. Pero no. Los panistas siguen cerrados, queriendo imponer un modo de ver la ley. Sin duda, los panistas para ciertas cosas son un peligro para México, un verdadero peligro para las mujeres, unos tramposos de doble moral y escasez de principios. Son los mismos que hicieron el rescate de los Bancos y ahora justifican el Fobaproa, que todavía estamos pagando y que continuará en la próxima generación al menos.
Por Sara Lovera / Desde Abajo
La diputada de Alternativa, Marina Arvizu, se paró en la tribuna de la Cámara de Diputados y advirtió que las autoridades de la Secretaria de Salud hicieron trampa, que al modificar la Norma en materia de violencia contra las mujeres (NOM-046) se quiere regatear el derecho a interrumpir legalmente un embarazo producto de una violación.
A poco no saben los funcionarios de Salud que ese derecho viene desde que se firmó la Constitución de 1917 o no saben que la violencia contra las mujeres es grave y frecuente; no es posible que no sepan lo que todo mundo sabe.
Lo sucedido con esta norma es de antología. Se propuso incluir en la misma el tema de la interrupción legal del embarazo, que por violación está en los códigos penales del país desde 1929, porque los panistas de Baja California le negaron el derecho a la adolescente, que conocemos como Paulina, en 1999.
Cómo hubo movilizaciones de mujeres en todo el país, en América Latina y en otros muchos países del mundo, porque no era posible tanta cerrazón de los panistas que, además, violan la ley, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos hizo una recomendación, lo que derivó en un acuerdo del gobierno mexicano para reelaborar esa norma que incluye, también, la obligación del sistema de salud para suministrar a la mujer que haya denunciado una violación, lo que se conoce como anticoncepción de emergencia, precisamente, una nueva pastilla que evita el embarazo y así no se recurrirá al aborto.
Pero no. Los panistas siguen cerrados, queriendo imponer un modo de ver la ley. Sin duda, los panistas para ciertas cosas son un peligro para México, un verdadero peligro para las mujeres, unos tramposos de doble moral y escasez de principios. Son los mismos que hicieron el rescate de los Bancos y ahora justifican el Fobaproa, que todavía estamos pagando y que continuará en la próxima generación al menos.
No es el secretario de Salud, Miguel Ángel Córdoba, el único responsable o el principal responsable, sin embargo tendrá que ir a comparecer ante el Legislativo a petición de la diputada Marina Arvizu, a explicar por qué cambió dolosamente una norma que ahora podría significar que el derecho se tuerza, se evada, deje de aplicarse.
Miguel Ángel Córdoba es un pobre secretario, como se conoce la denominación, tiene órdenes que seguir. Y como todos los que están ahora en el gobierno mexicano, débiles, sin proyectos propios, siguen los mandatos de quienes tienen el poder real, de verdad: los empresarios, los jerarcas de la iglesia católica, los integrantes de la clase política tradicional, es decir, en esencia personajes curtidos de corrupción, falta de ética y sólo mirando la ganancia propia. Se llama consorcio del capitalismo salvaje.
Es muy deprimente que los derechos de las mujeres, construidos lentamente a través de toda la historia independiente de México estén en manos de estas personas. Como las manos de Fidel Herrera, el gobernador de Veracruz, cuyo procurador ha dicho que no se puede interrumpir un embarazo legalmente, porque no hay reglas. Ahora no se trata de lo que podría suceder sino de lo que está sucediendo al violarse una ley y una historia.
La norma tiene un número es la NOM-046, tiene un objetivo pensado hace como 20 años por Carmina Rivera, una trabajadora social que se daba cuenta que los médicos se hacían tontos en los hospitales cuando una mujer llegaba golpeada, maltratada, con la moral en el piso porque el responsable de su situación era su querido marido. En esa época los médicos pensaban que “las correcciones” a una esposa que habla y no se deja, eran un asunto privado y justo.
El tiempo ya no es ese. La violencia contra una mujer es un delito, está tipificado, reglamentado. Una consecuencia de la violencia sexual, es decir, de la violación puede ser un embarazo no deseado, un embarazo producto de la agresión, de la ofensa, de la humillación, del poder, de la fuerza y ahora los panistas quieren que ese embarazo sea producto de la impunidad, de la falta de escucha, de la imposición del Estado sobre la persona mancillada.
De eso se trata este cambio en la norma. Las feministas que hicieron la denuncia pública en un desplegado recientemente, así lo comprenden. Marina Arvizu logró convencer al resto de los integrantes de la Cámara de llamar al que se ostenta como Secretario de Salud para que explique, que rinda cuentas, diga porque se hacen estas cosas.
Yo creo que es inútil. Que los panistas no entienden, que nadie entiende que es monstruoso que una persona humana, completa, inteligente, pueda dar a luz el producto de una violación.
Las mujeres estarán vigilantes, dicen las feministas. Lo que es urgente es que las mujeres del país conozcan sus derechos, como éste y los exijan. La falta de ciudadanía hace posible que se viole a las mujeres y se violen sus derechos.
En un desplegado publicado por feministas y grupos diversos de mujeres en un diario de la ciudad de México señala que los cambios a la NOM 046 “no fueron mínimos, fueron de fondo y deliberadamente pensados para desconocer el derecho al aborto legal y a la anticoncepción de emergencia en los servicios de Salud”.
Para cerrar este comentario, sólo diré que la actualización de la NOM 046 fue redactada después de una consulta pública, comentada y aprobada el 21 de julio de 2008. Que esa redacción era muy equilibrada y apegada a las leyes mexicanas. También a los compromisos que el Estado mexicano firma.
Incluso hubo una campaña para exigir su publicación. Y esta angustia y esta necesidad de hacer de la ley una cosa efectiva era porque la violencia continúa, porque apenas el sábado pasado se supo que una mujer de Veracruz, violada, recibió la negativa para abortar, ahora no es un panista, fue un priista.
No hay forma de callarse, se tienen que seguir exigiendo estos derechos. La norma fue en fast track aprobada el 28 de enero pasado, debajo de la mesa, descompuesta, hecha para violar los derechos. Y ahora en el Congreso se tendrá que explicar y desde ahí enderezar el entuerto. Por eso es importante que haya feministas en las Cámaras.
*Periodista mexicana. Cumplió 40 años de vida profesional en 2008. Corresponsal de Semlac en México, integrante del Consejo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal y todos los lunes forma parte de la Mesa Periodistas del Canal 21, el Canal de la Ciudad de México en TV por Internet. Nominada a 1000 mujeres por el Nobel de la Paz 2005. Correo electrónico: saralovera@yahoo.com.mx