Antes de subir a tribuna a defender a Edith Ibarra, una supuesta luchadora social y coordinadora del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Hidalgo, Alejandro Encinas debería investigar sus antecedentes. Lo mismo le recomendaría a Andrés Manuel López Obrador, pues Ibarra podría ser motivo de descrédito y un pretexto más para atacarlo ahora que comience la campaña presidencial.
por Jorge A. Romero
Este jueves @A_Encinas_R se manifestó junto con otros diputados perredistas en San Lázaro para exigir al gobierno de Hidalgo que libere de inmediato a Edith Ibarra, quien fue aprehendida por policías estatales a finales de enero.
La orden judicial se debe a que Ibarra se apoderó de unos terrenos de manera ilegal para después vender la porción de tierra en lotes a sus agremiados. El terreno en cuestión fue desalojado por la fuerza pública el pasado 28 de enero, dejando en la calle a alrededor de 150 familias, que vieron como en minutos sus hogares quedaron reducidos a escombros.
Así es el modus vivendi de Ibarra: invade propiedades, principalmente ejidos en los alrededores de Pachuca, luego los vende a su clientela a quien obliga a apoyarla, no sólo económicamente, sino para dotar de poder de movilización a su organización: la Unión de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC).
Por supuesto Ibarra no habría logrado legitimar su modo de vida sin la complicidad de las autoridades, en este caso del gobierno priista del estado de Hidalgo, institución que desde hace años ha legitimado los terrenos que ha invadido la coordinadora estatal de Morena, pues los ha dotado de materiales y algunos servicios públicos como agua potable.
Lo curioso es que ahora que Ibarra ha sido propuesta como candidata a diputada federal perredista por el distrito con cabecera en Pachuca, el gobierno de Hidalgo ordenó su captura supuestamente atendiendo una orden judicial y después la recluyó en una prisión ubicada en Jaltocán, lejos de la capital estatal, en la región huasteca.
Más allá de solapar e impulsar pseudolíderes que trafican con la pobreza, la izquierda debería analizar su futuro y, sobre todo, construir una plataforma de gobierno seria, alejada de la demagogia que lo acerca al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) debería analizar qué clase de perfiles impulsa a los puestos de elección popular, pues en Hidalgo prefiere impulsar a personajes como Edith Ibarra, dejando en el camino a propuestas serias como el maestro en economía por el Colegio de México Tonatiuh Herrera Gutiérrez (hermano de Arturo Herrera Gutiérrez, ex secretario de Finanzas del Gobierno del Distrito Federal en tiempos de López Obrador) o al doctor en ciencias químicas Francisco Patiño Cardona.
Por supuesto, Alejandro Encinas debería investigar a quién apoya en tribuna en San Lázaro y no creer todo lo que le dicen las huestes de Edith Ibarra. Los documentos y los testimonios existen.
Fuente: SDPNoticias