El estado de Hidalgo se ha convertido en el campo de batalla legislativa, y en el laboratorio social más importante de la Cuarta Transformación. En solo 5 meses, la fracción parlamentaria de morena en el Congreso Hidalguense ha enfrentado los dos temas más conflictivos de la agenda de derechos humanos visibilizando una confrontación casi bélica entre las inercias de un priismo asustado, de un panismo que busca su identidad en el machismo medieval, y un perredismo que confunde la congruencia política con su tradicional fantocheria triunfalista.
Así, la agenda de la diversidad sexual, anclada principalmente en dos posiciones: el derecho a la identidad de las poblaciones Travesti, Transgénero y Transexuales TTTRANS, y el acceso al matrimonio igualitario, a aprobarse este martes con el apoyo de la mayoritaria fracción parlamentaria de Morena, que llevan al Congreso de esa entidad a ser el referente legislativo más fuerte de la Cuarta Transformación en lo relativo a Derechos Humanos e inclusión u ciudadanía LGBTTTI.
El grupo parlamentario de Morena en la Comisión de Legislación y puntos constitucionales del Congreso Hidalguense ha logrado impulsar los derechos LGBTTTI desde dos parámetros fundamentales: la congruencia con la agenda política morenista en materia de derechos humanos, que incluye la diversidad sexual, y la congruencia política que permite apoyar una iniciativa de otro partido siempre y cuando sea compatible con los principios que representa la Secretaria Nacional de Diversidad Sexual de Morena.
Es en este contexto que destaca el apoyo de la fracción parlamentaria de Morena a la iniciativa del PRD para el matrimonio igualitario, presentada por la única diputada perredista en el congreso Hidalguense, y que fue dictaminada a favor por la diputación morenista, en coincidencia con la propia agenda de derechos humanos y Diversidad Sexual de la Cuarta Transformación.
Ahora al PRD le corresponde actúar a la altura historica y contener cualquier derrame de protagonismo arcoiris que ha distinguido a su Secretaria Nacional de Diversidad Sexual, como lo hiciera anteriormente en el Instituto Federal Electoral, cuando se intentaron apropiar del protocolo para el voto TTTRANS y llevaron a su producto más insultante, un violentador con barbas y lentejuelas y lo usaron como la imagen partidista del logro de sociedad civil TTTrans.
¿Sería capaz ese PRD legislativamente unicelular en el Congreso del estado de Hidalgo, de mover una parafernalia de lucesitas y confetti arcoiris para presumir la iniciativa del matrimonio igualitario llevando a “La Primera Pareja” que se casó en la Ciudad de México, cuando el primer matrimonio igualitario de Hombres Gay presentado en ese momento politico por el Gobierno de la Ciudad de México fue protagonizado por el fundador de la Secretaria Nacional de Diversidad Sexual de Morena, Jaime López Vela? ¿O por el otro matrimonio gay que disputa el primer lugar histórico, reclamado por el secretario de Diversidad Sexual del PRI Rafael Ramírez Arana?
¿Será Capaz la Secretaria Nacional de Diversidad Sexual del PRD de presumir al primer matrimonio igualitario lésbico cuando una de las cónyuges, Lol Kin Castañeda, fue una de quienes acusó públicamente al secretario nacional del PRD Antonio Medina de llamar a las Mujeres TTTrans Peluqueras o Prostitutas?
Ese PRD que apoyó a la propia Lol Kin, actual funcionaria de la alcaldía morenista Miguel Hidalgo, en sus aventuras transfobicas y TERFS como cuando accedió borrar a las identidades Travesti, Transgénero y Transexuales TTTRANS de la primera versión de la Constitución, justificando haber recibido más de 20 mil firmas electrónicas de organizaciones vinculadas con la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays ILGA.
El PRD tendrá la oportunidad de demostrar madurez política y estar a la altura de la Congruencia de Morena en el Congreso Hidalguense y dentro de la Cuarta Transformación. Difícil prueba para un partido acostumbrado al plagio arcoiris, a la Transfobia y a la misoginia, al discurso homonormado que acuñó el ahora expulsado exsecretario Manuel Oropeza, autor de los ridiculos policromaticos más patéticos de aquella temporada de cómicos electorales, cuando él y Medina fueron conocidos como “Los Polivoces Rosados”.
Una postura discreta, madura y congruente, y un reconocimiento a la fracción parlamentaria de Morena en el Congreso Hidalguense, así como a la Cuarta Transformación serían lo adeudado. Pero es lo más difícil por su inercia histórica.