Paulina Danae Hernández Arroyo, de 14 años, desapareció el pasado 5 de febrero alrededor de la una de la tarde cuando estaba por entrar a su escuela, la Secundaria General Justo Sierra del municipio de Tizayuca, Hidalgo, México.
Se emitió la alerta Amber para cercar información que logre ubicarla solicitaron a las autoridades, sin embargo, no se ha logrado su localización hasta la fecha de este texto.
Estudia el segundo grado y es hija de madre soltera y en los últimos meses desarrollaba activismo por el trato ético a los animales dentro de la Organización de Protección Animal de Tizayuca (OPAT). Sus compañeros dentro de la asociación dicen que no se conoce ni una pista de su desaparición. No tenía novio ni tenía problemas con nadie.
Vestía uniforme deportivo de color azul rey y franjas amarillas. Camiseta blanca y tenis blancos con rosa.
Es delgada, de tez blanca, frente amplia y cejas pobladas. Sus ojos color café claro, su nariz achatada, boca mediana, labios gruesos y mentón redondo. Tiene un lunar abajo del ojo izquierdo y de ese mismo lado, otro lunar arriba de la boca. Además, tiene una mancha en la piel sobre la mano izquierda.
Mide un metro con cincuenta y su cabello es castaño, con un corte degrafilado hasta los hombros.
Vive en el fraccionamiento Los Ángeles II, es vecina de este municipio urbanizado al sur del Estado de Hidalgo, en la frontera con el Estado de México, entidad con la cual sus habitantes sostienen mayor relación económica y social, aunque políticamente dependa del Gobierno hidalguense. A una hora de la Ciudad de México.
Los teléfonos para reportarla son: 7712417847, 5513430737 y 5538095994
«Entre más guapas y más pobres, mejor»
La complexión y los rasgos físicos de Paulina Danae coinciden con el patrón de otras niñas desaparecidas en México, especialmente en Ciudad Juárez, según el análisis del periodista Javier Juárez, autor del libro “Desaparecidas en Ciudad Juárez”.
Niñas entre 14 y 16 años, blancas, delgadas, bonitas y pobres. “Entre más guapas y más pobres, mejor”, dice el activista.
“Yo creo que esta estructura, esta gente ven en ellas un producto. Ellas son una demanda que es ofrecida a un hombre que quiere a una niñas joven, cuanto más joven mejor, guapa, cuanto más guapa mejor, y vulnerable, cuanto más vulnerable mejor. Porque sabe que eso es garantía que no va a pasar nada».
Sobre el problema en Ciudad Juárez, apunta:
“Yo antes pensaba que era un negocio de trata. Nos aferrábamos a esa idea porque subconscientemente tu piensas que están vivas, te agarras a eso. Piensas ‘es cierto, están sufriendo, siendo maltratadas pero están vivas’. Y crees tener posibilidad todavía de encontrarlas vivas. Pero estamos hablando de algo aún más grave: una estructura que ojea, que tiene ojeadores, halcones, que ve los movimientos de las niñas en el centro, vulnerables, pobres, que en muchos casos van a buscar trabajo al centro, otras salían de la escuela, otras volvían a sus casas después de trabajar, niñas entre 14 y 16 años que eran capturadas o secuestradas por alguien. Tenemos constancia que ha habido un hombre entre 40 y 55 años que ha captado a esas niñas ofreciéndoles dinero, trabajo, y que fueron captadas en la misma zona: en el centro de Ciudad Juárez, cerca de la Catedral. Ofreciendo dinero a niñas que son muy vulnerables porque son muy pobres, ofreciéndoles ganar dólares y ellas acceden. Las captan y se las llevan”
Paulina Danae Hernández Arroyo fue desaparecida a plena luz del día en una de los horarios y calles más transitados de ese municipio. Cualquier información se ruega su colaboración a los números proporcionados o a la Procuraduría General de la República.
