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jueves, diciembre 26, 2024

Opinión: Poco pan y mucho, mucho circo

El nuevo gobierno de Felipe Calderón no deja de sorprender a propios y extraños, a menos de dos meses de haber tomado posesión ya existen varias muestras del perfil que llevará su mandato, ahora con la tortilla a la alza, deja claro que los más necesitados no están entre sus prioridades.

Por Gustavo Godínez / Desde Abajo

Del Circo

En los días previos a la toma de posesión, Felipe Calderón Hinojosa adoptó un bajo perfil hacia los medios masivos de comunicación, cerrando el cerco a la prensa y sin tener apariciones públicas, esto pudo interpretarse en su momento como un intención de marcar una diferencia en contraste con su predecesor Vicente Fox, cuyo gobierno se caracterizó por tener un gran impacto mediático, no sólo en noticiarios, sino también en propaganda gubernamental, ya sea en espacios televisivos, radio o prensa. Pero ahora Calderón ha dejado claro que era una estrategia momentánea para no hacer más delicada la situación que el PRD ponía color de hormiga los días previos a la toma de posesión, y que en definitiva conservará ese estilo mediático escandaloso de su predecesor.

Hace pocos días, Calderón Hinojosa apareció en todos los medios masivos de comunicación ostentado un traje militar, un acto realmente forzado e innecesario para llamar la atención de los medios y como una estrategia más para tener la atención del pueblo.

Los espacios televisivos que ocupa el gobierno federal son abundantes y además en horarios estelares, se presumen mucho los ahorros del nuevo presupuesto pero no se mencionan los gastos en propaganda mediática que de ningún modo podríamos calificar de baratos.

Estos son ejemplos de un gobierno ávido de atención pero sobre todo de aprobación general, de legitimación popular.

Del Pan

El nuevo gobierno de Felipe Calderón no deja de sorprender a propios y extraños, a menos de dos meses de haber tomado posesión ya existen varias muestras del perfil que llevará su mandato, ahora con la tortilla a la alza, deja claro que los más necesitados no están entre sus prioridades.

El aumento mundial en el maíz ha ocasionado un alza en el precio de las tortillas que ahora, por el momento, tiene un costo de 10 pesos. Pero el aumento es realmente desproporcionado.

El kilo de maíz tiene un costo de 2.20 pesos, y si bien, para que el producto final, es decir la tortilla, llegue al consumidor final, tiene que pasar por varios intermediarios que por derecho se llevan una utilidad, pero la diferencia entre el precio de la materia prima y el producto final es abismal. Realmente, la mayor parte del aumento se debe a la ambición de los inversionistas que manipulan los mercados a placer ante la mirada indiferente o tal vez cómplice de las autoridades gubernamentales.

El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez afirmó que los aumentos en tortilla obedecen a acciones de especuladores, acaparadores y de un mercado poco competitivo, los incrementos son «injustificables», agregó, y pidió a las autoridades competentes tomar cartas en el asunto.

En medio del alboroto causado por el alza, la Comisión Federal de Competencia (CFC) inició una investigación para determinar si existe la manipulación de precios del maíz o si algunas empresas se pusieron de acuerdo para restringir la oferta del grano y con ello encarecer su precio.

Es extraño que en sólo un semestre el precio de la tortilla haya duplicado su precio, en julio pasado el kilo tenía un costo de 5.50 pesos.

Es indignante que ahora los intereses de los grandes capitales tengan en jaque a millones de familias mexicanas. Este aumento es una condena para los más pobres que tienen en la tortilla el pilar más importante de su alimentación, es una acto perverso que debe ser tratado con extrema seriedad y responsabilidad por el gobierno federal.

Una vieja costumbre romana

Calderón anunció la tarde de hoy durante su gira de trabajo por el estado de Veracruz que ya ordenó a la Secretaría de Economía importar maíz para bajar el precio, «no me importa que lo traigan desde miles de kilómetros, lo importante es que ése no sea un argumento para elevarle los precios a la gente». Estados Unidos nos venderá millones de toneladas de maíz blanco, ¿pero por cuanto tiempo funcionará esta estrategia que no resuelve el problema de fondo?

Así es como iniciamos el 2007, nuevamente con turbulencias políticas, con una postura gubernamental que no ha cambiado mucho en el estilo mediático con respecto al sexenio anterior, pero eso sí con menos pan en la mesa de los que menos tienen, con un Calderón seudo militar que nos recuerda el vejo estilo romano del arte de gobernar, “al pueblo: pan y circo», pero con “pequeñas» correcciones al estilo neocapitalista liberal mexicano, al pueblo: “poco pan y mucho, mucho circo» (Desde Abajo).

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