. Como parte de una campaña nacional de solidaridad con los movimientos de lucha popular, los obispos Emérito de San Cristobal de las Casas Chiapas y de Saltillo Coahuila, Samuel Ruiz García y Raúl Vera López, respectivamente, estarán este sábado 12 en el municipio de Zimapán, respaldando la lucha popular contra el confinamiento tóxico, dados los hechos represivos que han ocurrido en el lugar desde mediados del 2006. Ofrecerán una misa abierta y convivirán con los habitantes en resistencia.
Por Luis Alberto Rodríguez / Desde Abajo
Pachuca.- Los obispos Eméritos de San Cristobal de las Casas Chiapas y de Saltillo Coahuila, Samuel Ruiz García y Raúl Vera López, respectivamente, estarán este sábado 12 en el municipio de Zimapán apoyando el rechazo ciudadano a la instalación del confinamiento tóxico en la zona, informó la dirigencia del movimiento opositor, Todos Somos Zimapán.
Como parte de una campaña nacional de solidaridad con los movimientos de lucha popular, Samuel Ruíz y Raúl Vera escogieron el movimiento de Zimapán contra el confinamiento dados los hechos represivos que han ocurrido en el lugar desde mediados del 2006.
Los obispos estarán este sábado al mediodía oficiando una misa y dando un mensaje en la parroquia del lugar en apoyo a los pobladores, exigiendo cese el hostigamiento a los ciudadanos que se oponen al proyecto.
Samuel Ruíz y Raúl Vera llegan a Zimapán en el marco de los diez años de la matanza de Acteal, Chiapas, hechos por los cuales han exigido la presentación de sus culpables desde inicios de 2006.
Raúl Vera posee una trayectoria destacada en materia de defensa a las garantías individuales, que le ha valido el reconocimiento y apoyo de decenas organizaciones civiles, agrupaciones eclesiales y de la propia Organización de Naciones Unidas.
Además de asumir la defensa de las mujeres violadas en Castaños y demandar la aplicación de todo el peso de la ley para sus agresores, el obispo ha acompañado a las familias de los mineros fallecidos en Pasta de Conchos en su lucha por el esclarecimiento de esa tragedia; también ha cuestionado fuertemente la llamada “guerra contra el narcotráfico” emprendida por el gobierno de Felipe Calderón, por considerarla ineficaz y proclive a configurarse en una “dictadura militar”; ha prestado apoyo a los migrantes que buscan cruzar sin documentos a Estados Unidos, y cabe recordar que, en su etapa de obispo coadjutor en San Cristóbal de las Casas, desempeñó junto a Samuel Ruiz una ardua defensa de los derechos indígenas antes de ser trasladado a Saltillo, aparentemente por motivos políticos.
Su postura y activismo ante los abusos que se cometen en México, por lo general en contra de los más desprotegidos, le han valido animadversiones de diversos sectores del poder político y económico en el país, críticas del ala más conservadora del clero mexicano, e incluso amonestaciones del Vaticano.
En esto también coincide Samuel Ruíz, férreo sacerdote y difusor de la Teología de la liberación, actualmente residente en el estado de Querétaro (colindante a Zimapán), ofreció su colaboración como mediador en varios conflictos latinoamericanos. En especial cumplió funciones de mediador en el conflicto de Chiapas entre el indigenista Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el gobierno federal mexicano. Ejerció de obispo en San Cristóbal de las Casas hasta 1999.
En el año 2000 fue distinguido con el Premio Simón Bolívar de la UNESCO por su especial compromiso personal y su papel en tanto que mediador, contribuyendo así a la paz y al respeto de la dignidad de las minorías.