Casi a la fuerza, pero las mexicanas conseguimos que el 17 de octubre de 1953 se reconociera nuestro derecho al sufragio. Sin embargo, fue hasta el 3 de julio de 1955 cuando las mujeres de este país pudieron votar en una elección.
En esa ocasión se sufragaba para la elección de diputados federales de la XLIII Legislatura, y fue la primera vez que realmente todo el país eligió a su congreso, debido a que, en 1952, durante su campaña por la Presidencia de la República, Adolfo Ruiz Cortines prometió ante 20 mil mujeres asistentes a un mitin de campaña, la ciudadanía sin restricciones para las mexicanas.
Ya como presidente, el 17 de octubre de 1953, Ruiz Cortines promulgó las reformas constitucionales que otorgaron el voto a las mujeres en el ámbito federal y se publicó en el Diario Oficial el nuevo texto del Artículo 34 Constitucional.
Fue así como en 1953 se reconoció el derecho al sufragio femenino, gracias a la organización y lucha de las feministas mexicanas, quienes durante un siglo demandaron derechos ciudadanos, los cuales pudieron ver realizados apenas hace 65 años.
No obstante, en este aniversario de la primera vez que las mexicanas ejercieron el derecho al voto sigue habiendo muy poco qué celebrar. La violencia política por género no sólo ha cobrado las vidas de las mujeres en el pasado y el presente, sino que desincentivan el que, en un futuro, las mexicanas decidan ejercer su derecho constitucional de votar y ser votadas.
Por otro lado, actualmente contamos con es la Paridad Total aprobada hace un año por el legislativo, con la cual se obliga a que en elecciones municipales haya paridad completa en todas las planillas. También forzará a todas y todos los próximos alcaldes a integrar un gabinete paritario, y a los gobernantes actuales a sustituir por una mujer a cada integrante que se vaya de su actual gabinete, hasta que la integración del mismo sea paritaria.