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viernes, diciembre 6, 2024

Ixmiquilpan: Federales sembraron terror en San Juanico

. Los policías federales entraron a su domicilio con violencia excesiva, causando destrozos al inmueble y “decomisando” dinero en efectivo. Sin razón, volcaron el tractor de su esposo hacia una barranca, luego de que éste se encontrara trabajando pacíficamente. Estaban a punto de comer, hasta la irrupción de los efectivos. Es el saldo del operativo de la Policía Federal en la comunidad hñahñú de San Juanico, Ixmiquilpan, en el corazón del Valle del Mezquital.

Por Luis Alberto Rodríguez / Desde Abajo

Ixmiquilpan, Hgo., México.- El martes 30 de diciembre de 2008, justo en la víspera de año nuevo, cientos elementos de la Policía Federal arribaron a la comunidad indígena de San Juanico, para someter a la población en búsqueda de los responsables de la retención de dos agentes que fungían como sujetos de atención, en protesta contra el Gobierno del Estado de Hidalgo por el incumplimiento de obras y negligencia de las autoridades judiciales locales ante la serie de delitos cometidos en ese lugar, ahondando la vulnerabilidad de la población.

El hecho derivó la detención de tres colonos por parte de elementos de Fuerza de Tarea del Gobierno del Estado de Hidalgo, en un operativo montado en San Juanico en contra de quienes mantenían “preso” en la cárcel comunitaria al joven Cirilo González Morales por haber atropellado y causado de la muerte al señor Simeón Baltazar. Al no obtener respuesta del Ministerio Público de la cabecera municipal de Ixmiquilpan ni posteriormente del municipio contiguo de Actopan, los pobladores decidieron mantener cautivo al adolescente por “usos y costumbres”.

En protesta por el apresamiento de los colonos y en solidaridad con el pueblo de San Juanico, 13 pobladores de la comunidad aledaña de Cañada Chica retuvieron desde la madrugada del martes 30 de diciembre a dos agentes de la Policía Federal para darlos “en canje” por la liberación de los apresados –cabe señalar-, sin que los primeros se los pidieran expresamente.

La respuesta del Gobierno fue desmesurada. Por la tarde de ese día, los policías federales se hicieron acompañar de tres autobuses y 80 patrullas, mientras sobrevolaban la zona con un helicóptero en el cual se encontraba un franco tirador visiblemente avispado. Entraron a San Juanico y allanaron la mayoría de sus casas y terrenos, sometieron a la comunidad y la despojaron de su libertad, sus garantías individuales, su dignidad e integridad.

Los policías federales sometieron y capturaron al azar –y a otros no tanto-, a un total de 29 personas, entre jornaleros, albañiles, campesinos, trabajadores manufactureros… y líderes locales, como Alfonso Ramírez, militante de base perredista, miembro del Colectivo de Izquierda Hidalguense, quien ha logrado la caída del priísmo en la región en los últimos años. Algunos otros, han sido identificados como personas que trabajan en cercanía de la ex coordinadora de Asuntos Indígenas, Xóchitl Gálvez.

Por la noche del lunes, las 29 personas lograron salir de los CEFERESO de la delegación de la Procuraduría General de la República, pagando una fianza de 7 mil pesos cada uno, cuota reducida tras la intención del juez de liberarlos por 15 mil. Así, se logró su liberación bajo caución por los delitos de “ataques a las vías de comunicación y privación ilegal de la libertad”, gracias al trabajo de las y los abogados, algunos de ellos, miembros del Frente Nacional Contra la Represión (FNCR), como apoyo a los afectados por parte de la luchadora social Rosario Ibarra de Piedra.

Acoso y abuso

Notimex –agencia de noticias del Gobierno federal-, informó que el operativo policiaco se llevó a cabo “sin mayor problema y sin que la población opusiera resistencia”, versión recogida por medios de comunicación locales y nacionales. Pero las versiones de quienes sufrieron aquello, contrasta definitivamente con la versión oficial.

“Al llegar destruyeron todo a su paso, rompiendo ventanas tanto de hogares como de vehículos, lanzaron ofensas maldiciones, se mofaron de la gente humilde y todo clase de injurias. Pero esto no fue todo, lastimaron a niños inocentes apunta de armas dejando en ellos un trauma irreversible, sometieron a base de la fuerza a personas incapacitadas mental y físicamente”, relata uno de los afectados.

Los testimonios precisan que los efectivos federales abusaron de personas mayores que por su edad no podían huir ni esconderse. Así sucedió con Anastasio Hernández Escalante, a quien los policías le robaron todo lo de valor, entre joyas, efectivo, algunos electrodomésticos y productos electrónicos como son celulares, cámaras y dvd’s.

Mujeres y niñas relatan con visible desconcierto y espanto como fueron víctimas de actos lesivos y acoso sexual de parte de la Policía Federal. “Las personas que pudieron huir se tuvieron que esconder en cerros, barrancas, sufriendo de las inclemencias del clima y sin agua o alimento para sus pequeños, sin alimento ni medicinas muchos de ellos enfermaron y algunos sufrieron luxaciones y desgarres”, agregan.

“Algunos ciudadanos contaban con un patrimonio como son sus casas, vehículos, herramientas, dinero, y se les robo o destruyo”. Es el caso de Félix Doroteo, a quien los federales le confiscaron una camioneta prestada y en la que cumplía con llevar alimento a sus trabajadores, los cuales, habían huido al ver a los uniformados. Al quitarle el vehículo, los efectivos argumentaron que era “americana”, le exigieron su identificación sin devolvérsela, llevándose el vehículo que, a decir del afectado, contaba con todos su trámites en regla.

Violencia excesiva

Uno de los casos más cruentos del operativo, lo relata la señora Adelaida Peña, persona mayor de edad quien junto a su nuera Brenda Valle, quien cuenta con cinco meses de embarazo, fueron hechas presas en el operativo.

Los policías federales entraron a su domicilio con violencia excesiva, causando destrozos al inmueble y “decomisando” dinero en efectivo. Sin razón, volcaron el tractor de su esposo hacia una barranca, luego de que éste se encontrara trabajando pacíficamente. Estaban a punto de comer, hasta la irrupción de los efectivos.

“¿Dónde queda la justicia y la razón?, ¿Qué paso con nuestros principios? Y ¿Dónde quedo el estado de derecho? Ya basta de tantos atropellos necesitamos una solución urgente y la liberación de ciudadanos inocentes y cuya vida pende de un hilo. A quienes cuyo único delito es estar en el lugar y el tiempo equivocado”, reclamaron los vecinos de San Juanico.

Reclamo

Justo el día de la liberación de los detenidos, pobladores de San Juanico y Cañada Chica se manifestaron por las calles principales y el centro de Ixmiquilpan. Exigieron el respeto a los usos y costumbres de los indígenas y, más aún, que las autoridades estatales de justicia y Gobierno atiendan las demandas de la población, repudiando la respuesta del Gobierno estatal y federal en el operativo del martes 30, donde la Policía Federal violó múltiples derechos humanos de las personas.

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