Ante la alarmante subida de infecciones relacionadas con el VIH en 2021, que superaron en un millón de casos las previsiones para 2020, el Programa de la ONU contra el VIH-SIDA (ONUSIDA) convocó este lunes una sesión de emergencia de tres días en Sudáfrica con los 28 países con las tasas más altas de nuevos contagios para averiguar por qué no están disminuyendo.
Las 28 naciones representan tres cuartas partes de todas las nuevas infecciones por el VIH en el mundo y pertenecen a la Coalición Mundial para la Prevención del VIH.
La alianza se creó hace cinco años con el objetivo de conseguir un mayor compromiso, impulso e inversión por parte de los gobiernos, la sociedad civil, los donantes y el sector privado de cara a aplicar programas de prevención de gran alcance, cobertura, calidad y equitativos.
Durante la reunión, los participantes definirán las necesidades de los países relacionadas con la aplicación de la Hoja de Ruta de la Prevención 2025, determinarán los pasos fundamentales para aplicarla, incluyendo los objetivos específicos de cada país, e identificarán los cambios estratégicos necesarios para trabajar como coalición y fortalecer la colaboración entre ellos.
La prevención debe centrarse en los grupos más vulnerables
La reunión llega en un momento crucial ya que un reciente informe de ONUSIDA mostró que las nuevas infecciones por el VIH se redujeron solamente un 3,6% entre 2020 y 2021, el menor descenso anual desde 2016.
El estudio reveló que cada dos minutos del año 2021 una adolescente o mujer joven (entre 15 y 24 años) se infectó con el VIH y que en ese grupo poblacional se contagiaron 250.000 personas, más del 80% de ellas en el África subsahariana. En esta región la probabilidad de contraer la enfermedad es tres veces mayor entre las adolescentes y las mujeres jóvenes que en sus homólogos masculinos.
«La oportunidad que se nos presenta ahora es la de ampliar lo que funciona al tiempo que invertimos nuestra atención en las obstinadas barreras sociales y estructurales que mantienen a las niñas y a las poblaciones clave vulnerables a las nuevas infecciones por el VIH», afirmó la directora regional de ONUSIDA para África Oriental y Meridional, Anne Githuku-Shongwe.
Además, el Programa de la ONU calculó en 2021 que los grupos poblacionales clave, como los hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas que se inyectan drogas, los profesionales del sexo, los transexuales y las personas que se encuentran en prisiones y otros entornos cerrados, así como sus parejas sexuales, representaban el 70% de las nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo.
Ese porcentaje demuestra que los esfuerzos de prevención del VIH deben concentrarse en los marginados y los más vulnerables.
Objetivo para 2025: reducir a 370.000 las nuevas infecciones por VIH
Por todo ello, el director ejecutivo adjunto interino de programas de ONUSIDA, Eamonn Murphy, declaró que la aplicación de la Hoja de Ruta no puede ser la habitual e indicó que falta «más liderazgo político, más inversión y un mayor compromiso para llegar a las poblaciones clave para reducir las nuevas infecciones por el VIH».
Según ONUSIDA, cuando los países incrementan los programas conjuntos de prevención del VIH se pueden conseguir éxitos sorprendentes. A modo de ejemplo, destacaron que la pronta ampliación de los programas para poblaciones clave en Costa de Marfil combinado con el aumento de la cobertura de los tratamientos contribuyeron a reducir en un 72% las nuevas infecciones por VIH entre 2010 y 2020.
Del mismo modo, varios países de otras regiones consiguieron reducir drásticamente las nuevas infecciones por el VIH al centrar sus programas de prevención en las necesidades de las poblaciones clave.
En Camboya, Tailandia y Vietnam, las nuevas infecciones por VIH se redujeron en más de un 60% entre 2010 y 2020. También se redujeron aproximadamente a la mitad en El Salvador, la República de Moldavia y Sri Lanka, lo que demuestra que el progreso es posible.
El objetivo de los países es reducir las nuevas infecciones por el VIH a 370.000 para 2025, una meta que puede alcanzarse, pero sólo si se intensifican los esfuerzos para llegar a las personas que se están quedando atrás.
La reunión de Sudáfrica fue convocada por la Coalición Mundial para la Prevención en colaboración con ONUSIDA, el Fondo de Población de las Naciones Unidas, el Foro de la Comisión Nacional del Sida y la Fundación Bill y Melinda Gates.