidatos a diputados federales y senadores», dado que el candidato priísta a la Presidencia de México «¡ha perdido espacios e importancia!»
Y concluye: «El próximo uno de julio se votará en México para renovar la Presidencia de la República, pero la carrera para llegar a este proceso, cada vez se complica más, Peña Nieto no la tiene fácil, como tanto lo han anunciado, incluso, ¿quién nos asegura que de ganar el PRI el próximo uno de julio, lo hará con Peña Nieto al frente?…….»