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domingo, diciembre 22, 2024

MENCHACA habla sobre la IZQUIERDA, su precandidatura y responde a algunas CRÍTICAS

PACHUCA – El calendario marca el último tramo de la precampaña. Julio Menchaca Salazar acaba de terminar un intenso periodo de giras que comenzaron en la Huasteca, pasaron por la sierra Oriental, la sierra Gorda, y concluyó en el Valle del Mezquital. Su estancia más reciente fue en Actopan, donde abarrotó la plaza en compañía de la secretaria general nacional de Morena, Citlali Hernández. Siempre afable, en una jornada de actividades privadas, el precandidato de Morena a la gubernatura de Hidalgo recibe a este reportero para hablar sobre su sentir en esta expedición preelectoral. Pero le propongo un nuevo tema. Siendo él quien habría de llevar por primera vez a la izquierda a la gubernatura de Hidalgo, ¿qué significado tiene para su persona, como hombre y como político?

—Julio, ¿cómo te sientes siendo un precandidato de izquierda?

—Identificado con lo que he vivido siempre. Podría parecer que, para ser de izquierda en un viejo esquema latinoamericano, tendría que ser de confrontación permanente; sin embargo, yo creo en una izquierda moderna, en ser progresista. Me gusta el concepto de izquierda europea, tipo España, tipo Francia, porque conviven de una manera distinta. La izquierda latinoamericana se ha venido generando a través de un esquema de combate por las condiciones distintas que hay en los países; sin embargo, yo creo en una izquierda culta, formada, que no quiere decir que deje de ser combativa, pero que sea transitable. O sea, si nos basamos en el principio de que primero está la colectividad sobre el desarrollo personal, que es el fundamento de la izquierda y así como hay una derecha y una izquierda retrógradas, muy en su intento de polarización, hay una izquierda que ha aprendido en el transcurso del tiempo a ser tolerante y que ha permitido a través de una discusión seria, de altura, poder ir impulsando los derechos humanos; que las mujeres tomen decisiones sobre su cuerpo; al poder enfrentar con mucha seriedad el libre albedrio en temas religiosos; en temas de consumo de cannabis, el libre desarrollo de la personalidad. Creo que esa es una expresión progresista que, transitándolo por esa ruta ha podido permear y es más entendible con los jóvenes. Cuando menos esa es mi concepción.

Menchaca se reclina sobre su sillón. Estamos en la sala de juntas de su famoso despacho de la calle Salamanca, en Pachuca. Nos rodean alusiones al presidente Benito Juárez. A espaldas del precandidato, un busto del Benemérito luce incólume, abanderando la enseña nacional. Parece vigilarlo todo, a razón de su proverbial sentido de justicia. Abogado, sí, como quien aquí despacha; pero también, político, el mejor mandatario en la historia de México, según Andrés Manuel López Obrador. Es el juarismo la guía ideológica de la cuarta transformación. De modo tal, la conversación se acomoda para continuar abordando convicciones, esas que mueven al abanderado de Regeneración Nacional.

Comenta:

“A veces cuando hay una imposición de cualquier modo de pensar los seres humanos tendemos al rechazo, depende de la forma en la que lo quieran imponer. Cuando es a través de una fórmula emotiva e inteligente, (sobre) como se debe de aprender la enorme diferencia que hay entre los distintos grupos económicos, particularmente con los pobres, muy pobres, incluso donde ronda la miseria, y encontrar la solidaridad, se pueden hacer maravillas. Yo te digo y te comparto que en el Senado me he podido encontrar con empresarios muy exitosos. Está Arturo Bours que es dueño de Bachoco, está Guadiana, están personas que, por motivo de su trabajo, han tenido un capital. Y otros más. Por ejemplo, en el Gobierno federal: el secretario Torruco, Poncho Romo… Entonces te diría que han encontrado en la responsabilidad social, en el deseo de contribuir a la sociedad esa prosperidad que han tenido a través de distintas fórmulas, les ha podido conectar con la pluralidad que existe en Morena. Hay estos casos. Hay maestros de la CNTE, hay médicos, hay ingenieros, hay luchadores sociales, hay abogados muy distinguidos. El asunto es que se ha seguido una ruta de inclusión”.

—En Morena hay distintos grupos que conforman la izquierda. En la Huasteca, existen los movimientos que han participado en luchas sociales como la recuperación de tierras. En el Valle del Mezquital, es conocida la lucha del magisterio contra los cacicazgos. Hay una izquierda más académica, también feministas. ¿Cómo te has acomodado para hablarle a sectores tan diversos dentro del Partido en el que te está tocando competir?

—Quisiera aumentar otro tipo de sectores con los que a la mejor no tenemos esa coincidencia ideológica, la cual podría ser la centroderecha. No que los cambiemos de su percepción, sino que tengan confianza en lo que estamos haciendo. Y es ser natural, o sea, si te impostas en algo que no eres, si tú no estás convencido de lo que estás diciendo y cómo lo estás diciendo y cómo vas a trasformar eso en acciones y en actos de Gobierno o legislativos, pues no vas a poder transitar con ellos. Hay casos más difíciles que otros y me ha tocado, de quienes estaban respaldando otros perfiles. Entonces, simplemente poniendo el contexto tal y como es, sin hacer falsas expectativas, hablando con la verdad. Y tenemos un ejemplo, el más contundente, con el presidente de la República. Es un hombre de izquierda y es un hombre convencido, pero hay temas que incluso toca con mucha precaución porque generan polémica. Entonces, no se trata de la imposición. Por eso yo un poco recurro a la convivencia política que se da en otros países y hacía ahí debemos avanzar. Hay quien por una diferencia ideológica se anda agarrando a golpes. Es más, dentro de los mismos de la izquierda o de la derecha. Pero, argumentando, sosteniendo, defendiendo tus principios, pero entendiendo cómo pueden transitar temas polémicos.

—Ahora que hablas del presidente, por ejemplo, a él le gusta mucho la calle…

—La plaza pública…

—Sí, es un animal de plaza, de calle. Pero también se sienta en Palacio Nacional, recibe al representante de Blackrock…

—¡A Slim!

—¡Sí! Pero luego lo ves sentado con los periodistas, pero sin duda alguna, su lugar está en la plaza. ¿Tú donde te sientes más cómodo?

—En los dos lugares. Es más, yo te diría que no me siento incómodo en ninguno. Hay unos de más confort. Porque, incluso en la calle en propio presidente ha recibido reclamos, es un campo abierto, es más complicado. Entonces, creo que debe hacerse una combinación de las dos. Mira, qué bueno que tocas ese tema porque hay una referencia que me dicen en precampaña: ‘que se abran las puertas de Palacio para que entre la gente’, y yo les digo ‘que se abran las puertas para que salga el gobernador y que vaya a las comunidades y los municipios’.

Su tono al dialogar es el de un amigo. Consecuente, atento. Pero, al abordar asuntos cruciales, su inflexión es la de un jurista. Sin duda, Menchaca es uno de los abogados más reconocidos en el Estado. Su tránsito como presidente del Tribunal Superior de Justicia, así lo demuestra. Ahí, el entonces magistrado fraguó condiciones que hoy son ejemplo en la institución; por ejemplo, fue el primer titular en nombrar a una mujer como secretaria general, ni más ni menos, que la encargada de dar fe de todo lo que ahí se resuelve. Por eso, se afirma un defensor de la igualdad: “Soy un convencido de ello. Hay una identificación que no es a raíz de una campaña política sino ha sido un empeño a través de mi actividad profesional y probono, como abogado durante muchos años”, dice. Por eso apunta que, ha sido con el arribo de Morena a la Presidencia de la República y a los poderes Legislativos, que se abrieron las puertas de la paridad; una convicción que asume como propia.

El tema le anima para profundizar sobre su tarea política: el despacho, la calle, la precampaña. Se detiene un momento y pide un espacio para hacer una reflexión sobre algunas críticas que ha recibido al respecto.

Dice:

“… y ha sido una crítica, principalmente de los adversarios políticos. Me dicen que cómo puedo decir eso (que el gobernador debe salir a la calle) si en tres años de senador no salí. Y me gustaría este espacio para hacerte una reflexión. Tuvimos diecinueve o veinte meses de pandemia, pero, además, como senador de la República, estuve concentrado en lo que me pidió el presidente para aterrizar la cuarta transformación en este país. Es lo que me toca como senador. O sea, no sólo se trata de salir a la calle y estar en contacto con las personas, sino realizar tu trabajo. Tú le debes pedir a un médico que esté atendiendo en el consultorio, salvando vidas; pero a un legislador, el papel que nos toca y que nos dejó muy claro el presidente no es estar bajando recursos, así, entre comillas, para tener moches; sino en estar haciendo las leyes y yo me dediqué como presidente de la comisión de justicia a atender lo que se requería para combatir la inseguridad, la exigencia de una mejor procuración e impartición de la misma con la modificación a las leyes, con el nombramiento del Fiscal, de jueces de la corte, magistrados electorales. El elemento más complicado que se da en este tipo de responsabilidades es el tiempo. Multiplicarte es muy complicado. Y yo tengo la conciencia tranquila de haber realizado mi trabajo. Creo que es, incluso, una de las razones que me permiten ser hoy precandidato de Morena a la gubernatura”.

Hay temas que se quedan en el tintero, pero sostiene el compromiso de seguir encontrándose con este reportero. Faltan por abordar asuntos como los derechos humanos, en particular, el feminismo y la diversidad sexual. Adelanta que son temas de los que está convencido tanto como que son convicciones del Partido Morena. Pero, ¿qué rol juegan estos asuntos en su propósito de alcanzar la gubernatura de Hidalgo? La conversación está abierta.

Luis Rodríguez Ángeles
Luis Rodríguez Ángeleshttp://viejopunk.com/
Periodista y escritor. Premio Nacional de Periodismo en derechos humanos "Gilberto Rincón Gallardo" 2009. Doctor en Investigación y Creación Literaria por Casa Lamm.

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