Los ataques con bombas e intercambios de disparos en la ciudad de Kano, la segunda más grande de Nigeria, dejaron un saldo de al menos 143 personas muertas, según fuentes de salud.
«Hemos estado recibiendo cuerpos desde la noche del viernes de varias agencias que participan en la retirada de los cadáveres», dijo un responsable de la principal morgue local, quien pidió el anonimato ya que no estaba autorizado a formular declaraciones públicas.
Personal médico dijo que todavía estaban llegando cuerpos a las morgues en Kano.
Funcionarios del hospital Murtala Muhammed se negaron a hablar con la prensa, pero periodistas de agencias internacionales contaron más de 100 cadáveres en la morgue del hospital.
Antes, una fuente de la Cruz Roja, bajo condición de anonimato, dijo que el balance en ese momento era de 121 muertos.
Mientras que una fuente policial indicó que «el número de muertos asciende a decenas», pero no pudo dar una cifra precisa.
Una serie de explosiones, una de ellas provocada por un atentado suicida, así como disparos, se escucharon la tarde del viernes en Kano en ataques dirigidos contra ocho comisarías de Policía y oficinas de inmigración o residencias.
Tras confirmar los ataques, la Policía nigeriana decretó un toque de queda de 24 horas en la ciudad.
Medios locales informaron que un supuesto portavoz del grupo islamista Boko Haram reivindicó estos atentados en respuesta a la negativa de las autoridades a liberar a sus miembros encarcelados.
Los atentados en Kano, capital del estado del mismo hombre, se producen cuando aumentan las críticas contra el Gobierno central por su falta de respuesta a los ataques de Boko Haram.
Aunque el Presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, ha reconocido el aumento de la violencia, sobre todo durante la última Navidad, que causó 44 muertos en iglesias del centro y noreste nigeriano, el grupo ha continuado con los atentados.
Nigeria, el país más poblado de África, con unos 167 millones de habitantes, y el mayor productor de petróleo del continente, está dividido entre el norte, mayoritariamente musulmán, y el sur, predominantemente cristiano.
Por otra parte, dos explosiones sacudieron la ciudad de Yenagoa, en el estado natal del Mandatario, pero no se han señalado víctimas, anunciaron la oficina del Gobernador y una fuente militar.
Las explosiones tuvieron lugar después de los ataques en Kano, pero el Gobernador afirmó que las explosiones de Yenagoa estaban vinculadas a las próximas elecciones.
Fuente: Reforma