Tiene razón el alcalde de Zacualtipán, Amado Pérez, cuando critica a los políticos que se acercaron a la zona de desastre para tomarse la foto con motivos políticos. «Yo los hubiera querido ver hace tres noches partiéndose la madre con nosotros», dijo y, sí, vergonzosamente, este monzón también ha servido de pasarela política para quienes tienen aspiraciones electorales en el 2027 y para la gubernatura en 2028. (Lo cual, por cierto, no significa que este edil no las tenga también).
Esa estrategia de tomarse fotos para autopromoción en tiempos de crisis, me hace pensar en una frase famosa de Winston Churchill: «Nunca dejes que una buena crisis se desperdicie». Así pensaba el premier inglés quien actuó en consecuencia al no dudar en provocar una hambruna en Bengala, India, en 1943, con el pretexto de no dar provisiones al imperio japonés, aunque de paso aprovechó para asesinar a millones de hindúes pues los consideraba «un pueblo asqueroso».
Tal prueba de desprecio humano alcanza al comportamiento de quienes han subido a la sierra Otomi-Tepehua a pasearse entre los militares y personas damnificadas con una cámara detrás. Al igual que el racista de Churchill, demuestran que no les importa el sufrimiento del pueblo: sus ambiciones son más importantes.


