El Absinth o Absenta es una bebida muy controvertida. Se cree que ingerir una cierta cantidad causa alucinaciones, por eso algunos países decidieron prohibirla en el siglo XX. Poco a poco se ha ido despenalizando y con el tiempo su demanda ha crecido. No obstante, autoridades han fijando límites sobre su consumo «para evitar alucinaciones». Actualmente está prohibida en algunos estados de Estados Unidos, por ejemplo.
Desde la antigüedad, el ajenjo se ha utilizado con fines medicinales. Los egipcios lo usaban por sus virtudes tónicas, diuréticas y antisépticas y era consumido simbólicamente por los vencedores de los antiguos juegos Olímpicos.
En la Edad Media en 1518 se creo en la casa (Palirna U Zeleneho Stromu) ubicada en la localidad de Prostejov anteriormente perteneciente al Imperio Austro-Húngaro ahora República Checa, el “licor de ajenjo” o Absinth hecho con varias plantas entre otras menta, anís e hisopo y era consumido tambien para aliviar anginas, inflamaciones de párpado y dolores de muela.
Extensos mitos en Internet que no han podido ser corroborados de una forma fehaciente por los estudiosos de la historia del Absinth cuentan la anécdota de un médico de nombre Pierre Ordinaire que a fines del Siglo XVIII recetaba a sus pacientes una panacea llamada “elixir de Absinth” hecha con ajenjo, y que a su muerte y tras una serie de cesiones del descubrimiento llegó a manos de un empresario de apellido Dubied quien había tenido la visión de vender el elixir en las tiendas de licores en lugar de en las boticas, pero lo que es cierto es que el Absinth, ya tenia varios siglos produciéndose en el territorio checo, lo que en aquel entonces era parte del Imperio Austro-Húngaro.
Los pocos historiadores del ajenjo afirman que la guerra que sostuvo el Imperio de Prusia país precursor de Alemania, vecino del entonces Imperio Austro Húngaro, contra los franceses en la guerra franco-prusiana (1870-1871) en la que el Imperio de Prusia tuvo una victoria definitiva sobre los ejércitos de Napoleón III, propicio el vinculo o el puente para que el Absinth se propagara rápidamente por toda Europa.
Pronto los cafés de los grandes bulevares de Europa empezaron a servirlo y tuvo una gran aceptación entre la burguesía.
El apogeo del Absinth ocurrió entre 1880 y 1914. En 1910 se bebían en Europa unos 36 millones de litros de Absinth por año y de los miles de licores disponibles, el consumo de Absinth abarcaba el 90{9e1ff1bee482479b0e6a5b7d2dbfa2de64375fcf440968ef30dd3faadb220ffd}. Las cinco de la tarde pasó a ser “la hora del hada verde” o “la fée verte”, tal el apodo que se le daba al Absinth.
Las ventas del Absinth treparon a tal punto que pusieron en jaque el sempiterno liderazgo del vino en Francia, bebida nacional por excelencia entre los franceses. La industria del vino en Francia en alianza con el gobierno francés preocupados por la fama creciente y el avance en el mercado del Absinth emprendieron una campaña de desprestigio argumentando que por sus efectos estimulantes este debía de ser considerado algo más que una bebida alcohólica y que estos eran dañinos para la salud. La campaña de desprestigio se valió de miles de argumentos, todos ellos ridículos y sin fundamento, sin embargo las fuerzas económicas que apoyaban la prohibición eran muy grandes.
consumo y la atracción a la bebida. Hoy aun se afirma que el Absinth tenía propiedades alucinógenas. Otros responden que esto no era así, pero que bajo su efecto relajante los sueños se volvían surrealistas.
“Después del primer vaso, uno ve las cosas cómo le gustaría que fuesen. Después del segundo, uno ve cosas que no existen. Finalmente uno acaba viendo las cosas tal como son, y eso es lo mas maravilloso y terrible que puede ocurrir” dijo Oscar Wilde sobre su experiencia.
La excéntrica conducta de los “artistas Absintheurs” facilito a la industria vinícola a empujar la prohibición. El Absinth fue oficialmente prohibido en Francia y Suiza y la medida fue imitada en otros países, como Italia, los Estados Unidos, Holanda y Bélgica.
El Absinth no hizo otra cosa más que retroceder sus fronteras nuevamente al territorio de lo que hoy se conoce como República Checa y mantuvo ahí su producción y suministro para abastecer la demanda local. Posteriormente el territorio se vio envuelto en una serie de problemas sociales y guerras que culminaron al final de la Segunda Guerra Mundial, con la caída de este territorio tras la Cortina de Hierro del régimen soviético socialista, la industria del Absinth fue absorbida por la burocracia dentro del gobierno y así fue como la defensa y la promoción de esta mágica bebida se vio extraviada en la historia por un periodo de mas de 80 años mismos en los que duro la prohibición.
Posteriormente con el levantamiento de la Cortina de Hierro y con el regreso de la industria del Absinth a manos privadas renace el interés por restituir a esta bebida como la más exclusiva y mágica que existe en el planeta. Es entonces cuando se empiezan a llevar a cabo los tramites para el levantamiento de la prohibición y a través de varias pruebas de laboratorio y análisis químicos se demuestra fehacientemente que si bien es cierto que el efecto estimulante es muy distinto a tomar alcohol no por ello era particularmente dañino para la salud y resultaba igual que el ingerir cualquier otra bebida de contenido alcohólico. El levantamiento de la prohibición comenzó en Europa aproximadamente hace 4 años estando al día de hoy liberado en todo el antiguo continente y es así como hoy podemos nuevamente disfrutar de este excepcional elixir.
Influencia entre artistas
Hacia finales del siglo XIX “el vaso verde sobre la mesa de café simbolizaba anarquía o rechazo deliberado a las normas y obligaciones de la vida”. La bebida era estimada por la loca bohemia no solo como un afrodisíaco, sino como una fuente de inspiración artística. La lista de famosos bebedores de Absinth incluía a Edgar Allan Poe, Jack London, el dramaturgo August Strindberg y Oscar Wilde, para quien un vaso de ajenjo era “tan poético como una puesta de sol”.
Químico, músico, inventor, poeta y pintor, Charles Cros llego a beber veinte vasos diarios de ajenjo. Esto no le impidió desarrollar el telégrafo automático, el primer fonógrafo (llamado Pareophon) ni una especie de temprano proceso de fotografía a color.
Alfred Jarry, autor de Ubú Rey, solo consumía Absinth puro y a menudo salía a andar en bicicleta con la cara o el cuerpo pintados de verde, en tributo a la fée. “El whisky y la cerveza son para los tontos; el Absinth tiene el poder de los magos”, afirmaba el poeta ingles Ernest Dowson, autor de la oda alcohólica “Absintea Taetra”, escrita durante su estancia en Paris en la que frecuentó a Baudelaire y Mallarmé.
El poeta Paul Verlaine consumía abundantes dosis en compañía de su amigo Arthur Rimbaud. Una foto lo muestra en el legendario café Procope, sentado tras un vaso con la infaltable cuchara. Uno de sus versos dice que “mi gloria es un humilde y efímero Absinth”.
Vicent Van Gogh, fue iniciado en la materia por su amigo y colega Paul Gauguin y el Absinth se convirtió en un elemento poderoso para la inspiración y creatividad de los artistas de la época, “Bebedor de absinth”, cuadro de Edouart Manet, data de 1859; “L´absinthe” de Degas, es de 1876; la “Bebedora de Absinthe” de Picasso fue completada en 1901, por mencionar algunos de los cuadros de los artistas mas sobresalientes de la época donde el Absinth es el tema principal de su obra.
Absinth
El Absinth esta elaborado conforme a la autentica receta de la destilería mas antigua de la Republica Checa, establecida desde 1518, Palírna significa en Checo destilería y Zeleného Stromu o Árbol Verde es el árbol representativo de este país.
A pesar de guerras devastadoras, desastres naturales y revoluciones, su producción de excepcional calidad no se ha visto interrumpida en casi 500 años.
En todos estos años la elaboración de Absinth se ha modificado utilizando nueva tecnología y conservando algunos de los procesos tradicionales hasta alcanzar niveles artísticos.
Fuente: Absinth México