. La intolerancia y la falta de comprensión hacia el trabajo sexual es común en todo el país. Y aunque Hidalgo es uno de los estados que menos violencia registra contra las y los trabajadores sexuales, esto ha sido gracias a la organización de ellas y ellos. Porque, aunque en un grado menor en comparación a otras entidades -como Puebla, donde las agresiones al sexoservicio llega al grado del asesinato-, la violencia institucional contra las y los sexoservodores persiste. Así lo detallan informes de la Comisión de Derechos Humanos de Hidalgo (CDHEH) y de la propia Secretaría de Seguridad Pública municipal de Pachuca
Por Luis Alberto Rodríguez / Desde Abajo
Pachuca. Hgo., México.- Registrada a través de una tarjeta informativa que el departamento jurídico de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal le hizo llegar al titular de la dependencia, Isidoro González Blanco, Rafaela Hernández Ortega fue remitida por tres agentes de la policía municipal por -explican-, “realizar actividades que induzcan (sic) a favorecer la práctica de la prostitución».
Según se relata en la queja “No. 2″ con fecha 2 de enero del 2007, dada a conocer por el propio González Blanco al reportero, Hernández Ortega alegó que su detención fue “ilegal», luego de que la única razón por la que tres elementos de la dependencia la detuvieron fue por “prostituirse». La detención tuvo lugar en la carretera México – Laredo, sitio donde fueron reubicadas las y los trabajadores sexuales en mayo del 2006, luego de más de 20 años de permanecer en el Centro Histórico de la ciudad.
La remoción, según explicó Omar Fayad Meneses, presidente municipal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue que no consideraba “adecuada» su estadía en el primer cuadro de la ciudad. Monumental.
Como se relató en la prensa, la medida generó molestia y protestas por parte de las y los trabajadores sexuales; no obstante, el ayuntamiento decidió enviar a un destacamento de uniformados para impedir, por la fuerza, que ejercieran su trabajo.
Peor el acoso de parte de los efectivos de la policía municipal -y a veces, de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado-, no paró ahí. Aún y cuando el presidente municipal y las y los sexoservidores establecieron una mesa de negociación, logrando una reubicación pacífica, los policías siguen extorsionándolas, denuncia Karen Quintero, líder de la organización Transgénero Hidalgo y coordinadora nacional de trabajadoras y trabajadores sexuales de Humana Nación Trans A.C.
“Violencia»
Según explica la presidenta de Trangénero Hidalgo, la intolerancia y la falta de comprensión hacia el trabajo sexual es común en todo el país. Y aunque Hidalgo es uno de los estados que menos violencia registra contra las y los trabajadores sexuales, esto ha sido gracias a la organización de ellas y ellos. Porque, aunque en un grado menor en comparación a otras entidades -como Puebla, donde las agresiones al sexoservicio llega al grado del asesinato, según denuncia Quintero-, la violencia institucional contra las y los sexoservodores persiste, y el desaolojo del Centro Histórico es prueba de ello.
Cada día de trabajo, las trabajadoras y trabajadores sexuales son víctimas de agresiones verbales y extorsión. “La intolerancia y la falta de comprensión existen y existirán en todas partes, pero por lo menos en Hidalgo “estamos más organizadas, entablamos diálogo con las autoridades municipales y de la secretaría de salud. Además, la gente aquí no pasa de las agresiones verbales. Los casos de extorsión se llegan a dar por parte de algunos policías», apuntó Karen Quintero.
Pero, no obstante de lo denunciado, Isidoro González Blanco dice que hacia las trabajadoras y trabajadores sexuales, la policía municipal actúa “en el marco de la ley», pues la Secretaría de Seguridad Pública municipal tiene -sostiene-, “un sustento legal para el tema de la prostitución», el cual no explica.
En entrevista, el titular de la SSP niega tajantemente tener alguna “prueba documentada» de que miembros de la corporación a su mando hayan extorsionado o agredido a algún trabajador o trabajadora sexual, como se afirma. Inclusive, aseguró que “ningún ciudadano o ciudadana» ha expresado queja alguna en ese sentido.
“Si esta práctica se lleva, si esta práctica se da, la secretaria no ha tenido ninguna denuncia al respecto. Ni por un ciudadano o ciudadana, ni tampoco un señalamiento por instancias de orden institucional ni de orden de derechos humanos. No tenemos ninguna registrada en este momento».
Sin embargo, contrario a lo dicho por el funcionario, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) documentó en el expediente CDHEH-I-2-1534-06, la queja que en colectivo realizaron la organización Mariposas Libres, que agrupa a las trabajadoras sexuales encabezadas por Yolanda Hernández, que por décadas ejercieron el trabajo sexual en el primer cuadro de la ciudad.
Según se explica en el expediente, las sexoservidoras denunciaban acoso y violencia verbal de parte de algunos elementos de la policía municipal de Pachuca, quienes en diversas ocasiones “nos agredían verbalmente y nos decían que nos íban a llevar a las barandillas si seguíamos caminando por el centro (Centro Histórico)». La queja fue presentada ante la CDHEH el 12 de diciembre del 2006, siete meses después de ocurrido multipresumido “desalojo pacífico» de las y los trabajadores sexuales del primer cuadro de la ciudad, de parte del alcalde priísta, Omar Fayad Menseses.
Como se sabe, esta situación no sólo ha sido manifestada por “Transgénero Hidalgo» en diversos escenarios públicos estatales, sino que Quintero presentó ante el Congreso de la Unión esta problemática el pasado mes de julio.
“En todos los estados del país, las mujeres transgénero que nos dedicamos al trabajo sexual sufrimos rechazo, marginación y violencia, sobre todo por parte de la policía. Pero una mención aparte merece el estado de Puebla, en donde las mujeres como nosotras padecen no sólo la extorsión, sino violencia física y sexual», afirmó la hidalguense en el Palacio de San Lázaro.
En el encuentro para el análisis de las iniciativas de reforma relativa a la identidad de género, Karen dio a conocer una problemática que en los siguientes meses se acrecentó: la migración de las trabajadoras sexuales transgénero hacia otras entidades, principalmente Hidalgo, en busca de condiciones de vida más estables para su integridad física. (Desde Abajo)