Vaya de problemas que debía resolver el Congreso Nacional perredista el pasado fin de semana.
Algunos fueron resueltos con claridad.
Algunos, no resueltos a satisfacción, agudizarán las pugnas entre grupos políticos internos en el PRD y desatarán tormentas y tal vez huracanes destructivos en el futuro próximo.
Por: Cristobal Rojas Millán / Desde Abajo
En lo que sí no quedó duda… es que no se permitirá que Felipe Calderón hable ante el Congreso de la Unión el primero de septiembre.
Felipe Presidente pues, será un huracán apagado que tendrá que recurrir nuevamente a la televisión para que desde un estudio de televisión, o desde Los Pinos, la gente pueda verlo y oírlo el Día del Informe.
Otro acuerdo importante es que el PRD instaura en su partido la equidad de género en las candidaturas de elección popular… de aquí en adelante, 50 por ciento de las candidaturas serán para mujeres, y 50 por ciento para los hombres.
Ojalá tal decisión genere revoluciones en otros partidos, donde siempre hablan de equidad de género, pero de dientes para fuera… porque a la hora de la verdad… poca, muy poca… candidatura dejan a las mujeres.
Ahora vamos al huracán que amenaza al PRD.
Este partido tiene una problemática muy particular… por un lado está la realidad de que el PRD tiene un compromiso institucional, pues es gobierno en varias estados de la República , además, de ser la segunda fuerza más importante en la Cámara de Diputados…
Por otro lado está la tensión que continúa con el Gobierno Federal, debido al posicionamiento de Andrés Manuel López Obrador de no reconocer a Felipe Calderón como Presidente.
Esto, justificado por el desaseo que se presentó en las elección federales de 2006, además, del cúmulo de anormalidades en el proceso electoral.
Vaya situación… qué hacer ante estas dos lógicas de acción; por un lado la de Andrés Manuel López Obrador, que está construyendo exitosamente un movimiento social, que en pocos meses ha logrado afiliar a su causa más de un millón de personas, pero también está la lógica del partido en donde tiene legisladores, gobernadores, responsabilidades frente a la nación.
El dilema es fuerte, porque desde las leyes que privatizaron miles de empresas paraestatales, pasando por el Fobaproa y hasta la Ley del ISSSTE, la izquierda sabe que PRI y PAN han actuado como un solo partido para mayoritear y aprobar todas esas leyes que tienen a México postrado.
El mayoriteo PRI y PAN ha hecho que algunos grupos dentro del PRD, piensen que si de todos modos habrá mayoriteo… para que oponerse, porque no negociar.
Vaya postura tan deprimente… es igual que decir, para que luchar, mejor vamos a ver, de a cómo nos toca.
En este marco, el pasado jueves al intervenir en el Congreso Nacional perredista, López Obrador llamó a su partido a la unidad.
Fue cuando el Peje dijo que “el PRD sólo puede tener como caudillo al PRD y un solo compromiso: la gente”.
Fue cuando advirtió que el cambio sólo puede venir desde abajo. “Sería autodestructivo seguir apostando a la política tradicional”.
Fue cuando dijo que sus adversarios quisieran que el PRD actuara como una izquierda que legitimara a Felipe calderón… “y a cambio de esa ignominia nos darían el honorable título de izquierda moderna y hasta vendrán los aplausos en sus medios de comunicación”.
Obrador pidió reafirmar principios. “No olvidemos, sobre todo y ante todo, que por lealtad y compromiso con las causas populares muchos compañeros han perdido hasta la vida”.
En su oportunidad, el líder nacional del PRD, Leonel dijo estruendoso: “A quienes creen encontrar virtudes en la docilidad frente al poder, les decimos que esta actitud sólo ha beneficiado históricamente los vividores de la política, a los traficantes de influencias y a los delincuentes de cuello blanco… nunca a la sociedad”.
Insistir en la vía de la docilidad no servirá sino para acentuar el desencanto ciudadano frente a la política.
Aparentemente estos llamados a la Unidad no hicieron mella en algunos grupos… pues ayer domingo Nueva Izquierda, coordinada por Jesús Ortega y Movimiento por la Democracia de Pablo Gómez, aceptaron introducir en su documento de línea política la posibilidad de debatir en el futuro con Felipe Calderón.
Martí Batres y Gerardo Fernández Noroña muy molestos, dijeron que ese resolutivo implicaría legitimar en el futuro a Felipe Calderón.
“Es una actitud entreguista”, dijeron.
Y es que, los delegados que conforman Nueva Izquierda, Movimiento por la Democracia y Alternativa Democrática Nacional decidieron desechar un párrafo en los acuerdos que proponía mantener el rechazo a debatir “con quien usurpa la presidencia de la República ”.
La eliminación de ese párrafo propició un enfrentamiento de gritos, unos gritando “¡Obrador-Obrador!”, y otros “¡PRD-PRD!”.
Martí Batres, Gerardo Fernández Noroña y Armando Quintero advirtieron que es una burla y una claudicación de la izquierda, “se le da la espalda a la lucha del pueblo de México”, advirtieron.
Hoy la Rayuela , el pequeño editorial en primera plana del periódico La Jornada resume con sorna… en una cuantas palabras… lo ocurrido en el PRD a este respecto.
¡Enhorabuena!: al fin llegó la izquierda que tanto demandaban empresarios, políticos, personajes del clero, socialdemócratas europeos e intelectuales afines, que no son pocos. Es decir: »una izquierda moderna»
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