Comenzó el año 2025 y los retos para México llegan fuertes. Por supuesto, el mayor de todos es Donald Trump quien toma posesión del cargo de presidente de los Estados Unidos, con la promesa de cumplir una serie de amenazas económicas, comerciales y militares sobre el país. Veremos si las cumple, pero no existen razones para creer que no. El mayor indicio acerca de que Trump sí cumplirá sus amenazas se encuentra en los nombramientos de un cuarteto de halcones que afilan sus garras con la intención de depredar sobre el territorio mexicano y Latinoamérica entera.
El grupo lo componen: Marco Rubio, asociado a la Mafia de Miami, acérrimo anti-izquierdista, quien será su próximo secretario de Estado; Mauricio Clever-Carone, otro adscrito a la contra-cubana, fanático conservador, ex director del Banco Interamericano de Desarrollo, quien será el director para Latinoamérica de la Casa Blanca con la orden de «restaurar el orden» en el continente; Ronald Johnson, agente de la CIA, colaborador de los escuadrones de la muerte durante la guerra civil de El Salvador, quien será el próximo embajador de Estados Unidos en México; y Tom Homan, amargo anti-migrante, quien fue propuesto por Trump como «zar de la frontera». Aquí cabe una mención para Cristopher Landau, exembajador estadounidense en el país durante el primer mandato de Trump, quien fungirá como subsecretario de Estado. Landau atacó la estrategia de seguridad del expresidente Andrés Manuel López Obrador y fue señalado de hostigar en redes sociales a personas críticas.
Esta lista de personajes componen un serio cuadro de amenazas a la seguridad y la soberanía de México. En este 2025 se abrirán los primeros episodios de esa tensa relación con Estados Unidos que, de por sí, nunca ha sido fácil, pero que será aún más complicada con Trump. La presidenta Claudia Sheinbaum y su equipo deberán tener afiladas sus habilidades de ajedrez para lidiar con un vecino arrogante y violento, sin que ello afecte la vida interna del país. Política de equilibrista para un nuevo año que será el primero de varios más estresantes y peligrosos, aunque no por ello exentos de triunfos.