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domingo, noviembre 3, 2024

[DF] Los compromisos de Enrique González Ruíz con los Derechos Humanos en el DF

. El proceso de precarización del trabajo humano, que agravó el neoliberalismo, determinó la reducción del poder adquisitivo de los asalariados y la proliferación de figuras de simulación de relaciones laborales (como los contratos civiles de prestación de servicios), así como el debilitamiento de las asociaciones de trabajadores. El desempleo es uno de los peores flagelos de nuestros días.

Por José Enrique González Ruiz

Hay quienes hablan de los DH porque están de moda;
otros los convirtieron en su modus vivendi.
Son pocos los que tienen compromiso de fondo con ellos.

Una Ciudad complicada

Vivir en una gran urbe, como el Distrito Federal, tiene obviamente ventajas y desventajas. Entre las primeras, destaca la zona geográfica donde se ubica, que en otros tiempos fue llamada “La región más transparente del aire” y que, aun con problemas, sigue siendo un sitio privilegiado por la naturaleza.

Ser el centro cultural, financiero, industrial y político del país no es poca cosa. Propicia el surgimiento de oportunidades de empleo, de educación, de negocios, de realización artística, entre otras. Desde hace siglos, ésta es un área de atracción para multitud de seres humanos de otras latitudes de nuestra nación e incluso de otras.

Pero, por lo mismo, sus problemas son también enormes. La contaminación del ambiente, el uso descuidado de los recursos naturales, la concentración de poder y riqueza, la multiplicación de los vehículos, la demanda de servicios de todo tipo y la actuación muchas veces arbitraria de la autoridad.

En función de lo anterior, los retos en materia de Derechos Humanos son considerables y, aunque se ha avanzado sustancialmente, existen importantes pendientes.

La Cultura de irrespeto a los Derechos Humanos

A pesar de que en el discurso político vivimos en un “Estado de Derecho”, aún no logramos el ideal de someter a la autoridad al imperio de la ley. No se cumple el principio de que los funcionarios ajusten sus actos a las normas jurídicas; la impunidad sigue siendo la regla cuando se trata de ilícitos cometidos por gente del poder. Estamos habituados a ver que los delincuentes de cuello blanco jamás respondan judicialmente de sus actos.

Las instituciones no gozan de credibilidad ante las y los ciudadanos. Ni siquiera las que en tiempos relativamente recientes eran intocables, como las fuerzas armadas. La desconfianza es denominador común cuando hablamos de la actuación de quienes tienen el gobierno y, más particularmente, de los órganos de justicia y seguridad.

Los poderes fácticos son cada día más visibles y más influyentes. Desde un micrófono se puede destruir una reputación y satanizar a las personas, casi sin posibilidad de reversión. Quienes tienen la propiedad de los medios, cuentan con mayor poder que muchos funcionarios nominales.

Lo reseñado conspira contra la creación de una cultura de valoración y respeto a los Derechos Humanos, que es la mayor aspiración de la sociedad. Si éstos se hacen realidad entre nosotros, las posibilidades de la paz y la armonía son mayores.

Los (pendientes) derechos económicos sociales, culturales y ambientales

Generalmente se acepta la tesis de la integralidad de los Derechos Humanos, lo cual quiere decir que tienen el mismo valor y el mismo grado de prioridad al tratar de hacerlos efectivos. Pero la realidad de la crisis económica que padecemos hace que se posterguen los de índole económica, social, cultural y ambiental (conocidos como DESCA).

El proceso de precarización del trabajo humano, que agravó el neoliberalismo, determinó la reducción del poder adquisitivo de los asalariados y la proliferación de figuras de simulación de relaciones laborales (como los contratos civiles de prestación de servicios), así como el debilitamiento de las asociaciones de trabajadores. El desempleo es uno de los peores flagelos de nuestros días.

Derechos como el del acceso al agua sufren severas restricciones en nuestra Capital. Urgen políticas públicas que aseguren éste y los demás derechos relacionados con el ambiente y su preservación.

Hoy en día, la disposición de la basura comienza a presentarse como una amenaza.

Los (insuficientes) derechos civiles y políticos

Se asegura que México vive una transición democrática, pues salió de un régimen de partido de Estado hacia otro de pluralismo. Los hechos demuestran que falta mucho terreno por recorrer para dejar atrás la mera alternancia de partidos en el gobierno. Es sumamente peligroso que los asuntos electorales se resuelvan con dinero, dinero y más dinero. La penetración de la delincuencia organizada en este terreno cobra visos de extrema gravedad. Sin igualdad de oportunidades en la participación política, la democracia es un sueño.

La Constitución del Distrito Federal es cuestión a debate y hay que abrir cauces para que se analice y se determine sobre su procedencia o improcedencia.

Como puede advertirse, es grande el reto de hacer de la Capital una Ciudad Promotora de los Derechos Humanos.

Los Derechos Humanos Laborales en el Distrito Federal

El trabajo es el quehacer fundamental del ser humano: es lo que permitió a hombres y mujeres (primero a mujeres pues fueron ellas las que crearon las condiciones para la sedentarización de las comunidades primitivas), pasar de la vida animal a la existencia consciente de si.

Al aparecer formas de organización social en las que se da el dominio, control y explotación laboral de unos sobre otros, quienes trabajan y crean los bienes y satisfactores requeridos para la subsistencia, convivencia, trascendencia y sobrevivencia de hombres y mujeres, son relegados al carácter de factor humano de la producción. Hoy, en prácticamente todo el mundo, viven de la venta de su fuerza de trabajo, en forma directa como asalariados de patrones privados o instancias públicas o de ambos, y de manera indirecta como trabajadores no asalariados, independientes, informales y del comercio ambulante o en la vía pública.

El Distrito Federal por sus características geográficas, económicas. políticas y sociales, es un mosaico representativo de muchas de las formas de trabajo existentes en el país y por ende el tratamiento que se da a las mismas incide de manera importante en el resto de nuestro territorio y aún en el extranjero donde residen muchos mexicanos, con papeles y sin papeles, en especial en los Estados Unidos de América. De ahí que en base a tal condición, aquí puede intentarse una nueva manera de lograr el respeto, protección, promoción y garantía de los Derechos Humanos Laborales, incluido el Derecho al Trabajo.

Dado que esta capital tiene una de las tasas de desempleo más altas del país, en la perspectiva de que conjuntamente con otros instrumentos como el sindicalismo en su objetivo primigenio, la propia legislación laboral y otros que se consideren convenientes, permitan obtener una vida laboral con libertad, justicia equidad y dignidad, como necesario sustento a los demás Derechos Humanos.

Todas las personas que habiten o transiten en el Distrito Federal, en especial las mujeres trabajadoras del hogar, los jóvenes, los discapacitados, los adultos mayores, los que pertenezcan a pueblos y comunidades indígenas, quienes formen parte de la población lesbiana, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersex, los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo, las víctimas de trata de personas y explotación sexual comercial y los que conforman las poblaciones callejeras, deben ser incluidas en las políticas públicas del Gobierno de la Ciudad, relativas a la posibilidad y disponibilidad de una oportunidad de ingreso digno.

Igualmente debe facilitársele previsión y seguridad sociales para proporcionarles condiciones compatibles con su calidad humana.

Es conveniente buscar mecanismos eficientes para el ejercicio pleno de los derechos colectivos -sindicalización, contratación colectiva y huelga-, a efecto de mejorar las condiciones laborales y la seguridad e higiene en los centros de trabajo, evitando con ello tragedias como la de la guardería ABC, de Hermosillo, Sonora, y frenar la lumpenización de los trabajadores.

También es necesario impulsar en los ámbitos legislativo y reglamentario los ordenamientos de competencia local, encaminados a evitar, y a corto plazo suprimir, prácticas contrarias a los Derechos Humanos Laborales que precarizan el trabajo y las condiciones en que se presta, sobre todo las del outsourcing o tercerización.

Dada la integridad de los Derechos Humanos, debe tratarse de ampliar la competencia de la Comisión en esta materia, y mientras tanto, asumir una postura receptiva ante actos y resoluciones que vulneren estos derechos en instancias jurisdiccionales y administrativas locales, incluyendo las que afectan a los trabajadores de los órganos de Gobierno del Distrito Federal.

Tenemos que evidenciar y combatir la corrupción en la administración de la justicia cuando las pruebas sean suficientes.

I.- Una cuestión estructural

La naturaleza de las Recomendaciones

Ciertamente, un organismo de protección no jurisdiccional de los Derechos Humanos, no debe dictar sentencias. Éstas se singularizan por ser coercitivas y deben, por ello, provenir de un juicio en el que se haya aplicado el Debido Proceso. Por eso, se decidió llamar “recomendaciones” a las que emiten la CDHDF y sus similares.

Lo anterior conlleva una carga incluso semántica, que se convierte en un peso cultural, pues los destinatarios de esas recomendaciones (y en buena parte la sociedad), las ven como “llamadas a misa”. Al servidor público que decide no aceptarlas, no le resulta ninguna consecuencia jurídica, y puede seguir haciendo exactamente aquello que el organismo le reprocha.

Por ello, convendría analizar la conveniencia de denominarlas no recomendaciones, sino dictámenes, término que no tiene una connotación vinculante, pero que da idea de que es resultado de un análisis de expertos, que no puede ser fácilmente eludido.

También habría que encontrar caminos para que quien rechaza uno de esos dictámenes, dé cuenta legal de ello.

II.- Programa de Trabajo

En cuanto a la situación general de la Ciudad de México, me comprometo a:

1.- Buscar mecanismos legales y administrativos para que la Ciudad de México sea Santuario para los migrantes centroamericanos que cruzan nuestro territorio con dirección a los Estados Unidos. Desde que entran a México, los hermanos de América Central sufren persecución, malos tratos, robos, secuestros, tortura y vejaciones sin fin, que incluyen la violación de las mujeres. Esto se origina en una política que convirtió a México en barrera contra la migración hacia el Norte y que es causa de sufrimiento y dolor para quienes solamente buscan mejorar su nivel de vida. Migrar es un derecho humano irrenunciable y nadie debe ser criminalizado por ello.

2.- Tratar de desterrar las prácticas que niegan los derechos sociales que consagra nuestra Carta Magna. Los artículos 3º, 27 y 123 no fueron producto de la decisión caprichosa de alguna persona o grupo de personas, sino de movimientos que dieron cauce a concepciones profundamente arraigadas en nuestro ser nacional. Las decisiones económicas deben privilegiar a las personas sobre las cosas. .

3.- Proponer mecanismos para que la Capital recupere la conducción de la educación básica y normal, como la tienen el resto de las entidades de la República. A partir de ahí, tratar de convertirla en una Ciudad Educadora, donde los actos de gobierno pongan en el centro el respeto y la promoción de los derechos de los gobernados.

4.- Incentivar la discusión sobre los derechos civiles y políticos de los capitalinos, a fin de que cuenten con las mismas prerrogativas que el resto de los connacionales. Un tema relevante en este orden es la Constitución Política del Distrito Federal.

5.- Abrir el debate sobre la deuda social que tenemos con los mexicanos y mexicanas que provienen de nuestros pueblos originarios, tratando de hacer efectivas en la Capital las disposiciones del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. En la misma línea, tenemos que reconocer la tarea de preservadores de nuestros recursos naturales que realizan los pueblos indios.

6.- Pugnar porque se incorpore la perspectiva de género en nuestras normas e instituciones de procuración y administración de justicia. La carga histórica del trato discriminatorio hacia la mujer tiene que encontrar caminos de reversión.

III.- Respecto al ejercicio de la presidencia de la CDHDF

1.- La más importante característica de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal es su autonomía. Gracias a ella, es factible que un organismo que forma parte del Estado, pueda formular recomendaciones a otras entidades del propio Estado, sin violentar la estructura legal que rige al país. Su objetivo esencial lo justifica, pues busca contribuir a la creación de una cultura de respeto a los Derechos Humanos, que son como el aire y la libertad, en cuanto que sólo los notamos cuando comienzan a faltarnos.

De llegar al cargo de presidente de la CDHDF, no torceré mi juicio por afecto ni por desafecto; mucho menos por interés mezquino.

2.- La CDHDF está bajo el imperio de la ley a la que debe ajustar sus actos. Pero en su aplicación interviene el criterio de seres humanos. Una interpretación sensible de la ley propicia mejor acercamiento a la justicia. Con esa sensibilidad, acompañaré a la víctima para que encuentre resarcimiento al daño y para que la sociedad confíe en su Comisión.

3.- La naturaleza y alcance de las recomendaciones que emiten los organismos gubernamentales de Derechos Humanos requiere una seria revisión. No debe quedar impune el funcionario que, sin razón alguna, rechace lo que el Ombudsman le recomiende. La sociedad quiere instituciones eficientes y eficaces.

4.- Por mi formación y mi vocación de abogado, entiendo que el Derecho busca sobre todo la convivencia armónica, evitando el conflicto. También sé que la impunidad es causa de reiteración de las conductas delictivas. Como los Derechos Humanos se dan frente a quienes ejercen el poder, es importante que las violaciones cometidas por sus detentadores encuentren el justo reproche social. Para ello deben diseñarse mecanismos jurídicos ágiles y eficaces.

5.- La honestidad parece hoy un valor pasado de moda. Quien la ejerce como norma de vida, es visto por muchos como tonto o como inadaptado. A riesgo de parecer eso, me comprometo a cumplir con total honestidad la tarea a la que he postulado.

IV.- Educar en Derechos Humanos

1.- Todas las escuelas de todos los niveles del Distrito Federal deberían incluir la enseñanza de los Derechos Humanos. La Comisión, colaborando con los las autoridades de la materia y con base en el trabajo de especialistas en Educación, podría elaborar el material didáctico que se requiriera para esta tarea.

2.- En coordinación con la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y con las demás instituciones educativas interesadas, se debería impartir cursos de Derechos Humanos a los servidores públicos, para que ese tema atravesara transversalmente su quehacer.

3.- La acción educativa debe desarrollarse con el acompañamiento y la participación de los agentes sociales involucrados en la problemática de los Derechos Humanos.

V.- Temas definidos por la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal

• Análisis, evaluación, avances y retos de la Comisión de Derechos Humanos del D.F.

La Capital cuenta con un organismo defensor y promotor de los Derechos Humanos que ha alcanzado un alto desarrollo, no sólo cuantitativo, sino también cualitativo. Es de destacarse que su autonomía está reconocida en la Ley, lo que le da un importante grado de estabilidad y de certeza al cumplimiento de su tarea. Esto lamentablemente no se da en todas las entidades de la nación.

Quienes la hemos visto desde fuera, la percibimos valiente en algunos momentos difíciles de la vida capitalina, por ejemplo, cuando ocurrió la tragedia del News Divine o con el tema del “Plantón de Reforma” o cuando se debatió en todo el ámbito nacional lo relativo a la interrupción del embarazo.

Desde el Postgrado en Derechos Humanos de la UACM, colaboramos con ella en los siguientes ejercicios académicos:

EVENTO: Jornadas sobre Seguridad Pública y Derechos Humanos

LUGAR Y FECHA: Vestíbulo del Auditorio de la UACM – Plantel del Valle, San Lorenzo 290, Col. Del Valle, Deleg. Benito Juárez, 18 y 19 de julio de 2007.

DIRIGIDO A: Público en general
NUMERO DE MESAS: 5
NUMERO DE PONENTES: 20
NUMERO DE ASISTENTES: Más de 100

EVENTO: Diplomado en Derechos Humanos y Seguridad Pública

LUGAR Y FECHA: Sala Luis Pérez Aguirre de la CDHDF, Río de la Loza #300, Col. Doctores, Deleg. Cuauhtémoc, 4 de octubre de 2007 a 6 de marzo de 2008.

DIRIGIDO A: Miembros de la PFP, SSP-DF, PGJDF, Policía Municipal de Huixquilucan.
NUMERO DE SESIONES Y DE PONENTES: 30
NUMERO DE ASISTENTES: 60

EVENTO: Diplomado en Derechos Humanos, Actoría Social Juvenil y Desarrollo

LUGAR Y FECHA: Sala Luis Pérez Aguirre de la CDHDF, Río de la Loza #300, Col. Doctores, Deleg. Cuauhtémoc, octubre de 2007 a marzo de 2008.

DIRIGIDO A: Jóvenes y capacitadores de Cauce Ciudadano, A.C.
NUMERO DE SESIONES Y DE PONENTES: 30
NUMERO DE ASISTENTES: 60.

EVENTO: Diplomado en Derechos Humanos, Actoría Social Juvenil y Desarrollo

LUGAR Y FECHA: Sala Luis Pérez Aguirre de la CDHDF, Río de la Loza #300, Col. Doctores, Deleg. Cuauhtémoc, octubre de 2008 a marzo de 2009.

DIRIGIDO A: Jóvenes y capacitadores de Cauce Ciudadano, A.C.
NUMERO DE SESIONES Y DE PONENTES: 30
NUMERO DE ASISTENTES: 60

EVENTO: Diplomado en Derechos Humanos y Seguridad Pública

LUGAR Y FECHA: Salón de Usos Múltiples del Instituto Técnico de Formación Policial, Czda. Desierto de los Leones # 5715, Col. Olivar del Conde, Deleg. Álvaro Obregón, 11 de octubre de 2008 a 16 de mayo de 2009.

DIRIGIDO A: Mandos de la SSP-DF.
NUMERO DE SESIONES Y DE PONENTES: 27
NUMERO DE ASISTENTES: 60

También con ella dictamos cursos en el Centro de Educación de las Fuerzas Armadas.

Asimismo, colaboramos en algunas tareas de la elaboración del Programa de DH del DF, cuya puesta en práctica es hoy un reto crucial,

Pero también nos preguntamos por qué sólo se emitieron 122 recomendaciones en un lapso de años, cuando las quejas que se recibieron fueron miles.

Asimismo, nos cuestionamos si en el caso de “Casitas del Sur” se pudo haber hecho más de lo que se hizo.

Extraña es asimismo la ausencia de intervención de la CDHDF en las acciones tomadas por el gobierno respecto a los mexicanos que vienen con sus vehículos de otras partes del país y a quienes se restringe el derecho a la libre circulación.

Y con la crisis que lacera a los desprotegidos de siempre, adquieren mayor relevancia los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA), que se cuentan en buena medida entre nuestras asignaturas pendientes. La existencia de niños y ancianos en situación de calle y de indigentes sobreviviendo en condiciones infrahumanas, constituye un formidable desafío para nuestra comunidad.

• Dirección, rumbo y perspectivas para la Comisión.

En términos generales, la CDHDF ha marchado por el rumbo correcto, al grado que podemos presentarla como un modelo a seguir a nivel nacional. Sus innegables logros en la vinculación con actores importantes, como jóvenes en situación de calle o agentes policíacos y militares, merecen ser ponderados. Nada más ajeno a su misión que el sometimiento al poder.

Cuatro años son un período suficiente para consolidar los avances, pero también para corregir los errores. La austeridad juarista será la norma suprema de mi gestión al frente de la CDHDF. Los altos emolumentos de los funcionarios son una ofensa a las necesidades de nuestro pueblo.

No será fácil cambiar la percepción de que los defensores de los Derechos Humanos nos preocupamos más de los delincuentes que de las víctimas. El reciente asesinato de un policía en las instalaciones del Metro Balderas conmocionó al gremio, que se siente desprotegido al enfrentar a los transgresores de la ley. Se debe trabajar para que los encargados de la seguridad pública se sientan también protegidos por la Comisión, porque son también titulares de Derechos Humanos cuando entran en relación con el poder.

En cuanto a sus perspectivas, pienso que su futuro no está en el crecimiento material, sino en el fortalecimiento de su material humano. Es éste el mejor valor con que cuenta la Comisión y el que le puede dar consistencia en el mediano y largo plazos.

• Modelo de atención a los grupos en estado de vulnerabilidad

La labor es no sólo de búsqueda de reparación, sino de prevención. Y la mejor fórmula para ello es estar al lado de las víctimas. de violación a los Derechos Humanos. Estar cerca de la realidad es el mejor método para comprenderla e intentar modificarla, siempre para beneficio de la persona. Es ésta el centro y el motivo de las instituciones públicas. La Comisión existe por y para las víctimas, no para fines ajenos a ellas y a la sociedad.

Los métodos esquemáticos no son de aplicación mecánica, pues la realidad es vasta y compleja.

No obstante, la atención a cada grupo social, de aquellos a los que se considera especialmente susceptibles de ver violados sus derechos, debe ser particular para entender a cabalidad sus circunstancias y sus determinaciones. De esa forma, el acompañamiento que se les proporcione, será de mayor utilidad.

• Compromiso con la transparencia y rendición de cuentas de cara a la sociedad civil.

Este tema se presta para hacer declaraciones mediáticas, de escasa aplicación concreta. La transparencia fue presentada por algunos gobiernos como la “joya de su corona democrática”, pero a medida que pasa el tiempo, el asunto ha sufrido desgaste. Porque hay resquicios para evadir el cumplimiento de la obligación de transparentar el manejo de las cuestiones públicas.

La participación ciudadana en la supervisión de la autoridad es algo que debemos construir. Apenas da sus primeros pasos entre nosotros y, como es lógico, a veces se tropieza con las piedras que ponen los partidarios de la opacidad. Cuando alcancemos la democracia participativa, con referéndums y plebiscitos, con revocaciones de mandato, con iniciativas de ley ciudadanas y con auditorías ciudadanas de la obra pública, tendremos mejores posibilidades de que el pueblo ejerza la soberanía que el artículo 39 constitucional le reconoce.

En vista del sufrimiento de las mayorías a causa del modelo económico dominante y de su crisis actual, es importante que los mandos directivos de las instituciones y dependencias públicas, de todos los niveles del estado mexicano, y de su sector estatal y paraestatal, disminuyan sus ingresos al 50{9e1ff1bee482479b0e6a5b7d2dbfa2de64375fcf440968ef30dd3faadb220ffd}.

Mis fuentes de inspiración

Tres personajes contemporáneos han inspirado mi actuación en pro de los Derechos Humanos. Su calidad moral y la congruencia entre su verbo y sus actos son ejemplos que tengo en alta estima. Ellos son doña Rosario Ibarra de Piedra, flama en permanente ebullición, don José Álvarez Icaza, tejedor de utopías ecuménicas y don Efrén Capiz Villegas (q.e.p.d.) hombre de grandeza humilde.

A tratar de seguir sus pasos me comprometo.

 

Atentamente,

México, D.F. a 26 de septiembre del 2009.

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