Julio Valera Piedras es un político que no pasa desapercibido. Desde su llegada a Morena, luego de ser presidente estatal del PRI, muchas personas han esperado un desastre para él dentro de la Cuarta Transformación. Y por eso los hay, también, quienes dudan en tomarse una foto a su lado porque, acaso, sea contraproducente retratarse con el señalado expriísta.
Con ese clima llegó a la delegación en Hidalgo de la SEDATU en marzo pasado, con la confianza de la presidenta Claudia Sheinbaum. Al asumir el cargo, volvieron las voces que le auguraban un mal paso, sobre todo por parte de detractores del gobernador Julio Menchaca. Pero al cabo de cuatro meses, ¿cómo le ha ido a Julio Valera en la 4T?
En términos administrativos, la representación pasó de estar entre los últimos lugares, a colocarse dentro de los primeros cinco a nivel nacional en los Indicadores de Desempeño y Productividad entre todas las delegaciones de la SEDATU del país.
En días recientes, el funcionario acompañó de cerca a la titular de la SEDATU, Edna Vega Rangel, y al gobernador Julio Menchaca, durante la visita de la secretaria a San Agustín Tlaxiaca para verificar la construcción de las primeras mil cuatrocientas casas del programa «Vivienda para el Bienestar». La funcionaria se dijo complacida del avance de las obras, que en total serán de 30 mil viviendas en Hidalgo para el final del sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum.
El nombre de Julio Valera destaca entre el grupo de delegados federales en el Estado que mejores resultados están dando. Junto a él, figuran el delegado de los Programas para el Bienestar, Abraham Mendoza Zenteno y el delegado de la PROFECO, Navor Rojas Mancera. La tarea de estos tres funcionarios se diferencian de otros como Sharon Macotela Cisneros, delegada de Liconsa, y Osvaldo Sterpone Canuto, delegado del INAH, quienes han pasado más envueltos en polémicas por su mal desempeño y falta de pericia.
Pero lo más importante, me parece, es que Julio Valera es un funcionario que le ha dado resultados al gobernador Julio Menchaca. Hay que recordar de que por el escritorio del delegado de la SEDATU pasan dos de los programas centrales del Gobierno de México para Hidalgo: uno, la construcción del Tren México-Pachuca y dos, la edificación del programa Viviendas para el Bienestar. Proyectos que merecen y necesitan de la buena relación entre el mandatario hidalguense y el funcionario federal.
La buena relación entre ambos tiene historia. Julio Valera fue el líder los cinco diputados y diputadas locales quienes pasaron del Grupo Plural Independiente hacia Morena, permitiendo la gobernabilidad del Estado en momentos en los cuales, Julio Menchaca, no podía contar con los legisladores de su propio partido. Gracias a eso, el gobernador consiguió resultados estratégicos como la asignación presupuestal para su administración y el cambio de la presidencia rotativa en la Junta de Gobierno del Congreso local.
Y recientemente, ya en Morena, Julio Valera fue uno de los operadores que consiguieron los triunfos del movimiento en las pasadas elecciones municipales y legislativas de 2024. Por eso, a pesar de su polémica incorporación a las filas de la 4T, el delegado de la SEDATU ha sido una de las piezas que mejor le ha funcionado al gobernador Menchaca en el ajedrez político. Eso es algo que deberían entender bien y pronto, quienes aún se resisten a retratarse con él o, aquellos equipos de trabajo que, con la ignorancia propia de su novatez, pretenden borrarlo de la foto en los eventos que comparte junto al mandatario hidalguense.