El pasado diez de junio, unos trescientos pobladores de la comunidad de Pachiquitla, municipio de Xochiatipan, cercaron la comunidad contigua de Crisolco, Yahualica, y con armas de fuego, machetes y explosivos amagaron con atentar contra la población del lugar, en la disputa por setentaiún hectáreas de terreno entre ambas localidades.
La agresión fue repelida por la población de Crisolco, en uno de los episodios más álgidos en esta disputa que se remonta al año de 1983 cuando las comunidades pertenecientes al Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) en Yahualica recuperaron las tierras despojadas por caciques del municipio de Xochiatipan, quienes, a su vez, hace quince años volvieron a arrebatarlas mediante acciones legales.
Uno de los episodios más violentos ocurrió el pasado doce de noviembre de 2018 cuando pobladores de Pachiquitla detuvieron, torturaron e intentaron linchar a Celerino González Reyes, uno de los líderes de Crisolco; en tanto que a otro de ellos, Manuel Martínez Bautista, lo asesinaron en la navidad de ese mismo año.
Pobladores de Crisolco denunciaron que, previo al reciente conflicto, el pasado treintaiuno de mayo, elementos del 84° batallón de infantería del Ejército con sede en Huejutla, junto con dos camionetas de la policía municipal de Yahualica, irrumpieron en la comunidad para interrogar a la gente y cuestionarles si pertenecían al Frente Democrático Oriental de México Emiliano Zapata (FDOMEZ), y si tenían armamento.
«Los elementos del ejército de forma intimidatoria interrogaron a los habitantes de Crisolco dirigiéndose de forma específica al delegado municipal con imputaciones: ¿llega gente extraña? ¿Hay un campo de entrenamiento en el Ejido? ¿Tienen armas? Nos informan que ustedes son matones ¿Pertenecen a FDOMEZ? ¿Lnegan gente de FDOMEZ?», denunciaron.
Los habitantes de Crisolco sostuvieron que en esta agresión están implicadas autoridades del gobierno federal, del Estado, así como los alcaldes de Xochiatipan, Manolo Gutiérrez y de Yahualica, Eustorgio Hernández Morales, respectivamente. Urgieron a la resolución del conflicto para evitar el «baño de sangre del pueblo».