El 2 de junio de 2018, la fotoperiodista María del Sol fue asesinada en Juchitán, Oaxaca. Junto con ella, sus asesinos quitaron la vida a una candidata a síndica municipal y a un familiar de esta última.
En ese entonces Sol tenía 27 años, trabajaba también en la oficina de prensa de la Secretaría de Asuntos Indígenas (SAI) del gobierno de Oaxaca, y el titular de la dependencia, Francisco Javier Montero López, la obligó a asistir a Juchitán para cubrir la campaña de su hermano, quien se postulaba para alcalde de ese municipio por el PRI. El secretario le dijo a Sol que, si no aceptaba trabajar gratis en la campaña de su hermano, la despediría de la secretaría.
La agencia SEMMéxico reporta que hace dos años, la madrugada del 2 de junio, luego de cubrir el evento al que fue obligada a asistir, sujetos armados dispararon contra Sol, contra la candidata a síndica, y contra el hombre que las acompañaba.
Los cuerpos de la candidata y del acompañante fueron recogidos por simpatizantes de partido, mientras el cuerpo de la joven fotógrafa fue abandonado en la calle. Desde entonces y hasta ahora, la justicia no ha llegado.
La mamá de Sol, la también periodista Soledad Jarquín Edgar (con una larga trayectoria en los medios y ganadora del Premio Nacional de Periodismo) declaró a SEMMéxico que “en lugar de justicia para su hija, en estos dos años lo que ha sucedido son una cadena de actos de complicidad y simulaciones, que han dado como resultado la total impunidad en la que están inmersos desde el gobernador Alejandro Murat Hinojosa, por hacer caso omiso a una resolución del Tribunal Estatal Electoral de Oaxaca, como la Secretaría de Finanzas del gobierno estatal, así como la “independiente” Fiscalía General del Estado, a cargo de Rubén Vasconcelos Beltrán y al menos dos Fiscales Especiales, entre otros servidores públicos de esa institución”.