Bajo la premisa de “más vale tarde que nunca”, fue apenas en 2018 que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sacó a la transexualidad de su lista de enfermedades mentales, lo cual será recordado como un vergonzoso retraso en el reconocimiento de los derechos humanos de la población transexual, transgénero, transvesti (TTT)
Ya en 1990, cuando la propia OMS sacó de dicha lista a la homosexualidad, la sociedad civil mundial le señaló también la deshonrosa demora, pero que con todo y la disculpa que en ese momento se dio por tal retraso, siguió dejando a la transexualidad dentro de las enfermedades mentales.
Fue el 17 de mayo de 1990 cuando ocurrió la desestigmatización de la homosexualidad por parte de la OMS, y desde entonces la población Lésbica Gay Bisexual Transvesti Transexual Transgénero Intersexual (LGBTTTI) celebra en todo el mundo esa fecha como el Día Mundial Contra la Homofobia y la Transfobia. Ambas discriminaciones son un conjunto de creencias, opiniones, actitudes y comportamientos de agresión, odio, desprecio o ridiculización, que se producen contra las personas que ejercen una conducta y poseen una identidad genérica no heterosexual. Las dos actitudes discriminatorias se manifiestan desde los crímenes de odio, hasta el contar chistes que menosprecien y ridiculicen a la población LGBTTTI.
Tanto la discriminación por orientación sexual (homofobia, odio a la homosexualidad), como por identidad de género (transfobia, odio a la transexualidad), son similares al racismo, la xenofobia o el machismo, cuyo fundamento son los fuertes estereotipos sociales, el odio hacia las personas y el rechazo por la diversidad humana.
El Día Mundial Contra la Homofobia y la Transfobia, es una iniciativa promovida por colectivos LGBTTTI de todo el mundo, que pretende sensibilizar a la sociedad sobre la existencia y la gravedad de las discriminaciones por orientación sexual e identidad de género.