Horas después de ganar el Premio Nobel de la Paz, el presidente Barack Obama congregó el viernes a su consejo de guerra en la Casa Blanca el viernes para examinar el conflicto de ocho años en Afganistán en medio de las presiones de los comandantes militares que lo apremian para que autorice una escalada.
El mandatario y sus principales asesores de seguridad escucharon los argumentos de los altos jefes castrenses que solicitan decenas de miles de soldados más para dirigirlos contra la organización terrorista al-Qaida.
Por primera vez, Obama preguntó a su círculo más cercano de funcionarios en particular sobre la cantidad de efectivos necesaria para enderezar la guerra que ha decaído en avances y popularidad.
El encuentro terminó sin decisiones.
«Sigue creyendo que estamos probablemente a varias semanas (de una decisión)», dijo a los periodistas el vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs, antes de que empezara la cita. «Creo que el presidente le gusta que las conversaciones vayan bien».
Obama le ha comunicado a altos asesores el deseo de identificar los objetivos antes de ofrecer fuerzas o equipo militar para lograrlos. Incluso sus consejeros más íntimos dicen que no tienen idea de qué lado se inclina en una guerra que heredó pero ahora debe coordinar.
El encuentro del viernes fue el cuarto de al menos cinco entre Obama y más de una docena de prominentes funcionarios, incluyendo diplomáticos y militares. Antes del viernes, hubo largas discusiones sobre Afganistán y Pakistán centradas en la formulación de estrategias.
Esas conversaciones han afinado el eje de la misión en combatir a al-Qaida por encima de otras metas y atenuar el énfasis en la derrota del grupo extremista Talibán, dijo el jueves un alto funcionario que ha participado en las reuniones. El funcionario estaba autorizado para hablar con The Associated Press pero no para que se le identificara debido a que las discusiones eran privadas.
Según la estrategia en marcha, dijo el funcionario, Estados Unidos combatiría sólo para evitar que el Talibán retome el control del gobierno central de Afganistán. Washington considera ahora que el grupo está lejos de poder hacerlo.
Otro objetivo es evitar que el país vuelva a ser el refugio que fue para al-Qaida antes de la invasión del 2001 que depuso al gobierno Talibán.
El funcionario estimó que Obama determinará la cantidad del refuerzo en Afganistán basado únicamente en mantener a raya a al-Qaida.
El comandante estadounidense en Afganistán, general Stanley McChrystal, podría haber presentado a Obama varias opciones, desde incorporar unos 10.000 soldados hasta unos 40.000, lo cual es una posición impopular entre algunos políticos del Partido Demócrata, correligionarios de Obama, e incluso entre algunos de los funcionarios convocados al encuentro del viernes.
El vicepresidente Joe Biden se ha pronunciado por mantener la fuerza estadounidense en torno a los 68.000 efectivos ya autorizados, incluyendo los 21.000 adicionales que Obama ordenó a principios de año.
Obama recibió el Nobel de la Paz por sus iniciativas para reducir el armamento nuclear, aliviar las tensiones en el mundo musulmán y apoyar la diplomacia y la cooperación en lugar del unilateralismo, dijo el comité noruego que se lo concedió.
Fuente: PHILIP ELLIOTT © 2009 The Associated Press – La corresponsal de AP en la Casa Blanca Jennifer Loven contribuyó en la información.