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jueves, septiembre 19, 2024

Antes de que nos olviden: ¿Puede CAIFANES relatar mi HISTORIA de AMOR?

Mi banda favorita estuvo en la ciudad. Sí, Caifanes es mi banda favorita y estoy harta de fingir que no porque me ganaré el desprecio de los conocedores del rock, los devotos de la música internacional que dicen que el Rock en tu idioma fue una aberración y para las juventudes que no le encuentran sentido a ninguna de sus letras, porque afuera nadie es nada, sólo adentro.

Mientras el concierto sucede, yo estoy frustrada frente a la computadora con una hoja en blanco preguntándome sobre qué escribir esta semana porque uno cree que puede creer y tener todo el poder y de repente no tienes nada.

Una vez le dije a alguien: cuando me muera y me tengan que enterrar, quiero que sea con una de tus fotografías para que no me dé miedo estar abajo, para que no se me olvide cómo es tu cara, para imaginar que estoy contigo y sentirme un poquito viva. Bueno, una comete errores porque luego de seis años de codependencia resultó que me sentía más viva sin ver su fotografía. Propongo dejar de romantizar dedicar tus canciones favoritas porque el amor es temporal, todo te puede pasar y de repente estás muy sola.

Maldita sea, ¿por qué no fui al concierto? Perdí mi ojo de venado, soy un ser de oscuridad, no quería ir sola a ver a mi banda favorita y tampoco encontré a tiempo a alguien que quisiera acompañarme. ¿Por qué no puedo andar a gatas? Como lo hacen los locos. ¿Por qué no puedo resignarme y aguantarme hasta la risa? Y es que hay días en los que me pregunto: ¿Por qué uno quiere lanzarse desde lo alto y al bajar buscar olvido?

Es cierto que parecemos nubes que se las lleva el viento cuando hay huracanes, cuando hay mal de amores. Miente quien sostenga que nunca ha tenido un mal de amores, y ahí anda por la vida una recordando cuando nos prometimos que nos haremos viejos, donde algún día estaremos tranquilos, le pide una: no dejes que nos coma el diablo, amor y al final no sólo nos come sino además se traga el calor y eructa en mi dolor.

Y ahí vienes caminando y no sabes tu destino, conquistando sueños, sueñas llegar a ser deidad, sigues caminando sobre viejos territorios invocando fuerzas que jamás entenderás, pero aquí no es así, acá en la realidad debe una salir con la frente en alto y sanar.

Luego vienen los recuerdos de esas veces que no tenías ganas de verlo, de otras que no querías ni tocarlo, unas más donde querías ahogarlo en un grito y olvidarte de esa imagen suya, pero no te atreves.

Semanas, meses o años después (depende del proceso de sanación de cada quien), conoces a alguien y le dan ganas a una de decirle: Hazme una limpia por favor, amor. Despójame de todo mal carnal. Quema mi ramo por favor, amor. Antes que yo te queme a ti.

Pasa el mal de amores y quiere una pedirle a la persona que acaba de conocer “dime que no estoy soñándote, enséñame de qué estamos hechos”, luego rezo: Viento, amárranos. Tiempo, detente muchos años.

Persona de la que evito enamorarme embrújame, volvámonos eternos que quiero orbitar planetas hasta ver uno vacío, que quiero irme a vivir, pero que sea contigo. Suspiros.

La razón de ser de este texto no era el amor, ni el mal de amores sino la frustración por no ir al concierto de Caifanes. El amor viene y va, los conciertos no. Subo el volumen a mi playlist y antes de que nos olviden haremos historia, no andaremos de rodillas, el alma no tiene la culpa…

Lorena Piedad
Lorena Piedad
Pachuca, 1990. Locutora y redactora. Participante de la Feria Nacional de Escritoras Mexicanas (FENALEM), edición 2022. Algunos de sus textos fueron publicados en la Antología Poéticas de los Sures Femeninos Despatriarcalizando la Poesía (Colombia, 2020) y en Voces Indómitas Primera Antología de Narrativa Breve Escrita por Mujeres (México, 2021).

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