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viernes, julio 26, 2024

Columna: Ahí viene La Sexta

Marcos y las críticas a López Obrador

. … tras estos hechos, y otros muchos que ocurrieron bajo el auspicio del PRD y López Obrador (Zinacantan contra comunidades zapatistas, Texcoco contra Atenco, el abandono del PRD a la APPO y de su consejero nacional por “falta de recursos», y las gran paradoja de los gopets de Alejandro Encinas custodiando el “plantón por la democracia»), ha de quedar claro que las críticas de Marcos y la Comisión Sexta contra el llamado “presidente legítimo» no pertenecen a la contienda electoral.

Por Andrés Sakamch’en / Desde Abajo

Dados los comentarios que se suscitaron en la anterior entrega de esta columna, me detendré a especificar cual ha sido o es la postura que el EZLN y La Otra Campaña han tenido respecto a Andrés Manuel López Obrador, sin que esto detenga el interés fundamental de relatar las luchas del zapatismo.

Las confrontaciones de la hoy Comisión Sexta a López Obrador y al PRD comenzaron, prácticamente desde el inicio de la vida pública del Comité Clandestino Revolucionario Indígena del EZLN, cuando el 17 de mayo de 1994, el subcomandante Marcos, realizó una crítica al entonces candidato presidencial de ese partido, Cuahutémoc Cárdenas, después de una visita de éste al municipio autónomo de La Realidad, Chiapas. En la misiva, Marcos expone: “Hemos visto con preocupación que el PRD tiende a repetir en su seno aquellos vicios que envenenaron desde su nacimiento al partido en el poder (entonces, el PRI). Aquellos que luchan por la democracia practican en su interior la intriga palaciega, el acuerdo de cúpula, el eterno traicionarse, la mentira, el peor ajuste de cuentas: la traición». En ese año, López Obrador fungía como candidato del PRD a la gubernatura de Tabasco, bajo el auspicio de la cúpula perredista; sin embargo, tras perder la elección, AMLO participa en un movimiento denominado “Alianza Nacional Democrática», motivada en su marcha por el “Éxodo por la Dignidad y la Soberanía Nacional“ contra el fraude electoral perpetrado en su contra por Roberto Madrazo. Interesados en la causa, Marcos escribe una carta a López Obrador en mayo de 1995, en la cual le dice: “Estamos muy interesados en conocer más sobre la llamada Alianza Nacional Democrática. Su esfuerzo por convocar a ‘los que tengan hambre y sed de justicia y que se sientan humillados por el gobierno’». Pero ni AMLO ni los dirigentes de dicha causa, contestaron las intenciones de los zapatistas.

Sin embargo, es hasta el periodo de los años 2001 al 2005, cuando se presentan más señalamientos en contra del Peje y el partido que lo cobija.

Las infamias: Caso Digna Ochoa

Luego de que en el 2001, la Comandancia zapatista concluyera su Marcha Por el Color de la Tierra, buscando en el Congreso de la Unión la aprobación de la “Ley Cocopa», fundamentada en los acuerdos de San Andrés, los tres partidos principales, PRI, PRD y PAN, decidieron rechazar la iniciativa. En esos años, López Obrador ya era el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, y en esa calidad, apoyó la censura que hizo a la ley, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de su partido.

Luego continuaron las infamias, comenzando con la represión que elementos de la Secretaria de Seguridad Pública del gobierno de López Obrador, perpetraron contra altermundistas, miembros del Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN), en su protesta contra la invasión a Irak. Pero, fue una de las señales más claras de la incongruencia del lopezobradorismo, cuando el personero de AMLO y flamante secretario de “justicia y seguridad» del “gobierno legítimo», Bernardo Bátiz, determinó que Digna Ochoa se había “suicidado» y montado una “escenografía» para ello.

La decisión de Bátiz propició el reclamo de prácticamente todos los sectores de la sociedad civil organizada (incluso muchos de los que hoy son pejistas incondicionales).

En enero del 2005, Marcos envía una carta al entonces procurador de “justicia» de la Ciudad de México, cuestionando algunas inconsistencias acerca del caso Digna Ochoa, en donde puntualiza, por ejemplo: “¿Por qué la PGJDF que usted dirige se negó a recibir las ruebas de medicina forense, criminalística y química forense de los familiares, a èsar de que, según la Constitución, es un derecho de los familiares de la víctima el que aporten pruebas a la investigación?»

O, por ejemplo: “¿Por qué el reporte de la necropsia afirma que Digna presentaba una flacidez muscular generalizada y sostiene que tenía de 15 a 16 horas de haber muerto sin que el cadáver tuviera la rigidez que correspondería a ese tiempo? De acuerdo con la posición final en la que encontraron a Digna, debería presentar moretones (livideces cadavéricas) en las partes izquierdas de su cuerpo, ¿por qué no hay marcas en estos puntos?»

En el caso, Marcos evidencia la posible motivación de la sentencia de la PGJDF. Señala: “¿Sabía usted que el director del Servicio Médico Forense en el DF hasta abril del 2004 (y al que le habría tocado el caso de Digna) fue José Ramón Fernández Cáceres, sobre el que la CNDH emitió la recomendación 50/95, de marzo de 1995, por haber falseado información al elaborar certificados médicos y omitir lesiones producto de tortura de los detenidos? ¿Sabía usted que los torturados fueron los presuntos zapatistas detenidos en Yanga, Veracruz? ¿Sabía usted que una de las abogadas de esos torturados era Digna Ochoa y Plácido, y, en consecuencia, contraparte del señor Fernández Cáceres?

El “secretario» de López Obrador, guardó silencio.

Caso Pável González

El 23 de abril del 2004, el estudiante de la UNAM y del ENAH, Pável González, de filiación zapatista, fue secuestrado, desaparecido, torturado y finalmente asesinado tras salir de clases. Las investigaciones de la PGJDF dejaron mucho que desear y propiciaron las protestas de los familiares del muchacho y del Comité Cerezo. Sobre el caso, Marcos cuestiona a Bátiz: “¿Por qué no se investiga la velada amenaza de un funcionario de Gobernación, el 29 de abril de 2004, quién, dirigiéndose a la madre de Pável, dijo: ‘Nosotros sabíamos quién era Pável, que anduvo en las cumbres económicas de altermundistas de Cancún y Monterrey… Señora, cuide al único hijo que le queda’?».

Ante el silencio cómplice y las intenciones de repetir la tesis del “suicidio» del joven zapatista, de parte del gobierno de López Obrador, Marcos advierte: “quienes apuestan que llegando el PRD al gobierno federal se aclarará la guerra sucia de los setenta, se den cuenta que no será así. Ni la verdad ni la justicia se encuentran como concesión de arriba, se construyen desde abajo. Con el PRD arriba va a resultar que todas las víctimas de la guerra sucia se ‘suicidaron’después de armar la ‘escenografía’ de una causa: la de la lucha por la justicia de los desposeídos. Esa causa que el PRD, embriagado de poder, ha olvidado».

Tras estos hechos, y otros muchos que ocurrieron bajo el auspicio del PRD y López Obrador (Zinacantan contra comunidades zapatistas, Texcoco contra Atenco, el abandono del PRD a la APPO y de su consejero nacional por “falta de recursos», y las gran paradoja de los gopets de Alejandro Encinas custodiando el “plantón por la democracia»), ha de quedar claro que las críticas de Marcos y la Comisión Sexta contra el “presidente legítimo» no pertenecen a la contienda electoral.

López Obrador es un “viejo zorro» quien “tiene en su haber el porvenir de un movimiento social. Conocedor de cómo surgen estos movimientos, qué los alienta y a qué aspiran sus dirigentes, López Obrador también conoce los mecanismos para cooptarlos y controlarlos», apuntó Marcos en el 2003 en su crítica al gobernante de “la ciudad entre el espejismo y la realidad».

Y aunque nos sobran muchos ejemplos, hasta aquí el relato y las explicaciones del porque AMLO, sus intenciones, son tan pero tan diferentes a la gente de a pie que lo sigue. Cierto, hubo un fraude contra él y una campaña de guerra sucia electoral ¿Y? Nada hubiera cambiado en la realidad de los desposeídos de México con el PRD y López Obrador en el poder. Carlos Slim ahora sí se habría apoderado de todos los terrenos inexplorados y los que ya no lo son tanto, bajo su auspicio.

P.D. Va otra joya del lópezobradorismo: el neoconverso a la democracia Gustavo Iruegas, “secretario de relaciones exteriores» del “gobierno legítimo» y discípulo de Jorge Castañeda (¡oh, democracia!). Uno de los consejeros de Ernesto Zedillo para el conflicto armado en Chiapas, quien avaló y diseño la matanza de 45 indígenas tzotziles en Acteal, bajo su propio argumento de que “hay que acabar con las comunidades zapatistas, sin ellas el EZLN no es nada».

¿Qué todo lo anterior (ni la designación de José Guadarrama como candidato al senado por Hidalgo y el abrazo de ambos en Huejutla) no pasó por las manos de Andrés Manuel? ¿Entonces, hasta cuando ese prócer va a ser responsable de algo? (Desde Abajo)

 

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