La Sosa Nostra que, para estas elecciones compró la franquicia del Partido del Trabajo, fue arrasada en las urnas. Su principal candidato y príncipe del clan, Damián Sosa Castelán, apenas logró el 3.8 de los votos empatando con Movimiento Ciudadano en tercer lugar. Todos los recursos que dispuso de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, la parafernalia en eventos, los millonarios anuncios espectaculares, utilitarios personalizados, propaganda, acarreo de trabajadores, además de su guerra sucia contra las candidaturas morenistas mientras se montaba en la 4T, de nada les sirvió; o si, para colocarse irrisoriamente 63 puntos abajo de Morena. Así, quedó derrumbado el mito de la operación universitaria.
Aún más, ninguno de los candidatos y candidatas adscritos al Clan Sosa ganaron su elección y corrieron la misma suerte de su líder de turno. Fracasaron en los comicios federales, locales y de Ayuntamientos. Y eso que llevaron a dos exrectores, directores y directoras de la UAEH, exlíderes estudiantiles… un fiasco.
Sin embargo, presumen de haberse colocado como la segunda fuerza política en el estado, a razón de que el PT ganó catorce de las 84 presidencias municipales, siendo el partido que más ganó por abajo de Morena que obtuvo 54. Pero ninguno de esos triunfos petistas fue con una candidatura sosista sino con liderazgos locales. Aún más, los candidatos apoyados por el Clan como en los ayuntamientos de Ixmiquilpan, Tula, Pachuca y Tulancingo también fueron aplastados por Morena.
Aún así sostienen la mentira de ser segunda fuerza, más que un argumento, un acto de propaganda y, más que eso, un chiste malo. Tan malo como ese que dice que AMLO ayudó a Gerardo Sosa Castelán para que le cambiaran la medida cautelar por el proceso judicial que enfrenta el cacique de la UAEH por delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Chiste contado por el propio Sosa Castelán.
En realidad, la segunda fuerza política en el estado es el partido Nueva Alianza, que ganó cuatro diputaciones locales y una federal. Además de 54 Ayuntamientos y las dos senadurías en coalición con Morena. De manera que el brazo electoral de la sección 15 del SNTE aumentó sus números y su presencia en el escenario político local, convirtiéndose en el principal aliado del mayoritario Morena, que es primera fuerza, seguido precisamente del aliancismo y en tercero el PT, sí, pero muy muy lejos, casi con los mismos números de Movimiento Ciudadano. Y el día en que la Sosa Nostra se canse o no tenga suficiente dinero, abandonará al petismo como abandonó al PRI, al PAN, a MC y hasta Morena, para intentar sobrevivir en otro lugar, como un percepe político como desde hace más de 40 años.
