por Tania Meza Escorza / Desde Abajo
Fernanda desapareció el pasado miércoles 16 de junio. Luego de una desesperada búsqueda por parte de sus compañeras de la asociación civil “Transgénero Hidalgo”, su cuerpo se encontró el domingo en Actopan. Estaba amarrada, amordazada y con dos balazos en la cabeza. Era una activista entusiasta y vicepresidenta de la asociación presidida por Karen Quintero.
El mes pasado, la Organización de la Sociedad Civil “Letra S. Sida, Cultura y Vida Cotidiana”, presentó los resultados preliminares del informe “Crímenes de odio por homofobia México 1995-2008”, mismos que señalan cinco asesinatos de este tipo en el estado de Hidalgo.
Pachuca, Tenango de Doria, Huichapan y Tepeji del Río son los municipios hidalguenses en donde se llevaron a cabo los crímenes de odio por homofobia encontrados por “Letra S” durante una exhaustiva revisión hemerográfica.
El primer crimen de odio por homofobia en territorio hidalguense aparece en este reporte con el número 112. Se llama José Abelardo. Fue asesinado en su oficina, con un arma de fuego, en abril de 1999 en Pachuca.
En seguida se presenta el asesinato de Agustín, con el número 113. Él fue ultimado brutalmente en su domicilio, con un arma blanca, cortado por el tronco y la caja toráxica, encontrado sin vísceras y con semen en el recto, en Pachuca en abril de 1999.
Con el número 138 aparece Leodegario. Encontrado en una brecha, asesinado por un amigo suyo en Tenango de Doria con arma blanca, ultrajado y con la cabeza casi desprendida a machetazos, en marzo de 2000.
Jorge de 39 años aparece en el reporte con el número 262. Su cuerpo fue hallado en un canal, luego de ser asesinado en Huichapan por dos empleados suyos, hermanos entre sí, en febrero de 2003. El último caso en Hidalgo se presenta con el número 617. Se trata de un hombre desconocido, quien murió apedreado para luego ser tirado en una brecha de Tepeji del Río, en julio de 2008.
A ellos hoy se suma Fernanda.
Se suma hoy, cuando las buenas conciencias y la gente decente dirán “¡Ay, pobre muchacho!”. Ni siquiera concederán el llamarle “muchacha” porque en un país tan atrasado como el nuestro, la identidad genérica aún está determinada exclusivamente por el sexo con el que nacemos (¡Nuestros nietos no podrán creerlo!)
“¡Ay pobre muchacho!” Dirán hoy las autoridades universitarias que le echaron de la prepa tres y se negaron a ofrecerle una disculpa pública, tal y como se los pidió la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo.
“¡Ay, pobre muchacho!” Dirá hoy la gerencia de C&A, que le echó de sus instalaciones por pretender probarse ropa femenina.
“¡Ay, pobre muchacho!” Dirán hoy los diputados y diputadas de ésta y anteriores legislaturas locales, que se han cerrado ante la posibilidad de legislar en favor de los derechos de la diversidad sexual porque “eso no es prioritario para Hidalgo”.
“¡Ay, pobre muchacho!” Dirán hoy las autoridades municipales que les remiten a ejercer su trabajo sexual en un sitio totalmente inseguro, en donde las acciones de violencia extrema contra las mujeres transgenéricas son cotidianas.
“¡Ay, pobre muchacho!” Dirán hoy las autoridades estatales del poder judicial que asignaron a la mesa de robos (¡DE ROBOS!) el caso de los atentados transfóbicos con arma de fuego, cometidos el año pasado contra las integrantes de “Transgénero Hidalgo” y que fueron denunciados por la sociedad civil, incluso a nivel internacional.
“¡Ay, pobre muchacho!” Dirán los altos mandos del poder ejecutivo que han cometido toda clase de discriminación en contra de la diversidad sexual, desde no permitir que la marcha del orgullo LGBTTTI concluyera en la Plaza Juárez, hasta negarse a sancionar a concesionarios de servicios públicos que impiden el paso a homosexuales y lesbianas a cafeterías.
¡Qué dolor, qué rabia, qué impotencia! Decimos hoy tus compañeras y compañeros no sólo de “Transgénero Hidalgo”, sino de toda la Red Unida de Organizaciones de la Sociedad Civil en Hidalgo, quienes siempre recordaremos con mucho cariño tu ejemplo de activismo ciudadano en favor de las causas que consideraste justas y que hoy, en un Hidalgo oscurantista, te ha costado la vida. Hasta siempre. Fernanda.
PAREN LAS PRENSAS:
“Sin información, no hay democracia”, dijo ayer el maestro Miguel Ángel Granados Chapa en el foro-debate convocado por la organización “Diez Comunicación”, en donde el ilustre hidalguense y la periodista Sara Lovera encabezaron la discusión a cerca del periodismo en Hidalgo, el poder político y el cómo informar en tiempos revueltos. Aunque los dos candidatos a la gubernatura del estado fueron invitados al foro, sólo Xóchitl Gálvez acudió a la cita con periodistas locales. Una vez más, Francisco Olvera se negó a dar a la población hidalguense un debate de ideas, imprescindible en toda sociedad que se precie de ser democrática.
Comentarios: taniamezcor@hotmail.com
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