“Una mañana fría de noviembre, un señor, como de treinta años, alto, barba cerrada, cabello negro y piel blanca, me sonrió; por cortesía respondí la sonrisa. Pero el hombre me siguió hasta subir al Tuzobús; por el tumulto, quedé acorralada en el área para personas con discapacidad, hasta ahí este hombre se me repegó, luego sacó su pene para restregarlo en la enorme chamarra que traía y eyaculó», narró Ana, de 20 años, estudiante del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
Así como Ana, el 80 por ciento de las usuarias de transporte público han sufrido por lo menos una vez acoso sexual por parte de algún usuario, informó la presidenta de la Asociación Civil “Mujeres tomando el transporte público”, Pamela Álvarez Tovar, llevándolas a tomar medidas como cambiar de institución educativa y hasta dejar de estudiar. Agregó que muchas mujeres comienzan a sufrir acoso desde el momento que empiezan a utilizar el trasporte ellas solas, que es alrededor de los 12 años, cuando entran a la secundaria.
“Yo tomaba la colectiva de la central de autobuses al centro, aún no existía el Tuzobús; recuerdo que subí a la colectiva, una micro, yo iba a la secundaria número dos, tenía como doce años, tomé asiento en la parte de atrás del colectivo y a un lado venía un viejito, o al menos así lo vi yo, y cuando menos sentí me agarró una pierna, casi llegando a mí entrepierna y con una horrible sonrisa me dijo: ‘te invito un helado’, obvio entre en pánico, me levanté corriendo y empuje a una señora que estaba frente a nosotros viendo todo y no hizo nada; solo me gritó que era una grosera”, nos contó Adriana, una mujer de 35 años.
Ante los diferentes relatos que muchas mujeres pueden contar, Pamela Álvarez trabajó con diputados y diputadas de diferentes fracciones políticas para crear una iniciativa con proyecto para modificar el código penal y se considere al acoso y hostigamiento sexual como delitos, los cuales alcanzarían penas de seis meses hasta tres años y tres meses hasta dos años de prisión, respectivamente.
Las penas se duplicarán cuando la víctima sea una menor de edad, pertenezca a un grupo indígena, congregación religiosa, esté en situación de vulnerabilidad y cuando los delitos los cometan servidores públicos o docentes, a quienes se les destituirá y se les inhabilitará para ocupar cualquier otro cargo hasta por un lapso igual al de la pena impuesta.
Actualmente en México apenas 16 estados consideran el acoso sexual como delito; desgraciadamente Hidalgo no se encuentra entre ellos, explica Álvarez Tovar.
La activista agrega que han detectado algunas estaciones del Tuzobús como focos rojos en donde se acosa y fotografían a mujeres.
“Irónicamente la estación de Centro de Justicia es una de ellas, además de todas aquellas que se encuentran cercanas a una institución escolar o plaza comercial”, dijo.
Actualmente, las mujeres representan el 54 por ciento (36 mil 859 usuarias) del total de los usuarios del Tuzobús; de las cuales 82.1 por ciento son mujeres adultas;
13.6 por ciento son mujeres de la tercera edad;
4.2 por ciento se considera para niñas;
0.3 por ciento son mujeres con discapacidad.
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Álvarez dijo que entre el 8 y el 12 de marzo reciente, a través de redes sociales, les llegaron más de 500 denuncias por acoso y hostigamiento sexual, gracias a los tendederos contra el acoso sexual que realizaron estudiantes de diversas instituciones educativas, incluyendo la preparatoria 1 y el CECyT 16 del IPN.
«Estamos conscientes de que el número se incrementó por esta situación; sin embargo, el abuso de poder que realizan profesores sobre sus alumnas es preocupante, pues quiere decir que las mujeres no estamos seguras ni en lugares públicos, ni privados”, dijo Pamela Álvarez.
Sería importante que los y las diputadas aprueben dicha iniciativa, ya que solo existen políticas públicas para erradicar la violencia al interior de los hogares, escuelas y lugares de trabajo; sin darse cuenta que no existen en lugares públicos, calle y transporte público, donde estamos completamente en estado de indefensión.
La presidenta de la asociación Mujeres tomando el transporte público dijo que se requiere que las autoridades tengan las herramientas para protejar a niñas, adolescentes y mujeres en la vía pública pues «si no te tocó, no pasa nada, aunque haya eyaculado en ti», han dicho las autoridades.