Yanet, Nelly, Margarita y Yuri son cuatro mujeres que trabajan como Ayudantes generales en la mega obra del puente atirantado en el cruce del bulevar Colosio y Felipe Ángeles.
Su labor de abanderamiento vial, limpieza y mantenimiento es importante en la obra ya que sin ellas, la zona se encontraría sucia, desordenada y el flujo de automovilistas y peatones se vería afectado. «Es difícil porque a veces la gente no entiende que tiene que moderar la velocidad y ceder el paso a los peatones y se desesperan», cuenta Yanet al tiempo que agita el banderín naranja.
A unos pasos Nelly barre y recoge escombro en la carretilla con la ayuda de escoba y pala, mientras comenta que disfruta mucho su trabajo a la espera del fin de semana para salir a pasear en bicicleta con su pareja.
Margarita dice estar muy agradecida por la oportunidad laboral que le permite llevar el sustento a su hogar, lo único que no le agrada, como a nadie, es que los automovilistas la agredan verbalmente, «incluso muchos de nuestros mismos compañeros cuando son testigos de alguna agresión hacia nosotras, nos defienden».
Del otro lado de la glorieta, Yuri, manifiesta temer un poco por su integridad ya que los autos que vienen frente a ella exceden la velocidad, «a veces llegan a aventarnos el auto, insultarnos, les explico en qué consiste mi trabajo y si continúan los ignoro para no crecer el problema».
Cuatro mujeres Ayudantes Generales, tres de ellas madres jefas de familia, que son sustento del hogar, que disfrutan el anhelado día de descanso con los suyos, nos recuerdan la importancia del trabajo honrado.