. “Es necesario seguir luchando, porque faltan muchas cosas por aterrizar; ya necesitamos más hechos que hablar, y esto es a nivel nacional. Si las organizaciones de mis compañeras trans y las que las apoyamos no ponemos el dedo en la llaga a cada rato, no se logra. Ya se reconoce la diversidad y a las personas trans pero nos falta quitar las moralinas de mucha gente, cuando lo logremos vamos a avanzar demasiado”.
Por Alejandro Ávila Huerta / Desde Abajo
“Si pertenecer a la diversidad sexual es complejo, si ser mujer trans es complejo, lo es muchísimo más cuando te dedicas al trabajo sexual”, mencionó la directora de la Asociación en Pro Apoyo a Servidores (Aproase), Alejandra Gil, durante el Taller a favor de la salud y la prevención por las mujeres transgénero, que por noveno año consecutivo llevó a cabo la organización de la sociedad civil Transgénero Hidalgo, como cierre de sus actividades de 2009.
La activista sostuvo una plática con las trece participantas del programa, todas integrantas del grupo hidalguense, en la cual insistió en la unión y la ayuda entre pares como las herramientas principales que pueden llevar a las personas que ejercen el trabajo sexual a obtener garantías para su integridad en los ámbitos de salud, seguridad, política, a través del empoderamiento y la autoestima, pues la violación a sus derechos humanos y laborales sigue siendo la necesidad que con mayor urgencia se debe atender.
“Es necesario seguir luchando, porque faltan muchas cosas por aterrizar; ya necesitamos más hechos que hablar, y esto es a nivel nacional. Si las organizaciones de mis compañeras trans y las que las apoyamos no ponemos el dedo en la llaga a cada rato, no se logra. Ya se reconoce la diversidad y a las personas trans pero nos falta quitar las moralinas de mucha gente, cuando lo logremos vamos a avanzar demasiado”.
Por su parte, la presidenta de Transgénero Hidalgo, Karen Quintero, reiteró las exigencias para respetar el trabajo sexual y también la diversidad sexual, ya que lo contrario, como se ha denunciado, limita las posibilidades de obtener otro tipo de empleos para las mujeres trans, aun cuando varias de ellas cuentan con una carera universitaria, siendo el ahorro de dinero para el establecimiento de un negocio propio las únicas posibilidades reales con que en este momento cuentan para desarrollarse más allá de su trabajo actual.
El objetivo del taller, que se completó con la proyección de videos y conferencias sobre derechos humanos y salud sexual, fue el de capacitar a las activistas para continuar con su labor social, así como el de conocerse mejor a sí mismas, para lo que cada una realizó un relato de su vida después de asumirse como mujer trans, contando historias que van desde la que lleva cuatro años sin ver a su familia hasta la que se convirtió en la hija consentida de la casa. También se hizo una entrega de premios y reconocimientos, al igual que una recopilación del último año de acciones, las cuales reiniciarán el 15 de enero con el arranque del Carro de la Salud 2010.