Cuanta sombra nos dieron esos árboles, cuantas chelas a escondidas nos echamos ahí; cuantas primeras citas, cuantos besos y cuantas caminatas a oscuras debajo de sus ramas. Cuanto miedo a veces de pasar de noche en medio de ese pequeño bosque urbano y cuantas historias de amantes desesperados se lograron escuchar entre los rincones de las hojas, cuando pasamos de prisa al salir del trabajo. Por ahí nos sentamos a hacer tareas también, o nos detuvimos a comer un taco de guisado de Doña Cata, hastiados sobre la banca del parque, refrescándonos con la fresca caricia de sus alturas.
Pero aquella época ya murió. Unos 293 árboles de este parque comenzaron a ser talados, por culpa de lo que llamaron la plaga del gusano descortezador, o lo que es lo mismo, que se dieron cuenta ya muy tarde de que aquellos gigantes del tiempo necesitaban ser atendidos. Y no sólo será en el parque de la plaza Juárez; también derribarán otros tantos en los parques Luis Pasteur y el Hidalgo.
Que, claro, las autoridades han dicho que reforestarán lo que ya está cayendo a punta de motosierras. Y de ahí a que tomen la altura de nuestros años mozos, quedaremos viejos al día en el cual elevaremos la mirada y diremos: ¿te acuerdas de los árboles que había aquí?
Te compartimos las tristes imágenes: