El grito de independencia en Pachuca fue único en la historia. En vez de gente, la soledad de la plaza Juárez. En vez de juegos artificiales, drones. Solo la vehemencia del gobernador Omar Fayad interrumpió el silencio de las calles, que permqnecieri desoladas por la cuarentena. Ojalá que el próximo año nos encontremos de nuevo bajo estos cielos que hoy se sintieron más fríos que nunca.