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lunes, noviembre 4, 2024

Megáfono Global: Internacional – Los jóvenes del mundo

De Vanguardia Proletaria – órgano de difusión del Partido Comunista de México (marxista-leninista)

Más de la mitad de la población mundial no llega a los 25 años de edad. De ellos, el 85{9e1ff1bee482479b0e6a5b7d2dbfa2de64375fcf440968ef30dd3faadb220ffd} que oscila entre los 15 y 24 años vive en los llamados países en vías de desarrollo, es decir países neocoloniales, explotados u oprimidos.

La perspectiva que ofrece el capitalismo a los jóvenes empeora cada día más. En los análisis oficiales, suele citarse a la juventud como un sector independiente de la clase obrera, sujeto más a problemas de tipo social, como la drogas, la sexualidad, los gustos, que a los problemas esenciales de la población: trabajo, vivienda, alimentación, etc.

Si consideramos que la mayoría de la juventud vive en países cuyas condiciones económicas son deleznables, donde la escasez de agua, la falta de vivienda, el desempleo, la falta de alimentación, etc., son una constante en la vida de la población, es evidente que los jóvenes sufren estos mismos problemas.

Esto sucede precisamente en los países donde las transnacionales hacen su agosto, apropiándose de los recursos naturales, los mercados y sobre todo de la fuerza de trabajo. De los más de seis mil millones de personas que hay en el mundo, tan sólo 5 mil millones viven en África, Asia y América Latina, las regiones más pauperizadas del mundo.

Más aún, los jóvenes que en muchos países constituyen una relativa mayoría, conforman una gran parte de la clase obrera y de los trabajadores en general, parte que no cuenta con seguridad social, protección o beneficios algunos. Y que según algunas estadísticas, ocupa el 93{9e1ff1bee482479b0e6a5b7d2dbfa2de64375fcf440968ef30dd3faadb220ffd} de los empleos informales a nivel internacional.

Sin embargo, por lo menos en el último año, algunos organismos internacionales realizaron investigaciones más profundas sobre la situación de los jóvenes en el mundo, relacionada más con la posición socio-económica.

Ello se debe al crecimiento desproporcionado de la franja de jóvenes entre 15 y 24 años de edad, que para el sistema económico implica una cantidad sumamente considerable de mano de obra barata y adecuada para la obtención de mayor productividad.

Incluso la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que normalmente maquilla sus cifras, calcula que en los próximos 10 años, más de 500 millones de jóvenes pasarán a formar parte de la fuerza de trabajo mundial, independientemente que sean menores de edad.

Los programas de “ayuda” no se han hecho esperar, en México el programa “Primer Empleo” que resultó un rotundo fracaso, iba en la idea de una tendencia impulsada por la OIT llamada “Empleo Decente”, dirigido especialmente a los jóvenes que viven con menos de 1 dólar al día, con la finalidad de aprovechar la enorme fuerza de trabajo por venir.

Para los jóvenes que desde los 12 o 13 años tienen que comenzar a trabajar se ciernen nuevos problema relacionados más con encontrar un trabajo que solvente las necesidades básicas, que con el sueño del trabajo “decente”, en última instancia este sueño se plasma más como la migración a los países imperialistas, que con encontrar un buen trabajo en sus países de origen.

Otros problemas, relacionados con la juventud, y derivados mayormente de su condición proletaria, tampoco deben dejarse de lado: las complicaciones del parto y los abortos realizados en malas condiciones constituyen los factores de la principal causa de muerte de las jóvenes entre 15 y 19 años de edad en el mundo, sin embargo la política antiaborto permea en la mayoría de los regímenes.

La mitad de los infectados con VIH en el mundo, son jóvenes también y de la misma forma no son atendidos adecuadamente, más de 160 millones de jóvenes son analfabetas y tampoco tienen posibilidades de encontrar educación. Los jóvenes tampoco se salvan de la guerra, según un cálculo conservador, en el 2000, aproximadamente 300 mil menores de edad participaron en acciones militares, convertidos ya en pequeños soldados.

La mentada “rebeldía juvenil” tiene sus orígenes en las condiciones ya planteadas, y no se trata simplemente de un fenómeno biológico o puramente social. De la misma forma, el reciente interés que los gobiernos nacionales y los organismos internacionales ponen en la juventud, no es más que el reflejo del ansia por mayores beneficios económicos para los explotadores. (Con información de Vanguardia Proletaria)

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